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Monday, August 17, 2015

MUAD ¿otra sigla inútil para la oposición?

MUAD: ¿otra sigla inútil para la oposición?
La primera formación de la Mesa de Unidad de Acción Democrática (MUAD),
alinea organizaciones tanto de la Isla como del exilio, formando un
interesante abanico de tendencias políticas bien diversas
lunes, agosto 17, 2015 | José Hugo Fernández

LA HABANA, Cuba – Cada vez que surge una nueva organización de
opositores contra la dictadura cubana, nuestra gente –viva en la Isla o
en el exterior– reacciona por lo general de dos formas: con indiferencia
o con una actitud crítica que oscila entre la desconfianza, la sospecha,
el hartazgo y la chanza. "Ah, otra sigla más", exclaman.

A pesar de que las valoraciones a priori no suelen ser prudentes, ni
justas, lo cierto es que la vida no les ha demostrado suficientemente
que se equivocaron al prejuzgar.

Por supuesto que con el giro tan significativo que empieza a dar por
estos días nuestra atmósfera política, sería de esperar que se produzcan
cambios sustanciales tanto en las estrategias como en los enfoques del
movimiento opositor. Y es lógico que después de tales cambios (pero sólo
después) la gente también rectifique por su lado, revalorando las dos
actitudes descritas arriba.

Es comprensible así la precipitación de los que hoy se muestran
escépticos ante el surgimiento de la Mesa de Unidad de Acción
Democrática (MUAD). Pero tal vez no estaría mal esperar un poco en este
caso. Hay razones para el optimismo.

Entre atrincherarse o ajustar acciones y demandas políticas de cara a
las nuevas circunstancias que les impone el restablecimiento de
relaciones entre el gobierno de Estados Unidos y el régimen cubano,
algunos miembros del movimiento opositor –los más racionales, creo yo–
han resuelto lo segundo. Fruto de tal actitud debe ser sin duda la
creación de MUAD. Y este hecho, por sí solo, representa ya un indicador
que merece cuando menos nuestra atención.

Manuel Cuesta Morúa, una de las cabezas visibles de MUAD, ha declarado
públicamente que esta organización persigue superar el debate sobre la
nueva relación entre La Habana, Washington y la Unión Europea, con el
objetivo de asumir esa realidad e intentar, en su contexto, un cambio
hacia una democracia participativa y ciudadana, encaminada a derrumbar
las estructuras dictatoriales del régimen aprovechando justamente
ciertas ventajas que ofrece el deshielo.

De inicio, la intención promete. Y aún más cuando quien la proclama es
un líder opositor de incuestionable trayectoria, que precisamente en los
últimos tiempos se ha estado dedicando a cimentar los pilares para este
enunciado, a través de la realización dentro de Cuba de talleres
populares sobre la Democracia Deliberativa, una labor que ahora puede
resultar básica para facilitar el plan de MUAD.

Ya sabemos que durante largo tiempo y de múltiples maneras, el régimen
se ha dedicado a borrar todo rastro de conciencia cívica y cultura
política entre nuestra gente. Es algo que necesitan hacer las
dictaduras. Pero la de aquí logró superar todas las marcas, al disponer
de muy abundante tiempo y recursos para hacerlo, fuese mediante el
adoctrinamiento y el miedo, o creándonos dependencias y necesidades tan
imperativas que parecen no habernos dejado espacio en el cerebro para
pensar en otra cosa que no sea la supervivencia.

A ello se debe, en parte, que el movimiento opositor no haya logrado
cifras sustanciales de simpatizantes y seguidores entre la población. De
modo que si hoy cambian las circunstancias y hay que cambiar los métodos
de enfrentamiento contra la dictadura, se impone, ante todo, recuperar
esos valores perdidos.

Cuesta Morúa parece haberlo visto claro aun antes de que se produjera
aquí esta nueva coyuntura política. Y supongo sea la razón por la que,
desde hace un tiempo, organiza en barrios y pueblos los talleres sobre
Democracia Deliberativa, la cual persigue que cada ciudadano de a pie
esté realmente informado, involucrado en la solución de los problemas de
su entorno y, además, abierto a escuchar diferentes opiniones con el fin
de adoptar las mejores.

Desde luego que al servir como base de toda una estrategia, este
esfuerzo educativo y formador no puede discurrir en forma aislada al
resto de los objetivos de MUAD. Orientar a la gente sobre cómo actuar
inteligente y decentemente en política, pero a la vez ir aplicando lo
que se imparte: creo que es uno de los presupuestos primordiales de
MUAD, y por eso la veo con optimismo.

Por lo demás, no resulta menos esperanzador su enunciado propósito de
aglutinar en un amplio espectro, y a través de una composición plural, a
diferentes grupos opositores. De hecho, en la primera formación de la
Mesa de Unidad de Acción Democrática (MUAD), alinean organizaciones
tanto de la Isla como del exilio, formando un interesante abanico de
tendencias políticas bien diversas.

Si al final MUAD termina o no siendo otra sigla inútil dentro de las
muchas que ya posee el movimiento opositor cubano, es algo que sólo
podrán determinar el tiempo y los hechos. Pero obviamente nos está
mostrando fuerza en el arranque.

Source: MUAD: ¿otra sigla inútil para la oposición? | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/muad-otra-sigla-inutil-para-la-oposicion/

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