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Monday, February 27, 2006

Franqueza: el primer samizdat cubano

DISIDENCIA
Franqueza: el primer samizdat cubano

Tania Díaz Castro

LA HABANA, febrero (www.cubanet.org) - El Partido Pro Derechos Humanos
de Cuba se había fundado el 20 de julio de 1988, gracias a los cientos
de simpatizantes con que ya contaba el movimiento democrático,
representado por dicho Partido y otras organizaciones de carácter
pacífico recién creadas, jamás legalizadas por el gobierno de la Isla.

En Cuba, desde el triunfo revolucionario de 1959 surgieron numerosas
organizaciones a favor de un orden constitucional, cuya propaganda
escrita se distribuía clandestinamente, en forma de octavillas. El
samizdat aún no se conocía, término que proviene de los primeros textos
que circularon en la antigua Unión Soviética de forma clandestina a
favor de la libertad y los derechos humanos.

En diciembre de 1988, cuando el PPDHC tenía cinco meses de fundado y
miles de firmas recogidas con el fin de solicitar un plebiscito al
gobierno, tal y como se había hecho en Chile, el doctor Samuel Martínez
Lara, secretario ejecutivo del Partido, tuvo la iniciativa de elaborar
el primer samizdat cubano, bajo el nombre de Franqueza, para que
sirviera como órgano de prensa de aquel incipiente movimiento de
derechos humanos.

Fue en el hogar de la familia González González, situada en la calle
Reina esquina a Lealtad, donde se confeccionaron los dos primeros
ejemplares, mecanografiados en papel gaceta y con decenas de copias
hechas con papel carbón.

El primer número tenía dos hojas y en ellas se denunciaban las
violaciones a los derechos humanos, las condiciones de las cárceles
cubanas, la falta de libertad de expresión del pueblo cubano y el
trabajo pacífico desplegado por el PPDHC durante sus primeros meses de
fundación.

Aquellas decenas de ejemplares, que se distribuyeron de mano en mano
entre vecinos, amigos y miembros del Partido, se agotaron rápidamente.
También fueron enviados a las embajadas y a las agencias de prensa
acreditadas en Cuba por entonces. Cuando se procedía a la confección del
tercer número la policía política irrumpió de madrugada en el
apartamento de la familia González González, y todos fueron detenidos y
condenados a prisión por el supuesto delito de propaganda enemiga. Tanto
Lidia como su esposo y su hijo de 23 años permanecieron en distintas
instituciones penitenciarias por espacio de un año. Un mes más tarde
también fue detenido y condenado el doctor Martínez Lara.

Era evidente que el régimen no toleraría organizaciones opositoras, por
muy pacíficas que éstas fueran, y tampoco publicaciones libres, a pesar
de que en su corta etapa insurreccional contó con revistas y boletines
mimeografiados, y hasta con una emisora de radio en plena dictadura de
Batista.

Para orgullo del Partido Pro Derechos Humanos de Cuba, posiblemente la
organización más nutrida de todas las que perduran pese a las
instituciones represivas del país, hoy los cubanos cuentan con una
prensa independiente compuesta por más de cien comunicadores que laboran
en todas las provincias para dar a conocer al mundo lo que ocurre en Cuba.

Somos, ya lo dice el tiempo transcurrido, fieles representantes de
aquéllos que fueron torturados, encarcelados y desterrados, y también de
los que hoy sufren prisión, como Héctor Maseda, Adolfo Fernández Saínz,
Víctor Rolando Arroyo, Ricardo González Alfonso, Miguel Galbán, Julio
César Gálvez, Oscar Mario González y muchos otros, por el delito de
escribir francamente, por esgrimir como bandera ese pensamiento martiano
que dice: "El animal anda en manada, el hombre con su pensamiento libre".

http://www.cubanet.org/CNews/y06/feb06/27a10.htm

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