Pages

Thursday, July 23, 2015

El caso Payá - otro episodio

El caso Payá: otro episodio
El autor de este artículo considera que el informe de la Human Rights
Foundation no logra confirmar por ningún lado la exculpación de Ángel
Carromero
Arnaldo M. Fernández, Broward | 23/07/2015 11:42 am

Al numerito de Rosa María Payá frente a la embajada de Cuba en
Washington tenía que seguir otro igual de pintoresco: Human Rights
Foundation (HRF) acaba de apearse con un informe jurídico que, tal y
como alegó en juicio la defensa de Ángel Carromero, echa la culpa de la
muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero al gobierno de Cuba, solo que por
razones muy distintas.
Rosa María llevó a la embajada una carta —que simplemente pudo echar por
correo o presentar en persona durante su reciente estancia en Cuba— con
asunto ajeno por completo a trámites consulares o diplomáticos: los
resultados de la autopsia de su padre. Para colmo dirigió la solicitud
al ministro de Salud Pública, quien no tiene control alguno sobre las
necropsias en proceso judicial.
HRF se gastó 87 páginas sin poder confirmar por ningún lado la
exculpación de Carromero: que otro auto impactó al suyo por detrás. Para
colmo llamó su informe "jurídico" sin haber consultado las conclusiones
de la acusación y la defensa, de las cuales Carromero recibió sendas
copias, ni discutir el caso con José María Viñals, del bufete madrileño
Lupicinio Abogados, quien coordinó la defensa. Tampoco revisaron el
informe del agregado de policía de la embajada de España en Cuba,
Vicente Cuesta Macho, quien habló con Carromero en el hospital de Bayamo
e inspeccionó personalmente el auto Hyundai Accent accidentado sin
hallar indicios de que otro hubiera estado involucrado en el accidente.

La preocupación original de Carromero
Ese otro auto no aparece ni siquiera en el relato que el informe cita
sobre "los hechos presenciados y los testimonios obtenidos" la misma
noche del 22 de julio de 2012 por "amigos cercanos y miembros del MCL"
[Movimiento Cristiano Liberación]". Y en ese relato hay un pasaje
esclarecedor:
"El español estaba preocupado por el seguro… Yo lo que entendí fue que
el instructor [policial] le dijo [algo] como 'no te vas a salvar de
esta', 'no vas a tener solución' 'no te van a pagar el seguro', algo así
que le dijo [a Carromero] que por como habían sucedido los hechos él no
podía cobrar el seguro. Entonces es allí cuando el español se molesta y
dice que no iba a hablar ni una palabra más hasta que llegaran los
funcionarios de la embajada" (página 25).
Efectivamente llegaron el cónsul Álvaro Kirpatrick y el agregado de
policía Cuesta Macho, pero Carromero no pudo sostener su excusa original
ni siquiera con el otro sobreviviente como testigo, porque Jens Aron
Modig había pasado casi de inmediato, sin presión alguna de nadie, este
mensaje SMS: "Dice Ángel (sic) que un carro lo empujó fuera de la
carretera".

Reducción al absurdo
Así tenemos que solo Carromero alude a otro auto y, además, sabía bien
que recibiría asistencia consular. Así se derrumba todas sus alegaciones
de bofetadas y amenazas para faltar a la verdad. De haberlo insinuado
nada más al agregado de policía o a los cónsules que fueron a visitarlo
en el hospital o la prisión, el escándalo diplomático Madrid-Habana
hubiera sido de vigueta.
En su comunicado conjunto con la viuda y por video del 1ro de agosto de
2012, Rosa María soltó: "Ángel expresó dos veces que el auto había sido
embestido por detrás, hasta ser contrariado por el oficial", pero ni
Carromero ni la familia Payá han sacado jamás a declarar "a todos los
que estábamos allí, al padre Juan, al padre Manolito" (página 23),
quienes siendo "amigos y miembros del MCL" oyeron la misma noche del
accidente al oficial Fulgencio Medina contar que todos los testigos
presenciales desmentían a Carromero.
HRF viene ahora a insistir en el absurdo de la Seguridad del Estado,
tras dejar a dos testigos extranjeros vivos, procedió a encubrir el
asesinato sin ton ni son de Payá armando del mediodía a la noche un
cuarteto de falsos testigos: el patrullero Yoandri Rodríguez, los
tractoristas Wilber Rondón (en sentido contrario del auto) y Lázaro
Miguel Parra (en el mismo sentido), así como el bicicletero José Antonio
Duque (en el mismo sentido). Amén de instar a Medina para que echara el
cuento enseguida en el hospital, el mastermind de esta conspiración
habría instruido a todos los peritos que dictaminaran en falso: desde
los jefes provinciales de Criminalística (Inardi Reyes) e Ingeniería del
Tránsito (Fidel Núñez), pasando por el capitán Jorge Fonseca y el
policía Rolando Vichot (sobre lugar y circunstancias), hasta el
ingeniero mecánico Misael Fontes (sobre estado técnico del Hyundai), el
botánico Luis Catasus (sobre el impacto contra el tamarindo chino) y el
físico Jorge Alberto Cuba (sobre las deformaciones resultantes del auto).

The day after
Al otro día del accidente —perdida la esperanza de cobrar el seguro al
no poder sostener que intervino otro auto— Carromero declaró "que
momentos antes del accidente miró por el espejo retrovisor interior del
vehículo y vio un auto que circulaba detrás del cual no puede dar
detalles, pero en ningún momento sintió impacto por la parte trasera".
Ese es el Lada rojo que mencionan los testigos y del cual dieron fe
tanto el oficial Medina ante los "amigos y miembros del MLC" congregados
en el hospital la noche del accidente, como el patrullero Rodríguez en
su declaración (fojas 3-4 del Expediente de Fase Preparatoria 96-2012):
"Un conductor de un auto que iba en dirección a Bayamo le comunicó que
había ocurrido un accidente".
Así y todo, la defensa se plantó contra la fiscalía en que Carromero no
venía a exceso de velocidad por un terraplén, sino a velocidad moderada
por carretera con tramo sin asfaltar y mal señalizado. De este modo
descargó la culpa del accidente y sus muertes sobre el gobierno como
único responsable, la misma tesis que ahora esgrime HRF en su informe
jurídico, pero sobre la base antijurídica del dicho de Carromero
refutado por las pruebas materiales y testificales.

Coda
Así como los abogados españoles Eduardo Gracia Pena y Francisco Andújar
engatusaron a la familia Payá con aquella querella absurda ante la
Audiencia Nacional en Madrid por crimen de lesa humanidad contra la
Seguridad del Estado, el Director Jurídico Internacional de HRF, Javier
El-Hage, y su abogado asociado Roberto González pretenden seguir la rima
con un informe panfletario que incluye hasta "un análisis científico
refutando la versión oficial de los hechos" (página 34). Un tal
Francisco Muller, de la Academia Vareliana de las Ciencias, dice que las
fotos del auto fueron manipuladas, como si no constaran en el expediente
judicial para establecer la cadena de custodia, a tal punto que "la foto
frontal muestra reflejos [tales como] una urbanización, un edificio y
una iglesia gótica [que] sugieren que las fotos fueron tomadas en un
lugar de la ciudad de Camagüey…"
Habría que sumar entonces al agregado de policía Cuesta Macho a la
conspiración, por haber informado que inspeccionó personalmente el
Hyundai en Bayamo, y así los complotados en el encubrimiento del
asesinato de Payá y Cepero rondarían ya la veintena, para dejarnos
expectantes por el episodio de que alguno escape de la Isla y confirme
el dicho del bicho.

Ilustraciones de la defensa en el juicio a Carromero
Descargar PDF [4,38 MB]
http://www.cubaencuentro.com/var/cubaencuentro.com/storage/original/application/38ed332006b9d0c42e862a77ffe50cf2.pdf
Informe de Human Rights Foundation
Descargar PDF [1,11 MB]
http://www.cubaencuentro.com/var/cubaencuentro.com/storage/original/application/663a4d2d4a9f6357370a5f87353affa8.pdf

Source: El caso Payá: otro episodio - Artículos - Opinión - Cuba
Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/el-caso-paya-otro-episodio-323269

No comments: