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Thursday, December 01, 2005

Colapso de un refrigerador nuevo

Noviembre 30, 2005

Colapso de un refrigerador nuevo

Reinaldo Cosano Alén, Lux Info Press

LA HABANA, Cuba - Noviembre (www.cubanet.org) - "Ni refrigerador, ni escaparate, ¡no sé qué hacer con este armatoste en la cocina!", exclamó desconsolada Gema Romero Iparraguirre, residente en Guanabo, Habana del Este.

La profesora Romero compró un refrigerador fabricado en Cuba al enorme costo de 436 dólares con 80 centavos, equivalentes a unos 11,356 pesos, garantía por tres años y documento que expone: "Certifico que este producto ha sido aceptado como producto (sic) conforme pasando todas las pruebas funcionales o estéticas establecidas según las instituciones de trabajo. Certificado en Santa Clara, 26/04/01".

A principios del presente año el refrigerador familiar dejó de funcionar sin haber recibido daño. Gema acudió al establecimiento de compra con el certificado de garantía en mano, inicio de un largo peregrinaje de reclamación por distintas entidades del circuito comercial estatal, en reclamo de reparación, reposición o devolución de su dinero.

Un gerente comercial dijo a Romero que ya no era posible la reposición del refrigerador porque había dejado de producirse ese modelo. Era una empresa de capital mixto cubano-italiano, y la parte extranjera se había retirado. Tampoco podían devolverle su dinero.

"Entonces pregunté por la posibilidad de reparación. Me respondió que una solución podría ser cambiar el motocompresor y todo el sistema de circulación de gas, incluido el congelador, y suministrarle gas refrigerante. Frente a esta única disyuntiva -¿disyuntiva?- acepté proceder a la reparación. Pero, ¡cuál no sería mi sorpresa cuando el gerente me dijo que ellos no hacían esa reparación y que tenía que buscarme a alguien que la hiciera".

Aclaró el funcionario que la empresa italiana, al retirarse, se llevó su tecnología, incluido el motor, que no funciona sin el gas refrigerante de los italianos. En fin, que sólo podría utilizar el casco del equipo.

La inversión sería tan costosa como comprar un nuevo refrigerador, lo que no está a su alcance. Por eso Gema pregunta qué hacer con el armatoste que tiene en su cocina sin utilidad como nevera, pero tampoco útil como armario, que tampoco necesita.

La ONU reconoció en 1985 los derechos del consumidor a:

- La satisfacción de necesidades básica
- La seguridad
- A escoger
- A ser escuchado
- A la reparación
- A la educación del consumidor sobre su compra
- A un medio ambiente sano

Las propias legislaciones cubanas se comprometen a ofrecer protección al consumidor sobre calidad, características, composición y posibles riesgos de los productos. Contra la mala calidad y la publicidad falsa o engañosa, o información equivocada y reparación integral, oportuna y adecuada por daños y prejuicios, de no cumplirse lo prometido por el proveedor.

Romero Iparraguirre se considera totalmente desprotegida en su compra; engañada, timada. "Es como si a mi refrigerador le hubiera dado un colapso de repente y ¡ya se murió! ¡A enterrarlo!", dice Gema con un profundo lamento.

LUX INFO-PRESS
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http://cubanet.org/sindical/news/y05/11300501.html

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