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Tuesday, April 25, 2006

Se venden taburetes baratos

SOCIEDAD
Se venden taburetes baratos
Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba - Abril (www.cubanet.org) - Este anuncio comercial es
muy viejo. Es de la otra Cuba, la anterior a 1959, cuando los cubanos
podían participar de la economía a nivel nacional, cuando cualquiera
podía tener este tipo de mueble en su casa, sobre todo las familias de
más bajos recursos.

El taburete cubano sólo se diferencia de la silla común por su respaldar
y su fondo de cuero de res o de chivo y por los tirafondos que unen sus
piezas.

Representaba el mueble más duradero y el preferido por los hombres.
Servía para recostarlo a la pared y acomodar los pies en el travesaño
del frente. Se vendía, bien lo recuerdo, a precios muy bajos, como pan
caliente. Cierro los ojos y veo a mis tíos sentados en taburetes, entre
las begonias y las rosas de mi abuela del patio, haciendo chistes o
hablando de mujeres, allá por los años cincuenta.

Luego desapareció hasta el taburete cubano. Puede decirse, sin caer en
exageraciones, que durante treinta años de Revolución no se ofertaron
muebles en las tiendas. A los carpinteros particulares les prohibieron
producir y al Estado se le olvidó que reponer un mueble en una casa era
necesario y usarlos, mucho más.

Cuando surgieron las shoppings, a inicios de la década del noventa, por
primera vez los cubanos vimos en las vidrieras muebles a la venta. Pero
se trata de muebles importados, de pésima calidad y a precios vedados
para el trabajador.

En días pasados el periódico Juventud Rebelde envió a uno de sus
reporteros al municipio de Mayarí, en la provincia de Holguín, con el
fin de informar a la población sobre la producción de taburetes en Cuba.
Por supuesto que el colega no fue claro en su trabajo. Leyendo entre
líneas puede verse que este mueble que tanto gusta a los cubanos no se
vende a los cubanos, ni siquiera a los trabajadores del campo, a pesar
de que el taburete es símbolo de nuestras raíces campesinas

Elogia, por ejemplo, la producción de Arroyo Seco, donde radican los
talleres holguineros que, a su juicio, son los mejores del país.

Todos sabemos que es muy limitada la producción de este tipo de mueble
típico y que lo poco que se fabrica se pone a la venta en algunas
tiendas de artesanía destinadas al turismo, donde un taburete cuesta
doscientos dólares. O sea, que un trabajador que perciba 250 pesos
cubanos al mes, el salario promedio del país, necesitaría disponer del
salario de un año y ocho meses para comprarse un solo taburete.

La información de Juventud Rebelde deja mucho que desear. Presenta una
contradicción que debería aclarar en algún momento. ¿Cómo es posible que
la producción de taburetes no satisfaga ni remotamente la demanda de la
población, se obtenga divisas con lo poco que se fabrica y además se
diga que los principales consumidores son las familias más pobres del campo?

Tengo unos amigos que para adquirir cuatro taburetes para su casa
viajaron a la provincia de Pinar del Río, donde un carpintero particular
se los proporcionó, de forma ilegal, todos al precio de 150 dólares.

Allí, en los talleres pinareños que fabrican estos muebles, supo que por
falta de madera y cuero la producción estaba parada desde hacía algún
tiempo. Sin embargo, no le fue difícil llegar a la casa del carpintero
que producía taburetes a escondidas, de mucha mejor calidad que los que
se hacen en los talleres donde labora.

http://www.cubanet.org/CNews/y06/apr06/25a8.htm

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