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Friday, July 03, 2015

Evocaciones de la crisis de octubre

Evocaciones de la crisis de octubre
Un recuento de una crisis que colocó al mundo al borde del precipicio
nuclear
Carlos Olivares Baró, México DF | 03/07/2015 9:44 am

En la escuela, en la beca, en Barlovento: marchábamos frente al mar bajo
cadencias marciales de bombos, trompetas, platillos y clarinetes: nos
sabíamos al dedillo varios himnos patrióticos. Éramos unos niños jugando
a la invasión: hicimos trincheras y excavamos túneles. El maestro de
Geografía, señalando en un mapamundi el inmenso territorio de la Unión
Soviética, traza un círculo rojo en la Península de la Florida, y nos
dice: "Estamos en guerra".
En el mar de Santa Fe unos barcos, casi en el horizonte, realizan
maniobras de guerra. Para todos es como ver una película, pero en un set
real. En la televisión, Fidel Castro no cesa de aparecer dando
instrucciones, me sé de memoria sus gestos: en las habitaciones imitamos
sus aspavientos: exponemos de memoria fragmentos de sus dictámenes. Todo
se ve nublado desde las ventanas del quinto piso del edificio que nos
alberga. Estamos en guerra: lo dijo el profe de Geografía. La corneta
suena a cada rato. Y a marchar. Las coplas antiimperialistas se enclavan
frente al océano.
Años después entendí. Se me grabó la imagen de Fidel Castro al final de
un discurso televisivo, que Tomás Gutiérrez Alea utiliza en una
secuencia de Memorias del Subdesarrollo. Recuerdo algunas expresiones
efusivas del caudillo: "A nosotros no nos inspecciona nadie, a nuestro
país no lo inspecciona nadie…/ Tenemos que saber vivir en la época que
nos ha tocado vivir, y con la dignidad que debemos saber vivir en esta
hora de peligro…/ Todos, hombres y mujeres, jóvenes y viejos: de todos,
de los revolucionarios, de los patriotas será la misma suerte y de todos
será la victoria. ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!".
Recuerdo ese octubre brumoso, frío y espeso de 1962. Recuerdos
instituciones y nombres: un joven presidente estadounidense firme y
resuelto: John F. Kennedy (1917 - 1963); un astuto y campechano
político, presidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética:
Nikita Jruschov (1894 - 1971); un impetuoso joven, guía de la naciente
Revolución Cubana: Fidel Castro Ruz; el ministro de Relaciones
Exteriores cubano, Raúl Roa (1987 - 1982), un médico guerrillero
argentino, Che Guevara (1928 - 1967), el secretario de Defensa
estadounidense (1961 - 1968), Robert McNamara (1916 - 2009), la CIA (
Allen W. Dulles, John A. McCone), la KBG, el Fiscal General de Estados
Unidos (1961 - 1964), Robert Bobby Kennedy (1925 - 1968). Guerra Fría.
Una conflagración termonuclear puede desatarse. Tanques en el malecón de
La Habana. Aviones sobrevolando la Isla. Camiones que trasladan
milicianos. Imágenes de Jruschov en los periódicos. Kennedy aparece,
impecable, rodeado de sus asesores, vestido con un traje negro en la
revista Bohemia. Fidel habla en la televisión siempre con su uniforme de
campaña verde olivo.
Los mayores de mi casa conversan en susurro. Soy un estudiante de sexto
grado de primaria. Fin de semana: tengo pase de la beca. Mis tíos están
uniformados con fusiles al hombro. Mi abuelita reza. Riega cenizas y
dibujas cruces en el pasillo del apartamento que habitamos en el reparto
Almendares de La Habana. La orquesta Aragón toca, sobre la tensión
reinante, un chachachá en Radio Progreso: "Cuba es una maravilla/ Cuba
es una maravilla, mi amor/ Cuba, mi patria querida/ eres razón de vivir/
por ti daría la vida/ eres la tierra que me vio nacer/ Cuba es una
maravilla, mi amor/ en tus montañas y valles/ brilla con fuerza tu sol/
mi pueblo vive contento/ sólo cantando un sabroso son/ Cuba es una
maravilla...".
La crisis de los misiles. Cuba, EE. UU., la URSS. Trece dramáticos días
al borde del holocausto nuclear (Colección Conjuras, L.D. Books /
Editorial Lectorum, 2015), del periodista Hugo Moreno (Argentina, 1976):
travesía —sumario— por las circunstancias cruciales de un suceso
axiomático en los tiempos inciertos de la Guerra Fría (1947 – 1989), en
el que la mayor isla del Caribe jugó un papel sustancial.
La reciente desclasificación de documentos de la Nacional Security
Archive, ha permitido al fundador de la revista Sudestada hilvanar
hechos y cotejarlos con lo que ya sabíamos desde que, en los años 80-90
del siglo pasado, la KGB puso a disposición pública los expedientes de
inteligencia de los avatares de octubre de 1962. (Falta todavía tener
acceso a los ficheros secretos del Gobierno cubano).
Siete apartados: "Introducción", "El mundo en pie de Guerra… Fría", "La
operación Anadyr", "Cuando el mundo se detuvo", "La crisis de
noviembre", "Lo que la crisis nos dejó", "Qué hubiera pasado si…"
complementados con un "Apéndice fotográfico" y exhaustiva
"Bibliografía". El autor de Por qué Stalin derrotó a Trotsky (2009)
construye una crónica que atrapa al lector desde los primeros pliegos.
Cuaderno que es un análisis certero de la partida de ajedrez —para
muchos un encuentro de póker al desnudo— más fatídica del siglo XX.
Parece que las fichas negras las movía el comunismo del Este; las
blancas, el capitalismo occidental. ¿Qué piezas movía la Isla? Todo
parece indicar que La Habana no era más que un alfil que Jruschov
enfilaba al centro del tablero: en el mar Caribe los buques de guerra de
ambas potencias esperaban resueltos las órdenes de sus capitanes. El
exobrero metalúrgico ucraniano, máximo dirigente soviético, y el
mandatario estadounidense, egresado cum laude de Harvard, negociaban
sentados sobre una ojiva nuclear.
"Desde que el póker fue mencionado por vez primera en un escrito de
1526, nunca hubo una partida tan siniestra como la que jugaron Estados
Unidos y la Unión Soviética en octubre de 1962: la apuesta era la
inminencia de una guerra termonuclear", escribiría, años después, el
poeta argentino —militante guerrillero de los Montoneros— Juan Gelman
(1930 - 2014).
De la "huérfana derrota" de Kennedy en Playa Girón (abril, 1961) al
cónclave de Viena en junio de 1961 (encuentro del mujik y el mandatario
"verdecito"); de la corriente sectaria dentro de las Organizaciones
Revolucionarias Integradas (ORI) —expulsión de Cuba de Aníbal Escalante
y de Sergei Kudryavtsev, embajador soviético en La Habana— a la
conformación del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba
(PURSC) en julio de 1962; de la "Operación Mangosta" (control de Robert
Kennedy) en noviembre de 1961 a la maniobra militar "Patada Rápida"
—supervisada por el mismo JFK— con el objetivo de derrocar al gobierno
caribeño de Ortac (Castro al revés) en abril de 1962; de la aprobación
del Senado estadounidense (septiembre de 1962) para "emplear tropas si
fuera necesario para enfrentar la amenaza comunista de Cuba" al
establecimiento de misiles estratégicos en zonas de la Isla.
Distensiones políticas. Ofensiva diplomática. Jruschov niega las
informaciones de la Casa Blanca. Domingo 14 de octubre de 1962: un avión
U-2 pilotado por el comandante Richard Heyser capta 928 imágenes en la
franja occidental de la Isla: viraje en los hechos. El Centro Nacional
de Reconocimiento Fotográfico (NPC) de Washington detecta misiles
soviéticos R-12 de alcance intermedio en los alrededores de San
Cristóbal, pequeña comunidad de la provincia de Pinar del Río. Inicio de
los treces días más largos y azarosos del siglo XX.
Martes 16: "Estamos en un grave apuro. Ven inmediatamente a la Casa
Blanca", mensaje del presidente Kennedy en el contestador telefónico de
su hermano Robert./ Miércoles 17: Moscú sigue negando la presencia de
armas nucleares ofensivas en Cuba. Nuevas exploraciones aéreas sobre la
Isla: presencia de cohetes R-14, los cuales pueden hacer blanco en
cualquier parte del territorio de la Unión Americana./ Jueves 18:
encuentro de JFK con el ministro de Relaciones Exteriores de la URSS,
Andrei Gromyko. Ni el presidente Kennedy revela la información que posee
ni Gromyko acepta la presencia en Cuba de pertrechos nucleares. "Las
armas entregadas a los cubanos son defensivas", asevera el diplomático
soviético.
Las horas: cachaza de plomo sobre un triángulo de vértices convulsos.
Continúa la tirantez.
Viernes 19. Sábado 20: silencio pavoroso de Washington./ Domingo 21:
decisión de Estados Unidos de un bloqueo naval en los mares cubanos./
Lunes 22: todo el territorio cubano es un campamento militar. Discurso
de JFK en el que informa la "presencia de armas de destrucción masiva,
de largo alcance y muy ofensivas que constituyen una amenaza indudable
para la paz y la seguridad de todo el continente americano". Repuesta de
la URRS en la cual acusa a Estados unidos de atentar contra la paz
mundial./ Martes 23: 54 divisiones de infantería y 17 batallones se
movilizan en estado de alerta en Cuba. Fidel responde enérgicamente por
la Televisión a las "amenazas de Kennedy". Los nervios comienzan a
protagonizar la crisis./ Miércoles 24: 19 buques soviéticos avanzan
rumbo a Cuba: se aproximan cada vez a los límites fijados por Estados
Unidos en el bloqueo naval.
Los soviéticos no dan señales de querer negociar. La Habana informa a
Moscú de un "casi inminente ataque que puede producirse entre las
siguientes 24 a 72 horas. Nuestras fuerzas resistirán cualquier ataque
con determinación: la moral del pueblo cubano está muy alta, y el
agresor será confrontado heroicamente".
Sábado 27: se agrava la crisis, un avión U-2 sobrevuela territorio de la
URRS. En la provincia oriental de Cuba otro avión U-2 cae bajo el fuego
de baterías antiaéreas soviéticas: signos perentorios de una guerra en
ciernes. Continúan los intercambios de mensajes entre el Kremlin y la
Casa Blanca, pero nada se concreta. Se ofrece públicamente a Jruschov la
garantía de no invadir a Cuba, y el retiro de los misiles estadunidenses
de las bases de Turquía. JFK espera la respuesta de Moscú.
Domingo 28: Presídium del Soviet Supremo de la URRS fraccionado entre
radicales militaristas, partidarios de una confrontación con Occidente,
y los negociadores más moderados en ese sentido. Jruschov está decidido
a aceptar la oferta de los norteamericanos: "Estamos frente al peligro
de guerra y de catástrofe nuclear. Para salvar al mundo, debemos
batirnos en retirada", expone frente al pleno.
Al otro día, la Casa Blanca recibiría con beneplácito la respuesta
positiva de Jruschov; pero, le preocupaba que tal resolución se hubiera
tomado sin consultarlo con el gobierno de La Habana. Fidel Castro se
entera del pacto por la radio, horas después. "Eso generó una gran
indignación porque nos veíamos convertidos en una especie de objeto de
cambio... En la forma en que la Crisis se solucionó nos dejaron aquí
todo: nos dejaron el bloqueo, nos dejaron la guerra sucia, nos dejaron
la Base de Guantánamo, nos dejaron los ataques piratas... Nosotros
fuimos los que menos ganamos con el tipo de solución que se dio a la
Crisis", puntualizaría el líder revolucionario.
El alfil de Nikita Jruschov se develó como lo que siempre fue: un simple
peón negro en la posición P4R en medio del tablero, sin protección de
caballo por el flanco derecho, y torre desalojada sin posibilidad de
participar en un enroque estratégico. El poeta Gelman tenía razón: fue
una siniestra partida de póker.
"Crisis de noviembre": heridas abiertas en La Habana, resentimiento con
los soviéticos, luego del acuerdo alcanzado con Estados Unidos sin la
participación de Fidel Castro y soslayando sus exigencias (Cese del
bloqueo, Fin de las actividades terroristas, Cese de los ataques piratas
desde Estados Unidos, Cese de las violaciones al espacio aéreo cubano,
Retirada de la base naval de Guantánamo). Vendrían nuevas consignas.
Recuerdo aquella que entonces entonábamos a ritmo de conga santiaguera:
"¡Nikita mariquita/ lo que se da/ no se quita!". En un discurso el
dirigente guerrillero, con su labia impulsiva, subrayaría: "¡Poseemos
proyectiles morales de largo alcance que no se pueden desmantelar y no
serán desmantelado jamás!".
"Instalamos los cohetes para prevenir la amenaza de invadir a Cuba y
luego lo retiramos, después de obtener la promesa de no invasión por el
Presidente de Estados Unidos... Retiramos los cohetes únicamente después
de haber logrado ese acuerdo y considero que la decisión fue muy buena",
diría Jruschov.
Hugo Moreno, en La crisis de los misiles, repasa referencias que cobran
significados de connotaciones múltiples, mucho más en estos días en que
La Habana y Washington liman asperezas e inician conversaciones para un
posible restablecimiento de relaciones diplomáticas. Un salsero/timbero
cubano, radicado en La Florida, pide "hacer un puente ancho/ pa' que la
gente de Miami vayan/ y la gente de La Habana venga". La crisis de
octubre retumba en la memoria de muchos cubanos de sesenta años o más,
quienes posiblemente fueron llamados a integrarse a una de las
divisiones de infantería de la Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Pero, a pesar de todo, muchos trances padecidos en estos 56 largos años
de dictadura no se solucionan todavía. La orquesta Aragón ya no toca en
Radio Progreso: "Cuba es una maravilla".

Source: Evocaciones de la crisis de octubre - Artículos - Cuba - Cuba
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http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/evocaciones-de-la-crisis-de-octubre-323120

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