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Sunday, August 16, 2015

La misión de sanación

BERNADETTE PARDO: La misión de sanación

La bandera de las barras y estrellas, poderoso símbolo global de los
valores de la democracia y la libertad, ya ondea en La Habana. Es un
símbolo agridulce en una isla donde, como reconoció el propio secretario
de Estado John Kerry, el pueblo no disfruta de estos derechos
fundamentales. Pero para Kerry, como para un creciente número de
americanos y cubanoamericanos, ha llegado el momento de borrón y cuenta
nueva.

Ciertamente en más de medio siglo de hostilidades y careo no se ha
logrado mucho. En Cuba los hermanos Castro siguen anquilosados como
momias dinásticas de un estado policial. Del otro lado del Estrecho de
la Florida, los líderes del llamado exilio histórico siguen
histéricamente atascados en un pasado que nunca volverá.

Detrás de la recién izada bandera tricolor en la embajada brillaba el
profundo azul del mar que nos separa y donde tantos han muerto tratando
de escapar. En la ceremonia de reapertura de la embajada en La Habana el
poeta cubanoamericano Richard Blanco, criado en Miami, dijo que todos
pertenecemos a ese mar "bajo olas que no saben sobre qué país están
rompiendo" y profesó que ese mar nos dice que debemos "sanar juntos". El
secretario Kerry también habló del restablecimiento de relaciones como
"una misión de sanación". Pero no va a ser nada fácil.

Para sanar hay que perdonar y el perdón requiere la confesión de los
pecados, algo que el actual régimen cubano no ha hecho ni hará nunca.
Otros países traumatizados por largos conflictos internos han buscado la
sanación a través de comisiones para establecer la verdad y la justicia.
En La Habana, desde hace dos años, representantes del gobierno de
Colombia negocian con miembros de la guerrilla de las FARC buscando
respuestas sobre cómo adjudicar responsabilidades por tantos años de
atrocidades. ¿Qué hacer con los muertos? En Cuba nadie se atreve a
formular la pregunta.

Quizás el secretario Kerry lo hizo de forma oblicua cuando dijo que hay
que "dejar de ser prisioneros de la historia pero esto no significa que
podemos o debemos olvidar el pasado".

Aun así, la política estadounidense de reencuentro con Cuba ha llegado a
La Habana cojeando como Kerry. Desde el pasado 17 de diciembre el
gobierno de Cuba ha seguido exigiendo y con el mazo dando. En contraste,
la administración de Obama se ha desdoblado tratando de complacer a Raúl
Castro. El Departamento de Estado ha removido a Cuba de dos listas
negras y le ha ofrecido todo tipo de pajaritos volando. A cambio Kerry
ha logrado con mucho trabajo que a sus diplomáticos en La Habana se les
permita moverse "libremente" luego de notificar al gobierno cubano.

Nadie espera que la bandera cubana cubra los miles de ataúdes que marcan
la larga marcha de la Revolución Cubana, pero tampoco se debe utilizar
para apañar la impunidad por violaciones pasadas y presentes de los
derechos humanos.

Lo más importante que dijo Kerry en La Habana es que el futuro de Cuba
está en manos de los cubanos.

Esperemos que esté en manos de cubanos como Félix Navarro Rodríguez, de
62 años y uno de los integrante del grupo de los 75 prisioneros de
conciencia condenados a largas penas de prisión durante la Primavera
Negra del 2003. Navarro Rodríguez no fue invitado a la reunión posterior
de Kerry con algunos disidentes. El viernes, desde Perico, Matanzas, nos
dijo que eso no le importa que lo que le interesa es seguir trabajando
para que se celebren elecciones libres. Eso es lo único, que según el,
logrará un verdadero cambio.

Su actitud me recuerda a la de otro poeta, Antonio Machado, el preferido
de mi padre, que escribió: "Caminante no hay camino. Se hace camino al
andar".

Source: BERNADETTE PARDO: La misión de sanación | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/bernadette-pardo/article31149905.html

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