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Saturday, December 31, 2005

La huella del 2005 en Cuba y el exilio

Posted on Fri, Dec. 30, 2005

La huella del 2005 en Cuba y el exilio

WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

Una escalada incontrolable de la emigración, pérdidas por más de $2,000 millones tras el paso de dos catastróficos huracanes, el reforzamiento de los controles estatales en la conducción del país y una embestida gubernamental contra la disidencia interna, marcaron las huellas más notables del 2005 en Cuba.
La revolución que llevó al poder a Fidel Castro en 1959 arriba a su 47 aniversario con un rosario de promesas populares incumplidas y los índices de emigración más altos de toda su historia, a pesar de que las estadísticas oficiales aseguran que la economía cubana creció un inusitado 11.8 por ciento.
El año que termina dejó cifras de emigración ilegal desde la isla sólo comparables con el éxodo de los balseros de 1994 y la estampida del Mariel en 1980. El Servicio Guardacostas de Estados Unidos interceptó en alta mar 2,866 inmigrantes cubanos, mientras que más de 2,000 lograron pisar territorio estadounidense.
Los datos de la Patrulla Fronteriza indican que en el período fiscal que concluyó el pasado septiembre, lograron arribar 2,530 cubanos a las costas de la Florida y 7,610 lo hicieron por las fronteras de México y Canadá, ambas cifras un récord para la década. La tendencia creciente se reafirma en los últimos tres meses: 714 han logrado pisar tierra firme, en su mayoría favorecidos por operaciones de contrabando humano.
Si se agregan los más de 2,400 cubanos retenidos en México como potenciales viajeros a EEUU, y cerca de 300 que viajaron a Honduras usando la llamada ''ruta sur'', las perspectivas de controlar la diáspora del pueblo cubano se vislumbran irrealizables a corto plazo.
Junto a los efectos de una cruenta sequía, la población tuvo que enfrentarse al paso devastador de los huracanes Dennis y Wilma, que dejaron pérdidas oficialmente fijadas en los $2,104 millones, con miles de casas derrumbadas total o parcialmente, y cuantiosas afectaciones en centros turísticos, cultivos y cría de animales.
La industria azucarera fue declarada virtualmente muerta por Castro al reconocer que la zafra de 1.3 millones de toneladas fue la peor desde 1908, cuando la producción alcanzó las 900,000 toneladas. ''El azúcar no volverá más a este país, pertenece al tiempo de la esclavitud'', aseveró el gobernante al analizar la escuálida zafra, realizada con apenas 56 centrales azucareros. Los planes gubernamentales anunciados en septiembre apuntan a cerrar más centrales y convertirlos en plantas procesadoras de alimentos.
Entusiasmado por los altos precios del níquel, los acuerdos firmados con China y el monumental respaldo del petróleo venezolano, el gobierno cubano decidió continuar el desmantelamiento de las tímidas reformas económicas que sirvieron de paliativo a la crisis general de los años 90.
Castro proclamó la ''liberación monetaria'' del dólar y dispuso por decreto dos reevaluaciones del peso convertible, a la vez que implementó aumentos en los salarios, pensiones y beneficios de la seguridad social para 1.5 millones de ciudadanos, pero en pesos cubanos.
Mientras, un nuevo decreto del Ministerio de Turismo reguló las relaciones para los más de 100,000 trabajadores de ese sector con el ''personal extranjero'', y la centralización monetaria entraba en vigor, imponiéndole a las empresas la autoridad de un Comité de Aprobaciones para los gastos en moneda convertible.
Era sólo el preludio de la campaña contra la corrupción desatada por Castro el pasado octubre, cuando miles de trabajadores sociales tomaron las riendas de la venta de gasolina a lo largo del país.
Los reforzamientos estatales en la esfera económica vinieron acompañados de nuevos oleajes propagandísticos, con promesas de distribución de ollas arroceras y bombillos fluorecentes para detener el despilfarro de energía.
El niño Elián González, convertido en ícono de los triunfos revolucionarios, pronunció su primer discurso en la Tribuna Antimperialista en La Habana, luego publicado en el diario Granma.
El diferendo con Estados Unidos escaló nuevos peldaños de controversia, con el caso del activista anticastrista Luis Posada Carriles como foco de las denuncias contra Washington por su ''doble rasero'' contra el terrorismo. Posada Carriles, que entró ilegalmente a Estados Unidos en marzo, fue arrestado en Miami y procesado por un tribunal de inmigración, el cual aplazó su deportación apelando a la Convención Internacional contra la Tortura. Permanece detenido en una prisión de El Paso, Texas.
En noviembre, el principal benefactor de Posada, el empresario Santiago Alvarez, fue detenido junto a un cercano colaborador, Osvaldo Mitat, y ambos acusados de posesión ilegal de armas, sin derecho a fianza.
Un nuevo jefe de la Oficina de Intereses de EEUU en La Habana, Michael Parmly, sustituye a James Cason, fuertemente atacado por el régimen. Tras calificar su comportamiento inicial de ''respetuoso'', Castro lo llama ``bandidito''.
La oposición interna dio muestras de recuperación y tenacidad al celebrar el 20 de Mayo un histórico congreso en un escenario público, organizado por la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba. El gobierno no reprime el cónclave, pero en julio lanza su furia contra manifestaciones disidentes en plena calle, apelando a los mítines de repudio como método de coacción a la inconformidad social.
Quince disidentes siguen arrestados, entre ellos el conocido abogado René Gómez Manzano, bajo amenaza de ser juzgados con la Ley 88 o ley mordaza, de 1990.
Pero el mayor triunfo del movimiento de derechos humanos en Cuba pertenece a las Damas de Blanco, agrupación proamnistía que se hizo merecedora del Premio Sajarov del Parlamento Europeo en el 2005.
Del Grupo de los 75, los periodistas Raúl Rivero y Manuel Vázquez Portal logran salir al exilio tras ser excarcelados por motivos de salud.
Robert Menéndez, el representante demócrata por Nueva Jersey, hace historia al convertirse en el segundo cubanoamericano que llega al Senado de Estados Unidos. Mel Martínez fue el primero, tras resultar triunfador en las elecciones de noviembre del 2004.
El año deja dos inmensas pérdidas en el mundo cultural del exilio: el escritor Guillermo Cabrera Infante, fallecido en febrero en Londres a los 75 años, y el bailarín Fernando Bujones, que murió en noviembre en Miami a los 50 años.
wcancio@elnuevoherald.com
 

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