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Sunday, September 11, 2016

Internet en Cuba sigue siendo un lujo bajo el ojo de la censura

Internet en Cuba sigue siendo un lujo bajo el ojo de la censura
Iván García, desde La Habana

La isla cuenta con más de un millón de graduados universitarios y un
nivel escolar promedio de doce grados. Pero ¿de qué sirve esto si en el
siglo XXI infinidad de cubanos desconocen las ilimitadas potencialidades
de internet?
Hace una semana, cuando Marcos, 56 años, dueño de un negocio ilegal de
juegos de apuestas, se llegó al bullicioso parque Córdova, en el barrio
de La Víbora, para chatear con un amigo que reside en Miami, sobre una
conexión audiovisual de internet, el asombro le hizo preguntarse si no
estaba soñando.

Tal vez en algún paraje extraviado de África o de la selva amazónica
existan personas que todavía se sorprendan de las posibilidades de
internet. En un planeta con tantos teléfonos móviles como habitantes, la
brecha que provocan las enormes diferencias en el acceso a novedosas
tecnologías, ha desenganchado a varias naciones del desarrollo
económico, cultural y científico.

La subutilización de la red de redes en Cuba solo es comparable con
aquellas sectas puritanas que se atrincheran en una comuna y renuncian
al transporte automotor, la televisión y los antibióticos.

El mejor capital de la Isla, según la narrativa del régimen, es el
factor humano. El país cuenta con más de un millón de graduados
universitarios y un nivel escolar promedio de doce grados. Pero ¿de qué
sirve esto si en el siglo XXI infinidad de cubanos desconocen las
ilimitadas potencialidades de internet?

Con una economía en crisis estacionaria debido a la pésima gestión
gubernamental, sin grandes recursos naturales e infraestructuras en mal
estado por falta de mantenimiento, la opción de los start-up
tecnológicos que encadenen un crecimiento turístico y un comercio
electrónico local, debieran ser una prioridad.

Pero el temor de la autocracia, que siempre ha mirado con ojeriza a
internet y supone que es un auténtico caballo de Troya diseñado por la
CIA, no solo ha puesto a la Isla a la cola de países con reducido
acceso, también está hipotecando el futuro nacional.

Emprendedores como Reinaldo, dueño de un bar-restaurante al sur de La
Habana, que después de diseñar un sitio web, sus ventas aumentaron un
25%, no son muchos en Cuba.

Han sido los propietarios privados, sobre todo los que radican en la
capital o ciudades cercanas a polos turísticos, los pioneros en utilizar
internet en algo más que una herramienta meramente informativa.

Alrededor del 90% de las empresas estatales utilizan la red de redes por
puro formalismo. Visite sus páginas y comprobará el mal uso que hacen de
internet para conseguir posibles compradores o inversionistas.

El comercio electrónico en Cuba es limitadísimo. Solo funciona de cara
al exterior. En muy pocas tiendas se ofrece un surtido de alimentos y
electrodomésticos, entre otros, que pueda ser adquirido online por
emigrados cubanos desde el extranjero.

El servicio, además, es caro, lento e ineficaz. En el mall de Carlos
III, en el corazón de La Habana, en teoría existe comercio electrónico.
"Pero el trabajo es muy deficiente. A veces demoran dos o tres semanas
en despacharte las compras", apunta Olga Lidia, cliente habitual, pues
su hija que vive en Canadá le envía mercaderías por esa vía.

Según un jefe de piso de Carlos III, la falta de transporte y "el poco
combustible que nos asignan son las causas de que las ventas por
internet marchen mal o apenas funcionen".

El uso de internet en el sistema de enseñanza nacional es
escandalosamente bajo. Las escuelas primarias, secundarias y
preuniversitarios no tienen acceso a la autopista de información.

Las universidades cuentan con salas de internet, pero las conexiones son
tan lentas que impiden desplegar todas las posibilidades de la red. Su
utilidad es bastante cuestionable.

"A cada alumno le corresponde una determinada cantidad de horas al mes.
Pero las máquinas están viejas, rotas o apenas funcionan. Un trabajo
investigativo o de clase casi nunca lo puedes hacer ahí. Por lo general,
internet se utiliza para chismear en Facebook, leer noticias deportivas
o chismes del corazón. Ni se te ocurra entrar mediante proxys a sitios
bloqueados por el gobierno como Martí Noticias, 14yMedio o Diario de
Cuba. El explote puede ser grande", dice un estudiante de ingeniería en
telecomunicaciones.

Infomed, una vasta red de intranet local para especialistas médicos,
tiene filtros para detectar el acceso a páginas que el régimen considere
contrarrevolucionaria o periódicos 'oligárquicos que forman parte de la
campaña de tergiversación contra Cuba'. Un médico expresa que "incluso
en los correos electrónicos tienes que escoger muy bien tus palabras,
pues te pueden cortar el servicio".

En los centros laborales con acceso a internet, el personal autorizado a
utilizarlo debe firmar un Código de Ética que los compromete a 'darle un
uso apropiado acorde con los principios de la revolución socialista'

"Hay que estar inventando. No se pueden abrir cuentas de correo
internacional ni enviar emails a parientes en el extranjero. Se hace,
pero si te cogen te sancionan, pierdes la estimulación en divisas del
mes y te quitan internet", dice un ingeniero de ETECSA, monopolio de las
telecomunicaciones en Cuba.

¿Qué va quedando? Pues lo rudimentario. Como utilizar 'el paquete', un
contenido audiovisual que roza la frontera de la clandestinidad; copiar
propuestas de compra/venta en los sitios Por la libre o Revolico y
luego, off line, adquirir ropa, un televisor de pantalla plana o un
teléfono inteligente.

Después de junio de 2013, con la comercialización de internet en cientos
de zonas wifi, más de un millón de usuarios se abrieron cuentas Nauta.

El costo inicial de una hora de conexión era de 4.50 pesos convertibles,
el equivalente a una semana de trabajo de un profesional. Pero en 2015
se rebajó a 2 CUC, aproximadamente el salario de tres días de un obrero
de la construcción.

Un especialista de tráfico de redes, comenta que "el 80 por ciento del
flujo de internet en Cuba es para conectarse a redes sociales; buscar
empleo en el exterior; apuntarse en sorteos internacionales para
emigrar; hablar con familiares en otros países; contactar con sitios de
compras y ventas cuyos sus servidores radican en el extranjero, o leer
prensa deportiva, sobre todo ESPN y Marca. Usar internet como medio de
investigación, para bajar libros en pdf, leer diarios internacionales y
blogs hechos en Cuba solo lo hace un 20 por ciento de los usuarios".

En cualquiera de las zonas wifi diseminadas por toda la geografía
nacional, la mayoría de las personas va a navegar solo para chatear con
amigos o parientes residentes en el exterior.

Marcos, el dueño de un negocio ilegal de juegos de apuestas, es un
convencido de que conectarse a internet en Cuba es viajar desde el
pasado al futuro mediante un clic.

Source: Internet en Cuba sigue siendo un lujo bajo el ojo de la censura
-
http://www.martinoticias.com/a/cuba-internet-sigue-siendo-lujo-censura/129714.html

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