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Thursday, May 14, 2015

Apetito comercial por Cuba tropieza con la legislación

Apetito comercial por Cuba tropieza con la legislación
AFP

El histórico anuncio de restablecimiento de relaciones entre Washington
y La Habana abrió el apetito de empresas y diversos sectores económicos
estadounidenses por el mercado cubano, aunque para beneficiarse de ello
primero tendrán que promover el desmantelamiento de la restrictiva
legislación de embargo hacia la isla.

El presidente de Francia, François Hollande, fue el primer jefe de
Estado europeo en visitar Cuba después del anuncio de la reaproximación
entre ese país y Estados Unidos, en un gesto de elevado calibre político
e importante peso comercial y empresarial.

Pero los franceses apenas elevaron la apuesta, ya que desde el inicio de
año otras delegaciones comerciales europeas aterrizaron en La Habana
para explorar el nuevo mercado.

En abril pasado, una delegación de 45 empresarios españoles encabezada
por el Secretario de Comercio mantuvo contactos en la capital cubana, y
una semana más tarde fue el turno de representantes de 30 grandes
empresas de Gran Bretaña de iniciar conversaciones en La Habana.

En tanto, del lado estadounidense el más evidente gesto de interés
comercial fue la visita del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo,
quien viajó a la capital cubana acompañado por ejecutivos de importantes
firmas, como MasterCard o los laboratorios Pfizer, además de académicos
y productores agrícolas.

En marzo, una delegación de la Coalición Agrícola Estadounidense por
Cuba se presentó con nada menos que 96 empresarios (incluidos dos ex
Secretarios de Agricultura), y al mes siguiente la capital cubana
recibió a una misión empresarial del estado de Texas interesada en
acuerdos agrícolas.

Sin embargo, el evidente apetito de las empresas estadounidenses por
ocupar espacios en el naciente mercado cubano se estrella con un
obstáculo formidable y que por el momento parece de difícil solución: la
persistencia del embargo estadounidense a Cuba, vigente desde mediados
del siglo pasado.

En este escenario contradictorio, en que la propia legislación
estadounidense bloquea el acceso de empresas nacionales a realizar
negocios en Cuba, el subsecretario de Comercio, Stefan Selig, trató esta
semana de minimizar la dimensión de la oportunidad, alegando que se
trata de un mercado de apenas 11.5 millones de personas.

Ese mercado, dijo Selig, representa "la mitad del estado de Ohio, es muy
pequeño", y advirtió además que en Cuba hay "enormes problemas de
infraestructura".

Un empresario latinoamericano en Washington comentó irónicamente con AFP
que "aún así, no todos los días aparece un nuevo mercado de 11 millones
de personas".

Para Christopher Sabatini, del Council of the Americas, no hay como
eludir el hecho concreto de que "la legislación estadounidense permanece
como un obstáculo a las inversiones en la isla".

El presidente Barack Obama introdujo algunas leves modificaciones en las
normas al comercio con el sector no estatal de Cuba, un segmento que
"aunque es importante es aún muy chico", agregó Sabatini a la AFP.

Geoff Thale, del centro de estudios Washington Office on Latin America
(WOLA), dijo a la AFP que "el cambio de las relaciones bilaterales no
permitirá aún que empresas estadounidenses tengan comercio o inviertan
en Cuba, porque el embargo aún está vigente".

En la visión de Thale, empresas principalmente europeas "desean estar en
la puerta de acceso antes que se levante el embargo en Estados Unidos".

Rígidamente codificado en un pequeño puñado de leyes, en especial la
famosa ley Helms-Burton, el embargo solo podrá ser removido por el
Congreso, donde el opositor partido Republicano domina las dos cámaras.

Pero si los conservadores republicanos parecen estar dispuestos a cerrar
filas contra el fin del embargo con la esperanza de forzar algún cambio
en Cuba, al mismo tiempo sufren presión de los empresarios locales,
quienes alegan que esa visión ideológica es contraria al dogma
partidario de proteger e impulsar el ambiente de negocios.

Rachel deLevie-Orey, responsable por el programa sobre Cuba en el
Atlantic Council, dijo a la AFP que "difícilmente la legislación, y en
especial la ley Helms-Burton, sea borrada de un plumazo. Es más probable
que sea desmontada pedazo a pedazo, en un proceso que llevará tiempo".

Para el experto Jake Colvin, del Consejo Nacional de Comercio Exterior,
en definitiva el ritmo de la marcha será dictado por las experiencias en
Cuba.

"La participación extranjera en Cuba dependerá de las realidades en el
terreno, incluyendo el estado de la economía cubana y las actitudes y
políticas del gobierno cubano con relación al comercio exterior y las
inversiones", expresó Colvin en declaraciones a la AFP.

Source: Apetito comercial por Cuba tropieza con la legislación | El
Nuevo Herald El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article20879850.html

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