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Saturday, November 26, 2005

Los Derechos de la Mujer en Cuba y Brasil: una comparacion necesaria

Los Derechos de la Mujer en Cuba y Brasil: una comparación necesaria

2005-11-25

Por Michelle Fuser.
Corresponsal de Cuba Nuestra en Brasil

"Ciudadanos: La mujer cubana en el rincón oscuro y tranquilo del hogar esperaba paciente y resignada esta hora sublime, en que una Revolución justa rompe el yugo y le desata las alas. Cuando llegue el momento de libertar a la mujer, el cubano, que ha echado abajo la esclavitud del color, consagrara también su alma generosa a la conquista de los derechos de la que es hoy en la guerra su hermana de caridad, abnegada, que mañana será, como fue ayer, su compañera ejemplar." 
 Ana Betancourt – 1832-1901

La participación de la mujer cubana en su historia siempre fue activa. Fueron ellas las que se ganaron que en 1917, el presidente de la República  Gral. Mario García Manocal, promulgara leyes a favor de las mujeres en forma de reconocimiento por su lucha por la independencia. La ley del Sufragio en 1934 permitió la mujer elegir y ser elegida.

Las mujeres en Cuba y Brasil siguen siendo participativas en sus sociedades pero la cuestión ahora es: ¿Cómo están los derechos de la mujer en esos países? Sabemos que los sistemas de gobierno son distintos. Brasil ya había pasado los muchos años de militarismo antes de las elecciones directas en 1985 y Cuba desde la revolución en 1959 pasa por un “Socialismo” en que habla mucho sobre la defensa de los Derechos Humanos y libertades fundamentales.
Sea una República Federativa o un país Socialista los derechos de la mujer son violados y eso no se trata apenas de la mujer latino americana, los derechos humanos son violados en todo el mundo.
Cuba, sólo un ejemplo, fue en la práctica un país ateo desde 1961 hasta 1992. ¿La Religión nos es un derecho? El sistema impuso restricciones estrictas en la expresión religiosa, y sabemos que no solo en esa, sino en todas las expresiones que desagraden el sistema.
Las leyes vienen siendo enmascaradas con una falsa legalidad que no existe,  o  mejor aún,  existe por que es otorgadas por su propio dictador. Los propagandistas hablan  de que desde la revolución la mujer dejó sus cargos de domésticas y meseras de bares para su incorporación como fuerza laboral en trabajos dignos y más  productivos. Cuba tiene un Programa Nacional de Atención Materno Infantil, Programa de Hospital del Amigo del Niño y de la Madre, Programa de Educación Sexual y tantos otros que agudizan la imaginación de los propagandistas del sistema de gobierno.
Lo que falta en Cuba es un Programa de Asistencia para las familias de presos políticos, un Programa de Ayuda a los Hijos y Mujeres que perdieron sus maridos y padres en el paredón de fusilamiento o que hoy sufren largas penas de prisión, como es el caso de las Damas de Blanco, galardonadas por el Parlamento Europeo con el premio Sájarov 2005.
En ese país no existe simplemente el respeto a los Derechos Humanos, el régimen totalitario viola todos, cada artículo es violado día tras día. Existe sí una cruel distinción, un “apartheid” latino americano, entre cubanas y extranjeras, negando a esas mujeres y a todo los ciudadanos acceso a lugares y atracciones reservadas para los turistas y representantes del sistema.
Hablando sobre los Programas citados anteriormente, fruto de la propaganda Castrista, existe buena medicina en Cuba, para los extranjeros y la elite del partido  por que las mujeres enfrentan hospitales sin equipos y farmacias vacías. La medicina esta destinada a generar moneda extranjera haciendo existir dos tipos de medicina en Cuba, una para el pueblo y otra para el turista. En cuanto al Programa  de Educación Sexual, vale la pena recordar el caso de un médico que fue condenado a 25 años de prisión por denunciar el uso del método “Rivanol” para que las mujeres cubanas abortaran en avanzado estado de gestación.

Muchas madres enviaron sus hijos a otros países para salvarlos del horror de crecer bajo a ese sistema y quizá jamás volverán a verlos. El Código de la Niñez y de la Juventud en Cuba contienen numerosos artículos sobre la importancia de la formación marxista-leninista de los niños y la necesidad de que el Estado proteja a los niños contra “toda influencia contraria a la formación comunista”.
 En cuanto a la mujer incorporada a la fuerza laboral podemos decir que lo que existe es su participación en  la explotación del trabajador. Los salarios son fijos, el régimen recibe en dólares de las compañías y empresas extranjeras pero paga en pesos cubanos, confiscando hasta 95% del salario real. Siendo una mujer sola y con hijos, el sostener  a una familia se  le hace más y más difícil. Tampoco se permiten huelgas y no existen sindicatos libres independientes ni derechos laborales reales.
Otro problema social y que afecta los derechos de la mujer es la falta de oportunidad y reconocimiento que genera en muchas sociedades la prostitución. Si la propaganda castrista ha convencido al mundo de que Cuba era el prostíbulo de los americanos en 1958, todas las evidencias que existen en estos momentos – evidentes en las calles de La Habana  – indican que hoy Cuba es el prostíbulo del Mundo. Las mujeres tienen su profesión pero muchas veces debido las dificultades son obligadas a ofertarse en el mercado sexual para mejorar su nivel  de vida.
El propio Comandante lo ha repetido varias veces: “Si aquí hay prostitución, entonces, sépase que es la prostitución más educada y saludable del mundo”. ¿Cómo puede haber desarrollo en un país que oprime y trata con tácticas de horror su propio pueblo?
Prostitución existe en todas partes,  mi país es conocido entre tantas cosas como el de mayor turismo sexual de la América Latina. No son mujeres hechas y si niñas de 10, 12 años (aunque también se ha hablado de prostitución infantil en Cuba), a esas niñas con certidumbre, les gustaría estar en la escuela pero en Brasil la lucha de las mujeres es mucho más social que política, nos sobra democracia, nos oprime la corrupción y falta de oportunidad.
No sólo la prostituición. Lo que más miedo da  a la mujer brasileña es la violencia, esa es la mayor trasgresión de los Derechos de la mujer. La violencia, una marca que se queda para toda la vida, sea física, sea abuso sexual, la tortura que se da incluso en el ámbito institucional. También sufre mucho por la falta de condiciones básicas de tratamiento para enfermedades o embarazo.
En Brasil el aborto es permitido apenas en dos casos, si la mujer puede perder la vida o en caso de estupro conforme el artículo 128 del Código Penal Brasileño. Muchas mueren en manos de gente incompetente y en lugares clandestinos, por que no saben de sus derechos y por que los órganos competentes no buscan alertar y informar esas mujeres. Ninguna mujer quiere abortar pero si fuera necesario,  los organismos públicos deberían  estar preparados para darle seguridad legal y psicológica. Una mujer que esté embarazada de un feto sin cerebro no tiene derecho al aborto, aunque tenga la certidumbre que ese embarazo no va darle otra cosa que desesperación. En Cuba en casos como ese el aborto es permitido, así como en algunos países de la Europa.

Conforme la Sociedad Mundial de Victimología ( Holanda), después de una pesquisa en 54 países, se sabe que el  23% de las mujeres en Brasil están sujetas a violencia doméstica, cada 4 minutos, una mujer es agredida por alguien con quién mantiene una relación intima. Los registros en las delegaciones muestran que un 70% de la violencia ocurre dentro de casa y Brasil es el país que más sufre con la violencia domestica, perdemos cerca de 10,5% de su PIB por ese grave problema. Lamentablemente no existen estadísticas sobre la violencia de genero en Cuba, por lo que resulta difícil comparar la situación de la isla con la de Brasil en este aspecto.
Conforme La Organización de las Naciones Unidas – ONU - los Derechos de la mujer son: Derecho a la Vida; Derecho a la libertad y seguridad personal; Derecho a la igualdad y a estar libre de todas las formas de discriminación; Derecho a la libertad de pensamiento; Derecho a información  y la educación; Derecho a privacidad; Derecho a la salud y la protección de esa; Derecho a construir una relación y planeamiento familiar; Derecho a decidir tener o no hijos y cuando tener los; Derecho al beneficio de lo progreso científico;  Derecho a la libertad de reunión y participación política; Derecho a no ser sometida a torturas e malos tratos.
Tanto en Cuba y Brasil sabemos que los Derechos de la Mujer está la fuerza para impedirlo; en cuanto cada una de nosotras tenga voz será  necesario gritar al mundo nuestros problemas, lo que pasa de equivocado dentro de nuestros países;  no la falsa propaganda que tratan de vender para los países extranjeros.
Hermanas cubanas y brasileñas diseminadas por todo el mundo;  es preciso promover y apoyar investigaciones sobre ese tema; promover acciones jurídicas y buscar apoyo legal para matar el problema en su raíz. Y jamás callarse delante de una situación de abuso contra la mujer, no somos el sexo débil, tenemos fuerza y voz.  Unios pues en esta lucha, no contra el hombre, sino junto a él.

http://www.cubanuestra.nu/web/article.asp?artID=2996
 

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