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Thursday, November 17, 2016

Qué podría significar la presidencia de Donald Trump para Cuba

Qué podría significar la presidencia de Donald Trump para Cuba
Por FRANCES ROBLES 16 de noviembre de 2016

MIAMI, Florida – Para Chad Olin parecía la oportunidad perfecta: las
décadas de animadversión entre Estados Unidos y Cuba se desmoronaban,
abriendo por fin una frontera en el Caribe para los estadounidenses
con dólares.

Olin, un graduado de la Escuela de Negocios de Harvard, de 30 años, dejó
su carrera en patrimonios privados para incursionar en el mercado
turístico de Cuba. Inició una empresa que organiza viajes legales a Cuba
para millennials: un negocio que se hizo posible porque el presidente
Obama amplió los viajes a la isla y extendió las licencias para que los
estadounidenses hagan negocios en la isla.

¿Y ahora qué?, se pregunta Olin.

Durante su campaña, el presidente electo Donald Trump prometió dar
marcha atrás a la distensión hacia Cuba, arremetiendo contra las
"concesiones" hechas a su gobierno comunista y sugiriendo la posibilidad
de que una de las iniciativas de política exterior más distintivas de
Obama pudiera derrumbarse.

"Sigo tratando de pensar en lo que esto significa para el negocio al que
le dediqué los dos últimos años, construyendo algo que sería perfecto en
un mercado abierto", dijo Olin desde Miami. "Si regresamos a como eran
las cosas antes, no sé si seguiré teniendo un negocio. Es un gran golpe".

Cientos de miles de personas han aprovechado la decisión de Obama de
ampliar los permisos para los viajes y disminuir otras restricciones
relativas a Cuba. Ahora hay más estadounidenses y migrantes cubanos que
viajan a la isla, con lo que han ayudado a que la cantidad de visitantes
extranjeros en el país haya aumentado casi un 12 por ciento en la
primera mitad de 2016, según informó este mes el gobierno cubano.

Más cubanos reciben paquetes y transferencias de dinero. Hay un Four
Points Sheraton en La Habana, y tres hoteles más están por abrir. Airbnb
renta habitaciones privadas, y American Airlines está por comenzar sus
vuelos directos a la Habana.

Para ellos (como para Olin) la pregunta crucial sigue siendo si Trump,
un magnate de los bienes raíces y desarrollador hotelero, será en el
fondo un hombre de negocios que permitirá que las medidas de Obama sigan
adelante, o si mantendrá la promesa que hizo a un importante sector de
votantes del sur de Florida y dé marcha atrás a todo, desde las
relaciones diplomáticas hasta el ron y los puros ilimitados que Obama
recientemente permitió que lleguen desde Cuba.

Una movida así por parte de Trump subrayaría la naturaleza cambiante de
las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, que durante mucho tiempo han
dependido de quien ocupe la Oficina Oval.

"Muchos grupos importantes de inversionistas europeos me han pedido que
lleve la 'Magia de Trump' a Cuba", escribió Trump en un editorial de
1999 en el Miami Herald, que apoyaba el embargo comercial contra Cuba.

"Mi inversión en Cuba subsidiaría directamente la opresión del pueblo
cubano", dijo entonces. "Pero primero pierdo esos millones que el
respeto por mí mismo".

En otras ocasiones Trump ha sido un tanto impreciso frente al asunto.
Durante las primarias, una y otra vez dijo que pensaba que retomar las
relaciones diplomáticas con Cuba estaba "bien", pero añadió que los
estadounidenses y los cubanos no obtenían lo suficiente a cambio de ello.

Sin embargo, conforme las elecciones se acercaban, Trump fue siendo
menos equívoco.

En marzo, dijo a CNN que "probablemente" mantendría las relaciones
diplomáticas con Cuba, pero que querría "mucho mejores tratos de los que
hemos hecho".

Luego, este otoño, Trump adoptó una postura más dura.

"Todas las concesiones que Barack Obama ha otorgado al régimen de Castro
fueron por orden ejecutiva, lo que significa que el próximo presidente
puede revertirlas, y es lo que haré a menos que el régimen de Castro
satisfaga nuestras demandas", afirmó Trump en un evento de campaña en
Miami. "No mis demandas. Nuestras demandas".

Su vicepresidente electo, el gobernador de Indiana, Mike Pence, reafirmó
esa aseveración en Twitter, al señalar que Trump repelería las órdenes
ejecutivas de Obama a menos que haya "verdadera libertad política y
religiosa".

Cuando un reportero le preguntó si sus comentarios significaban que
rompería las relaciones diplomáticas con Cuba, Trump sugirió que podría
hacerlo, y señaló que quizá no nombraría a un embajador para Cuba.

"El acuerdo que firmó el presidente Obama es muy débil", afirmó. "No
obtenemos nada. Los cubanos no obtienen nada, y yo haría lo que fuera
necesario para conseguir un buen acuerdo".

Robert L. Muse, un abogado de Washington especializado en la ley de
comercio entre Estados Unidos y Cuba, dijo que Trump parecía creer que
Washington únicamente ha establecido un solo trato con Cuba, cuando en
realidad hay varios acuerdos, que van desde el correo directo hasta el
manejo de derrames petroleros.

Trump podría tomarlos uno a uno, eliminar los que le disgusten y
mantener los otros. Sin embargo, Muse dijo que el gobierno
estadounidense podría ser responsable en términos financieros si
afectara a las empresas que han actuado de buena fe.


"Rescindir el mayor margen para viajar que Obama introdujo sería lo más
trágico que Trump podría hacer, pero no creo que lo haga", sostuvo Muse.
"Ha invertido toda una vida en viajes, centros turísticos y servicios
hoteleros, y se trata de una empresa mundial. Parece ir contra el
sentido común."

¿Qué más podría hacer Trump?

Cambiar las reglas para los viajes: El turismo hacia Cuba todavía es
ilegal como parte del embargo, pero el presidente Bill Clinton fue el
primero en permitir excursiones de "persona a persona" que dejaban a los
viajeros ir si, por ejemplo, tenían propósitos educativos o religiosos.
El presidente George W. Bush las echó por tierra, y luego Obama las
amplió de manera que los viajeros ya no necesitaban un permiso especial
primero.

Con Bush, un cubano-estadounidense podía visitar Cuba una vez cada tres
años. Ahora es ilimitado.

Terminar con los viajes comerciales programados regularmente a Cuba:
Cuba y Estados Unidos acordaron permitir hasta 90 viajes redondos
diarios entre los dos países, según el Departamento de Transporte.

Southwest lanzó su servicio apenas el domingo pasado, y American
Airlines tiene programado iniciar sus vuelos a La Habana el 28 de noviembre.

"Vamos muy adelantados y no podemos especular sobre posibles cambios a
futuro", dijo Martha Pantin, una vocera de American Airlines.

Echar por tierra la política "Pies mojados, pies secos": Cuando decenas
de miles de cubanos se lanzaron al mar en 1994, Clinton cambió la
política para que cualquiera que fuera atrapado en el océano fuera
regresado. Sin embargo, decenas de miles de cubanos siguen emigrando de
todas formas a Estados Unidos, pues si tocan tierra ya pueden quedarse.
Muchos han recorrido a pie el continente americano para alcanzar la
frontera sur.

"Una de las maneras principales en que Trump considera la política
exterior es a través del asunto de la migración", dijo Phil Peters,
experto en Cuba que ahora trabaja como consultor para empresas
estadounidenses que buscan hacer negocios allá. "Cuando se trate de
Cuba, verá un país de donde viene mucha migración ilegal hacia Estados
Unidos".

Cambiar las reglas que permiten a empresas como Airbnb y Marriott
trabajar en Cuba: Puede hacerlo. Sin embargo, si es un desarrollador de
corazón, ¿lo hará?

John. S. Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial de EE.
UU.–Cuba, afirmó que en la década de los noventa la empresa de Trump lo
consultó acerca de la logística de los negocios en Cuba. Newsweek
informó que los hoteles y casinos de Trump pagaron por lo menos 68.000
dólares a una empresa de consultoría a finales de 1998 para que fuera a
Cuba en nombre de la compañía, violando el embargo comercial de Estados
Unidos.

Mauricio Claver-Carone, fundador de un comité de acción política que
apoya el embargo comercial, afirmó que Trump parecía realmente conmovido
por algunas historias de violaciones a los derechos humanos en Cuba, por
lo que "hizo un compromiso" con la comunidad cubano-estadounidense que
quizá cumpla.

Lo más seguro es que rechace las órdenes "en franca falta de
coincidencia con las leyes de EE. UU.", señaló Claver-Caron, como
permitir inversiones con empresas que dirige el ejército cubano (la
industria hotelera cubana es operada por las fuerzas armadas).

Trump también podría anular una iniciativa realizada a finales de
octubre que amplió el grupo de autoridades cubanas que pueden recibir
efectivo y realizar transacciones bancarias con estadounidenses, dijo.

El equipo de transición de Trump y sus voceros de campaña no
respondieron a una solicitud de comentarios.

Sin embargo, en Cuba muchas personas entrevistadas dijeron que los
cambios que hizo Obama no habían llegado aún a las personas. Algunas
sintieron que la expansión de oportunidades comerciales había ayudado al
gobierno de Castro, no al pueblo, por lo que en general estaban
contentos con la idea de que Trump sea presidente.

Roberto Peñalber, de 34 años, dijo que muchos cubanos se sentían
forzados a huir durante el gobierno de Obama, pues temían que
rescindiera el trato preferencial de migración para los cubanos.

"Ahora ya no tenemos que preocuparnos por eso", dijo. "Quizá Trump pueda
hacer mejores tratos que Hillary. Ella es más comunista que él. Esa
puede ser la razón por la que Estados Unidos votó por Trump".

Hannah Berkeley Cohen colaboró con este reportaje desde La Habana.

Source: Qué podría significar la presidencia de Donald Trump para Cuba –
Español -
http://www.nytimes.com/es/2016/11/16/que-podria-significar-la-presidencia-de-donald-trump-para-cuba/

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