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Friday, July 03, 2015

Normalización entre Estados Unidos y Cuba?

¿Normalización entre Estados Unidos y Cuba?
JOAQUÍN ROY

La inminente reapertura de embajadas entre Estados Unidos y Cuba es el
penúltimo capítulo de un inexorable proceso de normalización de las
relaciones entre dos países vecinos, cuyos vínculos fueron eliminados
hace más de medio siglo. La ruptura e imposición del embargo
norteamericano al régimen cubano se debió a la confiscación de las
propiedades en una Cuba dominada por el capital norteño. Luego el
divorcio se solidificó en aras de la estrategia de la Guerra Fría y la
amenaza soviética.

Desde entonces, ningún presidente norteamericano quería pasar a la
historia como el primero que había claudicado ante Fidel Castro. El
intento de Jimmy Carter al diseñar la puesta en marcha de las "secciones
de intereses" no se vio correspondida por Cuba (la crisis del Mariel).
Todo siguió dominado por la inercia. Cuba seguía reclamando que no se
sentaría a negociar si no se eliminaba el embargo.

Pero el cambio de decisión en Washington y La Habana llegó. Entre las
claves de esta mutua decisión, anunciada el 17 de diciembre del pasado
año por Obama y Castro, destaca la conveniencia de Washington para
desembarazarse de un obstáculo para mantener relaciones pragmáticas con
el resto del subcontinente latinoamericano. Cuba era un estorbo, una
excusa a líderes latinoamericanos con agendas populistas. Otros actores
externos se entrometían en el patio trasero de Washington. Se imponía
una estrategia de cooperación donde las diferencias ideológicas no
fueran un obstáculo insalvable.

El mundo tras el 11 de septiembre se había convertido en mucho más
complicado que el compartido con Moscú durante la Guerra Fría. Los
responsables de la seguridad nacional en Washington habían
sistemáticamente señalado que otros escenarios diferentes a Cuba eran
mucho más importantes. Además, la única amenaza seria para Estados
Unidos desde el sur estaba representada por la inmigración descontrolada.

Entre la incertidumbre de la apertura democrática y la estabilidad,
Obama optaba por la seguridad. La presión de la emigración cubana en
Estados Unidos, muy distinta en las dos últimas décadas que la que
impuso el embargo, ha contribuido notablemente al cambio mutuo de
actitud a ambos lados del estrecho de la Florida. El sentimiento de
reconciliación entre bandos opuestos que se consideraron enemigos
comenzó a imponerse y suavizó la dura actitud de notables sectores del
exilio. La opinión pública norteamericana expresada en la prensa de
referencia ha contribuido también a reforzar las tesis del gobierno. La
presión de intereses económicos que veían que las oportunidades de
inversiones se podían esfumar se hizo irresistible.

En Cuba, el ambiente también había cambiado. Era cuestión de contar con
la colaboración de Raúl Castro. Diferente de su hermano, el pragmatismo
de Raúl le permitiría pactar y sellar un acuerdo sin exigir que el
embargo fuera eliminado. La precaria situación económica le recomendaba
un arreglo con Washington. La mediación del papa Francisco hizo el
resto. Después de todo, la propia actitud del pueblo cubano siempre
había distinguido entre la animadversión hacia Estados Unidos, como ente
político, y su pueblo.

Pero la normalidad total no será fácil. En primer lugar, el tema de las
compensaciones por las expropiaciones seguirá revoloteando sobre la
evolución de las negociaciones. Aunque el gobierno cubano seguirá
insistiendo en reclamar los daños recibidos por el propio embargo,
algunos antiguos propietarios seguirán esperando el mismo trato recibido
por los expropiados en los países del este. Otro tema pendiente será la
posible eliminación de la llamada "ley de ajuste cubano", por la cual
cualquier cubano que llegue a territorio norteamericano tiene
garantizado el asilo.

La total normalización, aparte de la eliminación de todos los términos
de la ley Helms-Burton, solamente podría verse sublimada por el
establecimiento de un consulado de Cuba en… Miami, algo que, de momento,
por condicionamientos de seguridad, las autoridades municipales de Miami
(de origen cubano) consideran prematuro.

Catedrático Jean Monnet y Director del Centro de la Unión Europea de la
Universidad de Miami

jroy@miami.edu

Source: JOAQUÍN ROY: ¿Normalización entre Estados Unidos y Cuba? | El
Nuevo Herald El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/article26003782.html

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