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Saturday, March 14, 2015

"¿Oigo? ¿Oigo?"

"¿Oigo? ¿Oigo?"
YOANI SÁNCHEZ, 13/03/2015

Marcó el número y esperó. Nada, ni un timbre, ni siquiera un sonido de
ocupado. Lo intentó de nuevo y entonces salió una voz de mujer que
recomendaba esperar en línea. Después de varios minutos comprendió que
era una estafa, pero ya había perdido casi la mitad del saldo de la
tarjeta prepagada. Al final pudo comunicar, aunque la voz de su madre
sonaba como si hablara bajo el agua y apenas alcanzó a decirle que
estaba bien, que la extrañaba. La línea se cortó y su llamada a Cuba
terminó.

Entre los muchos dramas que trae la emigración, hay que sumarle, en el
caso cubano, las complicaciones para comunicarse con la Isla. Tenemos
las tarifas más caras del mundo para quienes quieren comunicarse con
nosotros, sólo comparables con países en guerra o naciones colapsadas
por algún conflicto. Los exiliados cubanos se han dejado miles de
millones en estos más de cincuenta años para hablar con los familiares
en su tierra natal, unos recursos que han tenido que restarle a la dura
tarea de abrirse camino en una nueva realidad.

De ahí que el anuncio de una interconexión directa entre Cuba y Estados
Unidos para llamadas de voz haya sido recibido con esperanza, una señal
de que tal absurdo telefónico quizás termine a corto plazo. La firma de
un acuerdo entre la empresa IDT Telecom y nuestro monopolio nacional
Etecsa abre la puerta a otros posibles entendimientos en esa esfera tan
importante. Es un primer paso cuyo efecto apenas se ha notado aún, pero
que sin dudas resulta una buena noticia para quienes viven con los
afectos fragmentados por el Estrecho de la Florida.

En Cuba la expectativa se concentra no sólo en poder llamar directamente
a Estados Unidos sino en hacerlo a través de terceros países. Los ojos
también aumentan de brillo cuando la gente imagina que a través de ese
camino pudiera llegarle el acceso a Internet. Una conexión de datos,
gestionada por empresas norteamericanas pero accesible desde la Isla, se
ha convertido en la ilusión más compartida por quienes no quieren
demorar un año más su entrada al ciberespacio.

Sin embargo, esa posibilidad no ha sido mencionada hasta el momento por
Etecsa que, como toda empresa que responde no a intereses comerciales
sino ideológicos, prefiere prolongar la censura sobre Internet que ganar
dinero. Pero eso es sólo por el momento. Aún así, es un alivio que en
breve los exiliados y emigrados cubanos que radican en Estados Unidos
vean disminuir los tropiezos para comunicarse con sus parientes en
territorio nacional. Que tomar el teléfono, marcar un número cubano y
esperar en la línea no siga siendo una aventura de impredecibles resultados.

Source: "¿Oigo? ¿Oigo?" -
http://www.14ymedio.com/blogs/generacion_y/Oigo_7_1741695814.html

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