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Wednesday, May 03, 2017

Un cubo de agua fría para los optimistas

Un cubo de agua fría para los optimistas
Para el CPJ, pareciera que la libertad de prensa estuviese a la vuelta
de la esquina, y avanzáramos a toda máquina hacia ella
Miércoles, mayo 3, 2017 | Luis Cino Álvarez

LA HABANA, Cuba.- Rebosantes de optimismo son los dos últimos informes
sobre Cuba del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus
siglas en inglés). Es como si la libertad de prensa estuviese a la
vuelta de la esquina, y avanzáramos a toda máquina hacia ella, sin
demasiados obstáculos de consideración, y con el beneplácito -o al menos
la tolerancia- de la dictadura.

En el informe emitido en septiembre del pasado año se aseguraba que en
Cuba se daban "lentos pasos hacia la libertad de prensa". En el más
reciente, de hace solo unos días, firmado por Carlos Lauría, coordinador
para las Américas del CPJ, se afirma que "el férreo control del
gobierno sobre la prensa ha mermado" y que hay "un mayor dinamismo".

Ese dinamismo el CPJ lo atribuye a que "hay un número cada vez mayor de
sitios web noticiosos que contienen investigaciones periodísticas y
opiniones noticiosas, y una innovadora generación de periodistas
independientes que son críticos de las ideas socialistas y, no obstante,
las siguen apoyando".

No chocar frontalmente al régimen, criticar suave y con discreción,
seguir dentro de la revolución, afirmando en todo momento que son
socialistas, pese a los pisotones y las reprimendas, esa es
precisamente, la innovación de esa generación de periodistas y blogueros
—como los de La Joven Cuba, Periodismo de Barrio y El Toque—, que tanto
ilusiona y entusiasma al CPJ, al extremo de considerarlos periodistas
independientes, en sustitución de los que lo somos de verdad, al duro y
sin guante, sin medias tintas, desde los años 90, cuando ni siquiera
nos era posible conectarnos a Internet para enviar nuestros trabajos al
exterior. A esos, a los periodistas verdaderamente independientes, el
CPJ, como si le molestáramos, como si sobrásemos en su ecuación, nos
califica, sin apenas ocultar el disgusto, de "estridentes".

Ahora resulta que para el CPJ, los que han levantado el techo de las
prohibiciones y hecho posible la actual proliferación de sitios web más
o menos independientes del control estatal no son los periodistas
independientes que desde los años 90 ejercen su trabajo a pesar de la
represión y el acoso de la policía política —recordemos que fueron más
de 20 los periodistas encarcelados en la ola represiva de la primavera
de 2003— sino los recién graduados de Periodismo, los documentalistas y
los blogueros en favor de revolución. Según el CPJ, son ellos los que
"están abriendo nuevos espacios para la libertad de expresión y el
periodismo emprendedor que hasta hace unos años parecían intocables".

¡Manda 'aquello' esto!, se siente tentado uno de exclamar. Pero para no
seguir con la estridencia y que luego no digan, vamos a hablar de las
represalias que han sufrido esos innovadores y revolucionarios blogueros
y periodistas en estos tiempos de renovado atrincheramiento
gubernamental que el CPJ no parece percibir.

Elaine Díaz y varios de sus compañeros de Periodismo de Barrio fueron
arrestados en septiembre del pasado año por intentar reportar en Baracoa
sobre los daños del huracán que azotó la región más oriental de Cuba. A
los periodistas oficialistas les han apretado las tuercas y les han
leído la cartilla para que se midan con lo que escriben en sus blogs y
ni se les ocurra escribir en sitios extranjeros, aun tan incoloros como
OnCuba, y para que vean que la cosa va en serio, varios han sido
despedidos de sus trabajos. ¡Y así percibe el CPJ un envalentonamiento
en la prensa estatal!

Si eso es así con los periodistas oficialistas y los blogueros
semioficialistas (los llamo así por su perseverancia cuasi masoquista en
seguir dentro de la revolución), ya pueden suponer cómo será con los
periodistas independientes, quiero decir, con los más críticos, los
abiertamente opositores, "los estridentes", como los califica el CPJ.

Lauría y el CPJ objetarán que no están ajenos a esos inconvenientes en
el ejercicio de la profesión. Dirán que en el informe se admite que "las
detenciones y citaciones siguen siendo comunes".

El informe del CPJ no habla, entre otros atropellos, de la confiscación
arbitraria y sistemática de sus medios de trabajo que sufren
frecuentemente los periodistas a manos de la policía política. Ha
sucedido recientemente, por citar solo unos casos, a Rosa Avilés,
Enrique Díaz, Vladimir Turró y a varios reporteros del ICLEP.

Tampoco dice el informe del CPJ que ahora además, de la posibilidad de
que los encarcelen por peligrosidad social pre-delictiva, los
periodistas pueden ser encausados por "usurpación de capacidad legal",
como amenazan que harán con Sol García Basulto y Henry Constantín. Y
pronto habrá más acusados, no lo duden. Seguramente, de los más
estridentes, eso que no les consta al CPJ que sufren tanta represión
como dicen.

Por suerte, todavía hay quienes no son tan optimistas como el CPJ y se
preocupan por los periodistas independientes cubanos. Es el caso de
Reporteros sin Fronteras, que en en franca contradicción con los
augurios favorables del CPJ, sigue teniendo a Cuba como el peor país del
continente americano en cuanto a libertad de prensa.

Hoy 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa.
Felicidades a todos los colegas. Ojala que el próximo año, por esta
fecha, el CPJ pueda demostrar que no se equivocaba con su optimismo y
los periodistas cubanos, todos, sin excepciones, tengamos avances
significativos que celebrar.

luicino2012@gmail.com

Source: Un cubo de agua fría para los optimistas CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/un-cubo-de-agua-fria-los-optimistas/

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