Pages

Thursday, July 23, 2015

El mismo perro con diferente collar diplomático

El mismo perro con diferente collar diplomático
Las secciones de intereses ahora son embajadas; los trogloditas siguen
siendo trogloditas
Eugenio Yáñez, Miami | 23/07/2015 12:05 pm

Ya tenemos embajadas en La Habana y Washington. Entramos en una nueva era.
No todos comparten esa opinión. Es lo que podría deducirse del discurso
en Washington del canciller cubano, Bruno El Breve. Porque sus palabras,
independientemente de lo que haya pretendido transmitir, cargaron
lenguaje de guerra fría y posiciones conservadoras, reaccionarias,
retrógradas. Un discurso que debería haberse enfocado en el futuro se
centró en el pasado, quejas y reclamaciones, la misma cantaleta de los
últimos cincuenta y seis años, sin visiones positivas ni propuestas
realistas de futuro. El régimen se mostró, una vez más, atrapado en el
pasado, como de costumbre.
Cuando en Cuba nos hablaron por primera vez de socialismo y marxismo,
nos decían que representaba progreso y futuro, mientras el capitalismo
constituía atraso y pasado. Y que en la inevitable lucha de contrarios
entre ambos sistemas, el vencedor sería el que representaba el futuro,
siendo capaz continuamente de cambiar, superarse y progresar, venciendo
contradicciones antagónicas, lo que conduciría, inevitablemente, a un
cambio cualitativo superior, la sociedad socialista guiada por el
marxismo-leninismo.
Los esbirritos digitales no conocen de eso, porque aparentemente su edad
no les permitió "disfrutar" de aquella etapa, que incluyó también la
Crisis de Octubre, y la Ofensiva Revolucionaria, el Cordón de La Habana
y la Zafra de los Diez Millones años después. Pero, además, porque no
dan muestras de demasiado coeficiente intelectual o creatividad, y se
repiten día tras día con la misma cantaleta, a la vez que acusan a los
otros de repetir un supuesto estribillo. Sus referentes teóricos parecen
ser Alejandro Castro, Elián González, y la sicóloga que ahorrando de su
salario se pagó su viaje a Panamá para dar mítines de repudio.
Según dijo el canciller cubano en el Departamento de Estado en
Washington, todo lo logrado se debía a la genialidad del Comandante.
"Hemos llegado aquí gracias a la conducción firme y sabia del líder
histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz, a cuyas ideas
siempre guardaremos lealtad suprema". Varios hinchas del régimen, al
parecer no advertidos de normas protocolares, intentaron un mini-aplauso
que no prosperó, pero quizás les de puntos para asegurar la jabita mensual.
Tras esa muestra de abyección, el mini-canciller mintió alevosamente,
deformando la historia para intentar llegar a conclusiones ficticias:
"La Enmienda Platt, impuesta en 1902 bajo ocupación militar, cercenó un
esfuerzo libertador que había contado con la participación o la simpatía
de no pocos ciudadanos norteamericanos y dio origen a la usurpación de
territorio cubano en Guantánamo. Sus nefastas consecuencias marcaron
indeleblemente nuestra historia común". Se le "olvidó" decir que los
temas de la Enmienda Platt e Isla de Pinos se resolvieron durante la
"república frustrada", y Guantánamo no fue reclamada nunca, todo eso
mucho antes de que Fidel Castro fuera aprendiz de pandillero en la
Universidad de La Habana.
Reiteró el engaño sin sonrojarse: "En 1959, Estados Unidos no aceptó la
existencia de una pequeña y vecina isla totalmente independiente y unos
años después, aun menos, la de una Revolución socialista que tuvo que
defenderse, y desde entonces, encarna la voluntad de nuestro pueblo".
Embustero canciller: ¿cómo es posible encarnar "la voluntad" de un
pueblo sin someterse a elecciones libres y realmente competitivas
durante más de medio siglo?
No bastando lo dicho, no tuvo reparos en afirmar que "es grande el
desafío porque nunca ha habido relaciones normales entre los Estados
Unidos de América y Cuba pese a un siglo y medio de intensos y
enriquecedores vínculos entre los pueblos". Allá lo que digan el
canciller y la dictadura que le paga, porque, a pesar de arena y mucha
cal, los únicos momentos en que las relaciones entre Cuba y Estados
Unidos no fueron "normales" fueron desde la llegada del castrismo al
poder hasta nuestros días.
Ya Fidel Castro en carta a Celia Sánchez en 1958 había anticipado su
rencor a Estados Unidos, potencia que había derrotado a España y sus
servidores, como su propio padre. Antes de "la revolución", a pesar de
todo lo criticable que se pueda señalar a esas relaciones, y a pesar de
la Enmienda Platt y toda la propaganda castro-totalitaria, EEUU mantenía
relaciones amistosas con los cubanos. Desde los inicios de la Guerra de
los Diez Años generales americanos participaron junto a los mambises
independentistas frente a las tropas del colonialismo español que muchos
años después integraría el futuro padre de los engendros de Birán. Y
muchos patriotas cubanos, recios luchadores frente al colonialismo
español, no veían con malos ojos la anexión a Estados Unidos. Como otros
muchos patriotas cubanos, mientras el padre de Fidel Castro defendía al
genocida capitán general español Valeriano Weyler y su
"reconcentración", que provocó 250.000 muertos, solicitaron la
intervención de Estados Unidos en la Guerra de Independencia cubana,
para detener la masacre de la población.
Si el canciller del régimen, para contentar a los trogloditas, quiere
continuar ignorando realidades, lo seguirá haciendo. Pero por mucho que
lo repita, no convertirá en verdades mentiras evidentes e información
distorsionada.
Estamos en una nueva era. Donde no tiene futuro el mismo perro con
diferente collar diplomático.

Source: El mismo perro con diferente collar diplomático - Artículos -
Cuba - Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/el-mismo-perro-con-diferente-collar-diplomatico-323274

No comments: