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Tuesday, May 23, 2006

No se aprende a ser dueno

AGRICULTURA
No se aprende a ser dueño
Arnold Hernández Yen, ANAIC

SANTIAGO DE CUBA, Mayo - (www.cubanet.org) - Cuando se crearon las
Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) los funcionarios del
gobierno siempre decían, al referirse a este nuevo tipo de organización
socio-económica de la agricultura, que para su buen funcionamiento los
integrantes tenían que aprender a ser dueños de sus cooperativas.

Transcurrida más de una década de la creación de las UBPC todavía sus
miembros no han aprendido a ser dueños, sencillamente, porque a ser
dueño no se aprende, es una condición que está predeterminada por el
poder de decisión y autoridad que se tiene sobre las cosas. Esas
condiciones no están presentes en las cooperativas estatales cubanas, lo
que se traduce en un descontrol general y una irresponsabilidad
colectiva sobre los medios y bienes de su "propiedad", lo que ha
obligado al gobierno a situar un trabajador social frente a cada una de
sus actividades.

En una conversación con un dirigente de una UBPC de la zona, me
comentaba que la asignación de petróleo ahora rendía más, o sea, después
que un trabajador social fuera ubicado en cada punto de la cadena de
distribución del combustible, desde que la pipa (camión cisterna) sale
de la refinería hasta que se deposita en los equipos.

Ante tal planteamiento le argumenté: Si la gran mayoría de los
integrantes de las cooperativas son simples trabajadores agrícolas,
¿cómo se explica la pérdida de tanto combustible?

Me aclara que sí, que realmente algunos trabajadores consiguen llevarse
pequeñas cantidades para usarlo como combustible doméstico, pero la gran
mayoría la negocian los jefes. El combustible es la llave mágica para
conseguir cualquier tipo de producto o servicios que ofrecen otras
entidades estatales. También se vende a muy buen precio. Ahora casi todo
el transporte de pasajeros es privado y no se mueve con combustible
comprado en las estaciones estatales de gasolina, porque es en chavitos
(peso convertible cubano) y el dinero se ha convertido en una prioridad
de acumulación. Después de todos los cambios, la gente, principalmente
los funcionarios del gobierno, lo guardan en dólares -según se dice en
la calle. Cuando llegue el cambio de gobierno, el que más dólares tenga
es el que más vale y luego será más difícil conseguirlos.

El mercado informal, que sí se rige por las reglas del mercado, y es la
representación genuina de la propiedad privada, ha sufrido un gran
impacto con la presencia de los trabajares sociales, al menos en la rama
agropecuaria. Los precios se han disparado por el incremento del factor
de riesgo. En los alrededores de la granja porcina "El Hormiguero" en el
municipio San Luis, la lata de pienso de 5 galones se está vendiendo
entre 50 y 60 pesos. De esta granja del estado salía más del 40% del
pienso que se vendía en el mercado negro.

El alza de los precios de los alimentos para los animales ha provocado
el incremento de los precios de la carne. La libra de cerdo en pie
(vivos) subió alrededor de un 20%, y se prevé que siga subiendo, porque
la cría de cerdos se ha reducido significativamente y la presencia de
carne en el mercado es casi nula.

Todas, y cada una de estas experiencias demuestran que a los campesinos
no hay que enseñarlos a ser dueños, sino dejarlos ser dueños de su
trabajo y de sus tierras. No se es dueño por la constancia de un simple
papel o estar asentado en el Registro de Tenencia de Tierra, sino porque
se te reconocen y respetan todos tus derechos. En el caso de los
campesinos, el libre acceso a los insumos, disponibilidad absoluta sobre
nuestra producción, incluyendo el libre acceso al mercado. Cuando se
permita el libre ejercicio de estos derechos, entonces se podría decir

http://www.cubanet.org/CNews/y06/may06/23a9.htm

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