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Thursday, July 23, 2015

El desafío de Kerry en Cuba

El desafío de Kerry en Cuba
ANDRÉS OPPENHEIMER
AOPPENHEIMER@MIAMIHERALD.COM

Si el Secretario de Estado, John Kerry, habla en serio cuando afirma que
Estados Unidos no abandonará su compromiso con la lucha por la
democracia y los derechos humanos en Cuba, lo menos que podría hacer es
lo siguiente: invitar a los disidentes cubanos a la ceremonia de
izamiento de la bandera estadounidense en la embajada de Washington en
La Habana que él mismo presidirá el 14 de agosto.

Suena como un gesto trivial, pero no lo es. La dictadura de Cuba — sí,
incluso quienes no nos oponemos al restablecimiento de las relaciones
diplomáticas entre ambos países debemos llamar al gobierno cubano por lo
que es — se niega a tener contacto directo o incluso participar en
eventos con asistencia de opositores pacíficos.

En Cuba, quien se atreva a organizarse con otros para exigir elecciones
libres o la libertad de prensa es considerado por el régimen como un
"mercenario estadounidense". Cuando las embajadas extranjeras celebran
sus fiestas nacionales y deciden invitar a los disidentes, el régimen
cubano envía artistas pro-gubernamentales o "intelectuales" asalariados
por el gobierno, pero no a funcionarios estatales.

Para Obama, invitar a los disidentes como las Damas de Blanco y otros
opositores pacíficos a la ceremonia de izamiento de la bandera
estadunidense en La Habana — en la que está previsto que participe el
ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez — sería una
prueba de que no faltó a la verdad cuando dijo que mantendrá su
compromiso con la democracia y los derechos humanos en Cuba.

Asimismo, invitar a los disidentes sería una manera para que Obama pueda
corregir el error que cometió al romper la vieja promesa estadounidense
de no hacer un acuerdo con el régimen cubano sin consultar con la
oposición pacífica. Los disidentes fueron tomados por sorpresa cuando
Obama anunció su plan de normalización el 17 de diciembre, y ​​perdieron
influencia política internamente al no poder reclamar ni siquiera un
papel menor en el resultado de las negociaciones.

En una entrevista telefónica desde Cuba, el conocido disidente cubano
Guillermo Fariñas me dijo que, hasta el momento, ni él ni ninguno de sus
compañeros opositores pacíficos que conozca ha sido invitado a la
ceremonia del 14 de agosto. Si Kerry invita a la oposición pacífica,
sería la primera vez que recuerde que funcionarios cubanos de alto rango
y opositores participarían en un mismo evento social, señaló.

"Sería un avance", me dijo Fariñas. "Sería una manera de enviar un
mensaje de que a pesar de que no tuvieron en cuenta la posición de la
mayoría de los opositores, Estados Unidos sigue apoyando a los
demócratas y a la democracia en Cuba".

Y añadió: "y si los funcionarios cubanos no asisten a la ceremonia, todo
el mundo sabrá qué lado es el lado intolerante".

Algunos disidentes cubanos tienen un mal presentimiento sobre el viaje
de Kerry, porque coincide con una cumbre de la oposición interna y el
exilio cubano que tendrá lugar del 12 al 18 de Agosto en Puerto Rico, a
la que acudirán casi todos los líderes disidentes. El Departamento de
Estado sabía desde hace tiempo sobre la reunión de Puerto Rico, porque
ayudó a los disidentes cubanos a conseguir sus visas para el viaje, dicen.

¿Podría ser que Kerry programó su viaje a Cuba para no coincidir con los
principales líderes de la oposición, y evitar una confrontación temprana
con el régimen castrista que podría arruinar su fiesta diplomática?, se
preguntan algunos disidentes. Otros dicen que Kerry no tendría excusas
para no invitar a los opositores, porque hay 11 líderes de la oposición
pacífica — incluyendo Oscar Elías Biscet y Marta Beatriz Roque — quienes
tienen prohibido viajar al extranjero, y por lo tanto estarán en Cuba.

Consultada sobre si Kerry invitará a los disidentes cubanos a la
ceremonia de izamiento de la bandera en La Habana, una portavoz del
Departamento de Estado me envió un correo electrónico diciendo que
"estamos trabajando en el itinerario de viaje...y todavía no hemos
determinado las listas de invitados para los diferentes eventos posibles".

Mi opinión: No invitar a los disidentes a la ceremonia sería un gran
error que pondría en duda el compromiso de Obama con la lucha por la
democracia en Cuba.

Obama ha dicho a menudo — correctamente — que después de cinco décadas
de una política de confrontación que no ha dado resultados, es hora de
probar algo nuevo y tender puentes con el régimen cubano. Pero siempre
añadió que su nueva política hacia Cuba "incluirá el continúo y firme
apoyo a la mejora de los derechos humanos y las reformas democrática".

Bueno, la primera parte de su plan ya se ha llevado a cabo, y ya se han
tendido los puentes con la dictadura cubana. Ahora, llego el momento de
tender - o recomponer - los puentes con la oposición pacífica.

Source: OPPENHEIMER: El desafío de Kerry en Cuba | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/andres-oppenheimer-es/article28338442.html

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