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Friday, July 24, 2015

La cobertura mediática neoliberal de la seudoapertura cubana

La cobertura mediática neoliberal de la seudoapertura cubana
ISABEL M. ESTRADA PORTALES | Washington | 24 Jul 2015 - 8:22 am.

Obama, en su búsqueda de legado a cualquier precio, mira a Cuba y asume
que el capitalismo neoliberal se encargará del régimen.

Cuando se cubre periodísticamente Cuba, el contexto importa. En teoría,
eso atañe al periodismo en cualquier sitio, pero el contexto es la
primera víctima en las historias sexy. Y el "acercamiento" entre Cuba y
EEUU no es nada sino sexy.

El 4 de julio, la BBC reportó que se abrieron 35 nuevos puntos de Wi-Fi
en la Isla y, pese a problemillas menores como poca velocidad, todo fue
un éxito: hay conexión a internet en ciertas áreas para gente con
equipos móviles y cuesta "solo" 2 CUC por hora, lo que implica una
rebaja de más de la mitad, ya que costaba 4,50 CUC por hora. CUC es la
moneda convertible de la Isla que vale más que el dólar, según la
castroeconomía. El salario mensual promedio cubano es, aproximadamente,
23 CUC. Progreso.

El triunfante corresponsal de la BBC logró hasta conectarse, visitó la
página de la BBC y leyó los titulares del día. El mundo civilizado se
abalanza sobre el paraíso caribeño. Yo esperaba que el periodista
intentara abrir el blog de Yoani Sánchez o alguno de los sitios que el
Gobierno cubano bloquea, solo para mostrar que los tiempos de supresión
política de la información han pasado. ¿Cierto? Pues, no. Me imagino que
esa no era la historia que él quería contar. Y, la verdad, tampoco es la
que quiero discutir yo.

Mi desacuerdo con la mayoría de la cobertura mediática del nuevo lugar
que ocupa Cuba en la economía de mercado y las páginas de los ricos y
famosos de las revistas de todo el mundo da por sentado la falta de
libertad política y la supresión y represión violenta de todas las
libertades individuales —excepto la libertad de gastar tu dinero
enriqueciendo al régimen que te oprime. Mi problema es que la cobertura
de la cacareada apertura cubana es esencialmente neoliberal. Es tan
neoliberal como el presidente estadounidense esperanzado en que la
economía de mercado cambie la esencia antidemocrática del régimen
cubano; de la misma forma en que no ha cambiado las condiciones
estructurales que mantienen la soga no siempre metafórica al cuello de
las mayorías negras pobres y de un gran número de blancos en EEUU.

Obama, en su búsqueda de legado a cualquier precio, mira a Cuba y asume
que el capitalismo neoliberal se encargará del régimen de 54 años, ¡y al
diablo la democracia! Tiene ejemplos a mano como, digamos, China y
Rusia, esos dos pilares de libertad y democracia, donde los opresores
comunistas se convirtieron en los magnates du jour —dejando a un lado
las muchas diferencias entre los dos países y sistemas— pero divago. Yo
estoy a favor de cambiar una política exterior inútil que ha mantenido
el statu quo por más de 50 años. Pero hay principios que decimos
respetar, excepto cuando son demasiado inconvenientes.

El acceso a internet viene de perlas para ilustrar la tendencia
neoliberal de la cobertura y la política con respecto a Cuba. ¿Alguien
ha escuchado hablar de la brecha digital? ¿Dónde están las preguntas
básicas que se les enseña a los periodistas? Por ejemplo: ¿Cuántos
cubanos tienen equipos móviles que pueden conectarse a internet? ¿Cuánto
cuesta uno de esos equipos en la Isla? ¿Dónde los pueden comprar?
¿Cuántos cubanos pueden pagar 2 CUC por hora por el acceso a internet y
con qué frecuencia? Y ya si se quiere ser incisivo, ¿cuántos cubanos
negros tienen acceso? ¿Para qué usan internet? ¿Qué porcentaje de su
salario mensual representa? Y otras preguntas igualmente aburridas.

Pero a los neoliberales no les importan esas cosas porque la economía de
mercado se encargará de todo y si no te lo puedes pagar, bueno, qué pena
me da tu caso. Puedo escuchar los gritos ensordecedores: "Eso ocurre en
todas partes. Si no tienes dinero no puedes tener lo que quieres y punto".

Y ahí es cuando el contexto importa. Esas respuestas dirigidas por el
mercado —crueles en cualquier circunstancia— son absolutamente
inaceptables con respecto a Cuba porque ese régimen le quitó todo a
algunos para, supuestamente, distribuirlo de forma equitativa. Durante
las últimas cinco décadas, cada vez que alguien se enriquecía —por
ridícula que fuese la noción— mínimamente, sin pertenecer al o recibir
la anuencia del círculo real, se lo quitaron todo y hasta lo metieron
preso. Yo, lamentablemente, conozco a más de uno. ¿Las leyes? ¿Cuáles leyes?

El acceso a internet es, tal vez, un ejemplo perfecto de la "libertad"
de la economía de mercado en Cuba. A principios de año, ETECSA, el
monopolio de telecomunicaciones de la Isla, dio su venia al artista Kcho
—famoso hoy por pararse heroicamente frente a la Casa Blanca con una
bandera del 26 de julio, para pagar sus prebendas y demostrar una vez
más la libertad de expresión…de EEUU— para abrir el primer espacio
público de internet sin cable en su centro cultural. Huelga decir que
Kcho tiene lazos muy estrechos con el Gobierno cubano y opera su centro
usando su propia, conexión a internet, aprobada por el Gobierno, por la
que paga 900 dólares al mes.

Es una ironía dolorosa que quienes reprimieron y robaron durante años —y
su descendencia— veraneen en el exterior, se tiren fotos con los ricos y
famosos y se llenen los bolsillos. De modo que, al final y como lo
prometió la revolución de 1959 —o el accidente— todos somos iguales…
pero algunos son muchísimo más iguales que otros.

¿Y los pobres? Bueno, ahí están. Donde han estado siempre. Están
esperando que los rocíe el goteo de la prosperidad económica. Nada de
esto es noticia, si no fuera porque estamos hablando de Cuba. Quienes
sufrieron expropiaciones porque necesitábamos compartir más, ahora se
enteran de que el restaurante La Guarida cobra 25 dólares el plato. Sí,
seguro también venden helados de fresa y chocolate. El resto nos
enteramos de que no se ve una camarera negra en ninguno de los
restaurants y cafés de moda en la nueva Cuba. Todo lo viejo renace y
tenemos una nueva elite blanca y rica que compra su estatus con silencio
y complicidad con la opresión y desinterés por el resto.

Me pregunto cuántos sitios de Wi-Fi van a poner en Los Pocitos, Jesús
María, Guanabacoa y las áreas rurales de Pinar del Río y Baracoa. Me
pregunto qué se hará para abrir la puerta de la nueva economía digital
a, por ejemplo, los negros cubanos cuyo estatus económico sigue
deteriorándose y no tienen familia en el exterior que los mantenga.

Para mí esto es personal. Yo era una cubana negra, pobre y sin conexión
y eso se hizo muy evidente en la comparación con mis compañeros de
universidad, mucho más blancos, más "ricos" y las personas más decentes
y adorables que he conocido. Sin embargo, pese a todo lo demás, yo no
carecía de lo que me permitiría estar a la par de ellos en lo esencial.
Otra de las crueles ironías es que era una sociedad mucho más
igualitaria pero era criticada muchísimo más. Me pregunto cómo les va
ahora a muchachas como yo. ¿Cómo me iría a mí si me hubiera quedado,
dada mi testaruda falta de aquiescencia con la política del ilustre
liderazgo cubano? Me pregunto cómo le va a la gente de mi barrio en La
Habana Vieja. Seguro esto es lo próximo que van a reportar los
periodistas neoliberales.

A mí no se me olvidan las imágenes de la Primavera Árabe, cuando gente
bajo dictaduras brutales —algunas de las cuales nosotros hemos apoyado
alegremente mientras nos convenía, pero nuevamente divago— reportaban la
rebelión por Twitter. Seguro que a los Castros tampoco se les borran
esas imágenes.

Para mí todo esto suena a cuando quitaron el permiso de salida. No hay
de qué preocuparse, porque casi nadie le va a dar visas a los cubanos,
de modo que más allá de perder una gallinita de huevos de oro, el
permiso de salida solo daba testimonio al mundo de los manierismos
dictatoriales de la bella isla. Antes, el acceso a internet estaba
restringido y limitado a una elite privilegiada y aprobada por el
Gobierno. Ahora, el acceso a internet está restringido y limitado a una
elite privilegiada, aprobada por el Gobierno… y con dinero. Progreso.

Source: La cobertura mediática neoliberal de la seudoapertura cubana |
Diario de Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1437590545_15884.html

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