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Sunday, February 26, 2006

Se esfumo la cuenca lechera

Febrero 24, 2006

Se esfumó la cuenca lechera

Marilyn Díaz Fernández, Lux Info Press

CAMAGUEY, Cuba - Febrero (www.cubanet.org) - Recuerdo que en la década
de los años 80, mientras estudiaba en la universidad, la televisión
cubana solía transmitir reportajes relacionados con un tema que me
atraía, por la afinidad con mi carrera (Ingeniería Pecuaria): el
desarrollo de la ganadería en la provincia Camagüey.

En su afán por magnificar todo lo relacionado con el proceso
revolucionario, la televisión presentaba la cuenca lechera de Camagüey
como un conjunto geométrico perfecto, formado por un rectángulo que
producía toneladas de carne de res, y seis triángulos que generaban
cientos de miles de leche diarios. Ambas producciones suficientes para
suplir las necesidades del territorio, y mucho más, según decían.

Sin embargo, la realidad era otra, como siempre. Si bien es cierto que
el país invirtió millones de pesos en tamaño proyecto, eso no significó
que la inversión fuese proporcional al resultado obtenido; pero sí
equivalente a un derroche total de recursos materiales, ya que las obras
concluyeron sin la calidad requerida.

Como toda columna de humo, la historia de la cuenca lechera, con sus
vacas Holstein, sus vaquerías típicas y su ordeño mecánico; con sus
recrías y centros de desarrollo, se esfumó con el derrumbe del sistema
socialista en Europa y la implantación del "período especial". Aquel
colosal proyecto degeneró en las Unidades Básicas de Producción
Agropecuaria (UBPA), creadas en 1993, y que como toda "propiedad
colectiva" (en esencia es de todos y no es de nadie), no fueron más que
precursoras de la destrucción, corrupción e improductividad total.

El panorama en Camagüey se tornó desolador, repleto de penurias. La
provincia se ha convertido en un extenso campo de marabú. Sus verdes
llanuras admiradas por sus pastos de alta calidad, se transformaron en
frondosos marabuzales que sepultaron la esperanza de obtener lecha y
carne para el consumo de la región.

Las costosísimas instalaciones pecuarias desaparecieron del paisaje
campestre. En algunos casos sólo quedan las armazones que semejan el
esqueleto de un animal prehistórico.

Hoy, en los campos de la otrora cuenca lechera, los niveles de
desarrollo agrícola son irrisorios. Hasta el plátano burro está en
peligro de extinción en la zona. Las pocas vacas que han sobrevivido a
las adversidades del "período especial" no dan leche, sino lástima, como
dicen los agramontinos jocosamente. Y las unidades de producción no
pueden si siquiera abastecer de alimentos sus comedores obreros.

En fin, la próspera tierra donde luchó contra España el Mayor Ignacio
Agramonte y Loynaz, hace más de un siglo, hoy tiene que importar viandas
y vegetales de otras provincias del país, y no es capaz de, al menos,
reflejar el espejismo de las producciones de leche y carne, como en los
reportajes de televisión de hace veinte años.

LUX INFO-PRESS
Agencia Cubana Independiente de Información y Prensa
E-mail: Fsindical@aol.com

http://www.cubanet.org/sindical/news/y06/02240601.html

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