EDUCACION
¿Dónde están?
Oscar Sánchez Madan
MATANZAS, Cuba - Marzo (www.cubanet.org) - Frecuentemente me pregunto: 
¿Dónde están los tan cacareados logros de la educación en Cuba? Me urge 
saberlo, ya que vivo en un país en el que sólo he visto las maravillas 
del comunismo en el noticiero de la televisión y en los informes del 
gobierno a las Naciones Unidas. En ellos todo es color de rosa.
En la vida real quizás me ha faltado la visión en los últimos 47 años, 
porque no he podido disfrutar de los supuestos logros educacionales 
gracias a los cuales los cubanos ya debíamos haber conquistado el 
sistema solar y habernos incluso comunicado como Moisés con el mismísimo 
Dios.
La educación debe ser un sistema mediante el cual se desarrollen las 
facultades intelectuales, morales y físicas de los seres humanos, un 
instrumento eficaz en la formación de su personalidad y preparación para 
enfrentar los retos de la vida. Partiendo de estos principios podemos 
afirmar que en 47 años el gobierno cubano no ha construido, ni en el 
laboratorio, aquello que denominó "hombre nuevo", superior al de los 
tiempos democráticos.
Ni con la campaña de alfabetización de 1961 ni con los programas que 
vinieron después, por ejemplo las escuelas en el campo, verdaderos 
recintos de adoctrinamiento en los que se han cosechado hombres sumisos 
y dependientes del poder del partido único.
Los llamados hombres nuevos son los que permanecen sentados en los 
ómnibus, imperturbables, mientras viajan de pie ancianos y mujeres 
embarazadas o con niños en los brazos. Son los que se expresan de manera 
vulgar en sus hogares, lugares públicos y centros de estudio y trabajo, 
y abordan de manera violenta los ómnibus, atropellando y ofendiendo a 
todos, mostrándose especialmente agresivos en contra de quienes les 
recuerdan las buenas costumbres que existían antes de 1959.
Lo que ha ocurrido en Cuba es un proceso de tergiversación histórica. 
Recordemos al Martí que nos presentan, seudo socialista, cuando el 
Apóstol rechazaba esa ideología política. El concepto de socialismo ha 
sido confundido con el de nación, y el de nación con el nombre de Fidel 
Castro.
Se terminaron las celebraciones religiosas; la palabra señor fue 
aplastada por la palabra compañero; desaparecieron las buenas costumbres 
y ahora las personas encuentran en el robo de los recursos del Estado la 
vía eficaz para resolver sus crecientes necesidades materiales.
No es posible callar la verdad cuando es imprescindible decirla. Que me 
perdone el ministro de Educación.
Yo prefiero la conducta honesta y transparente. Jamás podrán ser logros 
de la educación el robo, la prostitución, la corrupción, las agresiones 
físicas, los actos de repudio en contra de la disidencia interna, los 
atracos, los asesinatos, la estafa y otros fenómenos que afectan 
sobremanera la vida de los cubanos.
Aunque los partidarios de Castro se molesten, la auténtica educación de 
los cubanos fue devorada por el llamado proceso revolucionario 
socialista. Sólo cuando los cubanos lo hagan desaparecer florecerán 
nuevamente aquellos nobles y hermosos conceptos de señor, por favor, 
disculpe, buenos días, gracias, no se moleste.
Entonces podremos comenzar a hablar otra vez de educación en nuestro país.
http://www.cubanet.org/CNews/y06/mar06/30a6.htm
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