PURGA CONTINUA EN CUBA SEPARAN DE SUS CARGOS A LOS JEFES DEL PARTIDO EN
LAS PROVINCIAS DE MATANZAS Y VILLA CLARA
El País
España
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Máximo Tomás
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Mayo 26, 2006
Hace seis meses, en un descarnado discurso en la Universidad de La
Habana, Fidel Castro anunció el inicio de una gran ofensiva policial y
política contra la corrupción y el robo masivo al Estado. El líder
comunista describió en aquella ocasión una situación de fraude
generalizado, estimó en cientos de millones de dólares anuales las
"pérdidas" por el saqueo ciudadano y admitió que, o se cortaba de raíz
este cáncer, o la revolución podía "autodestruirse". Desde entonces,
funcionarios del Partido Comunista han inspeccionado cientos de centros
laborales y decenas de altos cargos de empresas estatales han sido
destituidos sin publicidad. Ayer, la ministra de Auditoría y Control,
Lina Pedraza, fue relevada de su cargo.
Hace pocos días, por segunda vez en un mes, el Partido Comunista Cubano
realizó cambios en su cúpula dirigente, esta vez nombrando nuevos
secretarios provinciales en Matanzas y Villa Clara. El 28 de abril, el
Buró Político del PCC había informado de la destitución fulminante de
uno de sus miembros, Juan Carlos Robinson, quien durante años dirigió la
organización partidista en Guantánamo y Santiago de Cuba.
En una crítica inusual, se acusó a Robinson de "prepotencia y altanería,
abuso de poder y ostentación del cargo"; también de "indiscreciones y
reblandecimiento en sus principios éticos". Robinson fue expulsado
deshonrosamente del partido y ahora, según el Buró, "se investigan las
consecuencias legales de su comportamiento".
Desde que Castro anunció en la universidad "un huracán de fuerza 5"
contra la corrupción y el mal ejemplo, se constituyó un cuerpo de
funcionarios profesionales del Partido Comunista que desembarcó en
fábricas, empresas, comercios y hasta en museos y cabarés, para
fiscalizar el trabajo de gerentes y directivos -en la mayoría de los
casos, también miembros del partido-. Además, se crearon nuevos cuerpos
de inspectores y "células anticorrupción" entre los encargados de llevar
adelante la denominada Batalla de Ideas.
Durante meses, el emblema de la batalla anticorrupción fue el negocio de
la venta de combustible. En un golpe de mano, a finales de 2005, Castro
ordenó la intervención de todas las gasolineras, refinerías y camiones
cisterna encargados de la distribución de combustible por una fuerza de
10.500 trabajadores sociales, directamente vinculados a su mando. El
resultado de la singular auditoría, que duró seis meses, lo ofreció
recientemente el mandatario: la facturación se incrementó un 230%. El
fraude descubierto es de unos mil millones de dólares, y en localidades
como Santiago de Cuba, donde funcionan 227 gasolineras, por cada dólar
(0,77 euros), los empleados se quedaban con 80 centavos.
Lo ocurrido con el desfalco en el expendio de combustible, en opinión de
diversos economistas, es revelador de la magnitud del robo en la isla y
se puede extrapolar a casi todos los renglones económicos. Sin embargo,
hasta los funcionarios más leales advierten en privado de que hay que
distinguir entre corrupción y "supervivencia". "En América Latina un
solo corrupto puede robar 11 millones de un golpe. En Cuba, 11 millones
roban un dólar cada día, y eso es difícil de evitar mientras los
salarios sean los que son y a la gente no le alcance", afirma un
investigador de un centro de estudios estatal. Es del criterio de que
las autoridades "no pueden convertir la supervivencia en delito", y,
como él, muchas personas en la isla desconfían de que el Gobierno logre
enderezar un árbol que lleva torcido tanto tiempo. "Antes que mirar
cuánto se roba, hay que preguntarse las causas de por qué la gente roba.
No valen sólo medidas coercitivas", considera este académico.
http://www.lanuevacuba.com/nuevacuba/notic-06-05-2670.htm
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