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Saturday, July 04, 2015

Los habaneros de hoy

Los habaneros de hoy
Son los mismos habaneros quienes reconocen sus defectos y pésimos
hábitos de educación, además de constituir ellos mismos hoy, su peor enemigo
viernes, julio 3, 2015 | Frank Correa

LA HABANA, Cuba. -En su libro Cuba La lucha por la libertad, Hugh Thomas
analiza las tipologías de rasgos que vuelve al habanero un ser impar.
Para ello remarca las palabras del comandante norteamericano Gosham,
quien participó en la toma de La Habana por los ingleses bajo las
órdenes del almirante Albemare:

"La Habana tenía ese carácter único, indolente, brillante… los habaneros
parecían una mezcla tan mala como la peor de la tierra." Más de
doscientos años no parecen haber variado mucho tal fundamento y son los
mismos habaneros quienes reconocen sus defectos y pésimos hábitos de
educación, además de constituir ellos mismos hoy, su peor enemigo.

Hace un par de días, un grupo de jóvenes pernoctaban en el parque
Emiliano Zapata, de 5ta y 24, Miramar, mientras pasaban revista al
listado de desatinos y delitos en que incurren a diario, conscientes o
inconscientes, para sobrevivir. En su perorata, volvían actuales las
palabras del comandante norteamericano, quien siglos antes de esa noche,
había descrito ya con tino la realidad de La Habana y los habaneros.

Uno de ellos contó una historia ocurrida recientemente en Guanabo,
donde, una noche, todas las motos de alquiler para turistas fueron
guardadas en un local con candado para llevarlas al otro día a
Guanabacoa a reparar, pero al abrir a la mañana siguiente, descubrieron
los encargados que todas habían sido sacadas de madrugada por la ventana.

"De verdad que estamos fritos", dijo uno del grupo, "Si entramos al baño
de un restaurante, o de un hotel, lo primero que hacemos es llevarnos
el jabón, el champú, el peine, lo que haya. Tienen que colocar a una
persona para cuidar cada baño y evitar que carguemos con la taza o el
lavamanos. Nos llevamos los vasos, las copas, los ceniceros, los
adornos, hasta los palitos de dientes."

"No podemos decir que somos todos, pero sí la mayoría. Y no lo vemos
como robar, nadie le llama así, es resolver, inventar, cuadrar… Cuando
buscamos empleo no preguntamos cuánto nos van a pagar, sino qué podemos
cargar para la casa."

Al mismo tiempo en que hablaban, se efectuaba una boda en el parque y
los novios se retrataban junto a la estatua de Emiliano Zapata. Estaban
vestidos de blanco y uno de los muchachos dijo que él podía jurar que el
novio era extranjero. Observamos y en efecto, la novia era cubana pero
el novio parecía nórdico, y le doblaba la edad.

"Lo sé porque en cada boda que los novios se visten de blanco, resulta
que es un extranjero. Los cubanos ya no se casan de blanco, debe ser por
escasez de vestuario, ¿o será alguna señal?"

Pregunté y ninguno supo decirme quién fue Emiliano Zapata, pero sí que
los zapatos en las tiendas estaban sumamente caros y eran de pésima
calidad, porque los funcionarios cubanos que salen a comprar al
exterior, compran lo más barato que encuentran para ahorrar dinero, sin
importar que estén en fecha de vencimiento, o lleven largo tiempo
guardados en almacenes.

"Compré un par de sandalias el otro día y me las puse para ir al Acuario
con mi familia el fin de semana. Tuve que regresar descalzo, se
despegaron las suelas y una largó una correa cuando me bajé de la guagua."

Otro contó que estaba armando una moto por piezas, y que ahora estaba en
la fase de los tornillos pero que lamentablemente cada uno costaba cinco
pesos, una barbaridad, y la moto necesitaba más de doscientos. No quería
ver, acotó, cuánto valdrían los guardafangos, el timón, o las piezas del
chasis.

"La última es que en los talleres particulares están fabricando tanques
imitaciones de motos Suzuki. Todo el mundo los busca porque como son las
motos que usa la Seguridad del Estado, es una garantía. La policía no te
para en la calle", comentó.

"¡Y del entretenimiento ni hablar! No hay donde ir a divertirse, todos
los sitios son caros, el servicio es pésimo, los productos que ofertan
están adulterados. Míranos, matando el tiempo en el parque a esta hora,
cuando debíamos estar trabajando y produciendo para desarrollar el país.
Pero ¿para qué? El estado paga con balas de salva y te vende todo en
balas trazadoras. La única opción de los jóvenes es jugar videojuegos,
o pasársela sentado en la computadora ido del mundo, o quemando alcohol
para después matarse en las broncas que desata. Esa es la verdad",
apuntó otro de los presentes.

Dejé a los muchachos en el parque, desnudando la realidad con ejemplos
que servirían para un texto voluminoso como el de Thomas, quien con su
análisis académico de alto vuelo intentó pasar revista a la historia
cubana, a sus incógnitas, al surrealismo que como un fantasma la
maravilla y enrarece.

Source: Los habaneros de hoy | Cubanet -
http://www.cubanet.org/actualidad-destacados/los-habaneros-de-hoy/

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