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Sunday, August 16, 2015

Qué volá con el águila?

'¿Qué volá con el águila?'
PABLO PASCUAL MÉNDEZ PIÑA | La Habana | 20 Ene 2015 - 10:17 am.

La Oficina de Intereses de EEUU conserva la cabeza del águila del
monumento al Maine, el Estado cubano tiene el cuerpo y el pedestal está
a la espera.

Apenas son las diez de la mañana cuando, a la sombra del monumento al
USS Maine, un pordiosero dormita, una pareja conversa y dos jardineros
retocan los céspedes. "El Maine" a secas, como le llamamos los
habaneros, ya no es el otrora pedazo de litoral capitalino, abandonado y
colmado de herrumbre, óxido, basura, orines y excrementos.

Se advierte cómo los cañones fueron protegidos con pintura antioxidante.
Las cadenas dispuestas conforme al diseño. Los mármoles recobraron el
matiz gracias a los restauradores. Los pintores aplicaron un aparejo a
la fontana. Los albañiles subsanaron las aéreas aledañas y los
jardineros demarcaron los contornos de los parterres. Aunque las
chapuzas brotan a golpe de vista, quedan pequeños detalles como una
buena limpieza.

"¡Puro, ¿qué volá con el águila?!", preguntó un desconocido que hacia
footing a lo largo del Malecón y vio a este reportero fisgoneando el
monumento. Ya había terminado su hora de entrenamiento y quizás
consideró que entablar un dialogo le vendría de perillas para relajarse.
Respondí subiendo y bajando hombros a modo de "no sé".

El interlocutor, que aparentaba tener unos 25 años de edad y practicar
el culturismo, quedó en silencio. Al parecer estaba interesado en el
tema. Entonces señalé hacia la cúspide del monumento, donde aún se
conservan los muñones del águila, para rememorar que en el año 1963 bajo
el hostigamiento norteamericano y el apadrinamiento de la URSS, un grupo
de cubanos irrumpieron en las áreas del monumento al USS Maine y,
auxiliados con una grúa y un ariete, echaron abajo el símbolo patrio de
EEUU.

Como era de esperar, la acción vandálica fue apoyada por la izquierda
internacional y el célebre Pablo Picasso ofreció su talento para moldear
una paloma de la paz que llenaría el vacío. Pero el proyecto quedó
inconcluso tras la muerte del artista.

Le expliqué que, según un artículo del doctor Eusebio Leal publicado en
la revista Opus Habana, el monumento profanado fue erigido en el
contexto republicano y en él participaron un español, un norteamericano
y varios artistas cubanos.

El discurso lírico muestra dos columnas que representan la soberanía y
los idénticos derechos de los Estados. Una proa orientada hacia el norte
revelaba que EEUU no albergaba ninguna voluntad de dominación ni
pretendía ejercerla sobre suelo cubano. Aclaré además que la Enmienda
Platt contradijo el precepto.

El águila posada en la cornisa estaba dispuesta a emprender vuelo hacia
la tierra norteamericana. El basamento de granito significaba la solidez
indestructible de las relaciones fundadas en la historia, y el dolor de
la madre patria americana que sostiene a sus hijos destrozados por la
explosión del acorazado Maine, como expresión de contribución a la
independencia de Cuba.

De igual forma apunté que existen otros monumentos dedicados al Maine en
el Cementerio Nacional de Arlington, Washington DC, Portland y Nueva York.

El objetivo de la reanimación del "olvidado Maine", probablemente
responda al próximo arribo a la Isla de la señorita Roberta Jacobson,
subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, quien viene con
la encomienda de implementar la logística del restablecimiento de
relaciones diplomáticas entre Cuba y EEUU. Y no se descarta que visite
los monumentos dedicados al héroe nacional José Martí y al USS Maine,
con el fin de depositar ofrendas florales.

Sin embargo, pocos conocen que en el interior de la USINT, la futura
embajada norteamericana —distante a solo 300 metros del citado
monumento—, hay un salón llamado Eagle Bar, donde la cabeza del águila
decapitada pende custodiada por las banderas de EEUU y del Departamento
de Estado, entretanto, una inscripción convoca al régimen cubano a
juntar y devolver las partes del águila en su poder, como un gesto de
amistad hacia el pueblo norteamericano.

Amén de los acuerdos Obama-Castro que acapararon más de 18 meses de
conversaciones ultrasecretas —no detectadas "milagrosamente" por el
espionaje del hacker Julián Assange y el sitio Wikileaks—, la devolución
del águila a su pedestal evidenciaría que la diplomacia norteamericana
fue capaz de desarmar las pasiones desatadas durante el enfrentamiento
ideológico entre ambas naciones. De no ser así, entonces tendremos
licencia para atribuir acorde a nuestras perspectivas: el trofeo al
vencedor y la indiferencia al vencido.

La explosión del USS Maine, acontecida el 15 de febrero de 1898, donde
266 marinos norteamericanos perdieron la vida, inició el conflicto que
más tarde desembocaría en la Guerra Hispano-cubana-norteamericana. EEUU
logró en tan solo 110 días de contienda lo que el ejército libertador no
consiguió durante 30 años de lucha.

Próximo a cumplirse 117 años de la explosión del USS Maine, el Gobierno
norteamericano se apresta a revolucionar con un cambio de política lo
que tampoco fue conseguido en 56 años, por cinco generaciones de
disidentes cubanos.

Muchos piensan que la política de acercamiento echará por tierra la
perenne justificación de la dictadura y abundan los partidarios de que
la ayuda económica podría causarle fuertes dolores de parto al
castrismo. Las carretadas de dólares propiciarían acontecimientos
interesantes en un pueblo acostumbrado a la economía de subsistencia,
plantean algunas hipótesis.

A veces las democracias tienen que arriesgarse —admití—, pero estimo que
el cambio de política hacia Cuba está muy lejos de ser la cura para la
impopularidad que agobia a los EEUU. Igualmente intuyo que la dictadura
no debe ser subestimada y los cubanos debemos ser los protagonistas de
nuestro destino, aunque el temor al régimen forme parte del ADN nacional.

Antes de marcharse supuestamente al gimnasio, mi interlocutor —a todas
luces, víctima de la desinformación— rompió el silencio para alegar:
"Puro, después de lo escuchado y a mi manera de entender, creo que la
solución de Cuba llegará cuando el águila regrese al Maine, y las
tiñosas hagan círculos sobre Punto Cero… ¿Te la llevaste?… ¡Adiós y
gracias por la muela!"

Volteé la mirada hacia el monumento y el pordiosero seguía dormido, la
pareja continuaba conversando y los jardineros retocaban los céspedes.

Source: '¿Qué volá con el águila?' | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1421702166_12406.html

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