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Sunday, March 19, 2017

A un año de la visita de Obama, los cubanos se sienten desilusionados con su legado

A un año de la visita de Obama, los cubanos se sienten desilusionados
con su legado
LUZ ESCOBAR , La Habana | Marzo 19, 2017

Llovía cuando el avión presidencial estadounidense tocó tierra en el
aeropuerto de La Habana. El pasado 20 de marzo Barack Obama comenzó una
histórica visita a la Isla que despertó esperanzas y cuestionamientos.
Un año después de aquel viaje, los cubanos pasan balance de lo ocurrido
y, especialmente, de lo no ocurrido.

El inquilino de la Casa Blanca levantó oleadas de entusiasmo durante su
paso por las calles habaneras. En paralelo a su agenda oficial conversó
con jóvenes emprendedores, formó parte de un programa humorístico,
visitó una paladar y se reunió con representantes de la sociedad civil.
Fueron días intensos durante los cuales las ilusiones populares
alcanzaron récords históricos.

Sin embargo, la decisión de Obama de eliminar la política de pies secos/
pies mojados antes de terminar su mandato en enero pasado desplomó esa
simpatía. Ahora, al indagar sobre su legado en las calles cubanas la
mayoría de las respuestas se enfocan hacia la crítica, el resentimiento
o la sensación de traición.

"Perdí mi vida", cuenta a 14ymedio Luis Pedroso, sonidista de profesión
y quien vendió todas sus propiedades para sufragar un viaje ilegal hacia
Estados Unidos. Salió de Cuba hacia República Dominicana, después
atravesó México y llegó a la frontera en Nuevo Laredo justo el 12 de
enero, cuando dejó de estar vigente la política migratoria que
beneficiaba a los cubanos.

"¿Para qué hizo eso?" cuestiona Pedroso la actuación del mandatario
demócrata. "Los cubanos le entregamos el corazón y nos traicionó",
asegura. El hombre duerme en el sofá de la casa de su hermana a la
espera de "volver a hacer dinero para salir". Cree que "Trump es menos
simpático" pero quizás, "salga más leal".

Los meses que siguieron a la visita presidencial la emigración de
cubanos hacia Estados Unidos mantuvo su tendencia creciente. Más de
50.000 nacionales ingresaron en territorio norteamericano durante el año
fiscal 2016, según la Oficina de Operaciones en el Terreno del Servicio
de Aduanas y Protección de Fronteras.

Norma, trabaja como vendedora en una cafetería privada en el Barrio
Chino. Recuerda que en los días en que Obama estuvo en la Isla "la gente
andaba como loca de aquí para allá para tratar de verlo". Ella estuvo
entre los cientos de personas que se aglomeraron a lo largo del Paseo
del Prado cuando se corrió la voz de que La Bestia pasaría por ahí con
la familia presidencial.

La mujer se ilusionó especialmente con los beneficios económicos que
podría dejar el viaje. "Parecía que todo se iba a arreglar y que los
trabajadores por cuenta propia íbamos a poder importar y traer productos
desde allá", reflexiona. Pero, "todo sigue trabado", resume.

La emprendedora quisiera poder traer desde EE UU "una máquina para hacer
helados" y "pedir un crédito o encontrar a algún inversionista que
quiera poner dinero en un negocio pequeño". Sin embargo, las
restricciones aduaneras que impone la parte cubana dificultan la
importación comercial y desde Estados Unidos tampoco es un camino de
rosas enviar insumos a la Isla.

En el campo tampoco se han cumplido las expectativas. Luis García,
agricultor dedicado a la siembra de arroz en las afueras de la ciudad de
Cienfuegos cree que "todo se ha demorado mucho". Las flexibilizaciones
implementadas por Obama desde el comienzo del deshielo diplomático se
encaminaron fundamentalmente hacia el sector privado y agrícola, pero
"los beneficios no se notan", sentencia el campesino.

El cienfueguero sigue arando la tierra con una vieja yunta de bueyes y
recuerda que "se habló mucho de que llegarían "recursos, tractores y
semillas, pero todo sigue igual". No obstante cree que "Obama ha sido el
mejor presidente de Estados Unidos que nos ha tocado, un hombre
íntegro", apunta.

Los activistas que conversaron con Obama en en aquella ocasión y a
puertas cerradas también hacen balance tras doce meses.

Para Dagoberto Valdés, director de la revista independiente Convivencia
el resultado principal del viaje ha sido "demostrar que el enemigo que
esgrime en su narrativa el Gobierno cubano estaba dispuesto a ofrecer
una rosa blanca", tal y como mencionó en su discurso del Gran Teatro de
La Habana.

La alocución, transmitida en vivo, es considerada por muchos como "lo
mejor de la visita", apunta Valdés, quien reconoce que "un año después,
desgraciadamente, la situación en Cuba ha empeorado". Enumera un aumento
en la represión, los ataques a Estados Unidos en el discurso oficial,
que sigue siendo de "trinchera y enfrentamiento".

El opositor Manuel Cuesta Morúa también estuvo en aquella mesa en la
Embajada de Estados Unidos en La Habana. Apunta que tras la llegada del
demócrata se enfatizó "la consciencia de que nuestros problemas son
nuestros problemas, no de Estados Unidos". Obama ayudó a restar "tensión
histórica" entre "democracia y nacionalismo".

Por su parte, la opositora Martha Beatriz que estaba de viaje cuando la
histórica visita, considera que se resume a "ninguno" el impacto
provocado por el viaje de Obama. Mientras "dejó a todo el mundo lleno de
esperanzas", por el contrario "lo que hizo fue ya al final cerrar la
posibilidad de la política de pies secos/ pies mojados".

La exprisionera de la Primavera Negra considera que la visita "no es
algo que se recuerde con agrado en estos momentos". Cuando sucedió "todo
el mundo estaba contentísimo y lleno de esperanzas, pero pasado un año
se ve diferente totalmente", puntualiza.

La columnista Miriam Celaya considera que más allá de "estar a favor o
en contra" de la actuación de Obama hacia la Isla "hay una cosa
innegable y es que marcó la política cubana de estos últimos cincuenta
años como ningún otro presidente norteamericano".

Celaya opina que el demócrata "acabó con la excepcionalidad" del tema
cubano "al quitarle al Gobierno el enemigo externo". Una situación que
ha colocado a la Plaza de la Revolución en "la obligación de rendir
cuentas". "Quitar la política de pies secos/ pies mojados", también
contribuyó a terminar con "la excepcionalidad migratoria de los cubanos
en los Estados Unidos".

"Cualquier política que tracen los políticos de Estados Unidos hacia
Cuba mientras dure este sistema, tendrá como referencia obligatoria ese
parteaguas que hizo Obama", apunta la periodista independiente.

Celaya considera que la población se hizo "unas expectativas tremendas
que ahora están completamente desinfladas".

"Muchos ven a Obama como el amado y el odiado" una actitud que vuelve a
colocar "las soluciones en Estados Unidos, como si tuvieran que venir
desde fuera", dice.

El líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), José Daniel Ferrer,
cree que Obama "hizo todo lo posible por ayudar al pueblo a salir de la
profunda crisis en la que el castrismo nos ha sumido", pero "el régimen
cerró todas las puertas".

El presidente saliente instó a Raúl Castro "a abrirse a su pueblo, a
permitir que el pueblo recupere los espacios" pero en lugar de eso, las
autoridades se mantienen "en su vieja postura de controlarlo todo y no
hacer nada que ponga en peligro el control total que tienen sobre la
sociedad".

"¿Qué bolá, Cuba?" tuiteó Obama cuando su avión estaba a punto de tocar
tierra cubana. Hoy, escuchar esa pregunta genera más inquietudes que
certezas.

Source: A un año de la visita de Obama, los cubanos se sienten
desilusionados con su legado -
http://www.14ymedio.com/nacional/Obama-cubanos-sienten-desilusionados-legado-Cuba_0_2183781605.html

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