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Monday, March 09, 2015

El castrismo y sus amigos

El castrismo y sus amigos
Con ayuda de diversos medios, va sentándose la imagen falsa de que el
castrismo es dictadura familiar y militar, afirma el autor de este artículo
Arnaldo M. Fernández, Broward | 09/03/2015 2:01 pm

Luego de doble doctorado en hacer leña el país y conservar el poder por
más de medio siglo, Fidel Castro [Raúl es mero avatar] se doctorará en
transición pacífica con la tesis "Paso del castrismo a régimen con Jefe
de Estado y Gobierno sin apellido Castro".
Desde antes de su crisis intestinal, Castro venía preparando la jugada
que su avatar cantó el 14 de junio de 2006: "El Comandante en Jefe de la
Revolución Cubana es uno solo, y únicamente el Partido Comunista (…)
puede ser el digno heredero (…). Para eso trabajamos, y así será".
Castro sabe perfectamente que la dictadura de partido único se rige,
como advirtió Trotsky, por la ley de sustitución de la máxima autoridad:
del Congreso por el Comité Central, del Comité Central por el Buró
Político, del Buró Político por el Primer Secretario. De ahí que su
avatar cantara también, en el Informe Central al VI Congreso, la jugada
de "limitar, a un máximo de dos períodos consecutivos de cinco años, el
desempeño de los cargos políticos y estatales fundamentales".
Sin nerviosismo alguno, los inquilinos del Palacio de la Revolución
acaban de anunciar cómo se consumará la doble jugada: con el VII
Congreso (2016) y la reforma electoral que impedirá, o al menos
dificultará, que Miguel Díaz-Canel u otro se crea que, por ser electo
jefe de Estado y Gobierno, es un nuevo Castro.
Amistades peligrosas
Entretanto la oposición, por debajo de su retórica anticastrista, y la
cubanología, por debajo de su barniz académico, prosiguen divulgando
estupideces sobre el castrismo, que se tornan amistosas con aquel porque
ni sirven para enfrentarlo ni para ganarse al pueblo de Cuba.
A propósito de la reforma electoral, ¿se acuerdan del Coco Fariñas
contando al Miami Herald que asesores de Raúl Castro habían sugerido
admitir de 15 a 25 disidentes en la Asamblea Nacional?
Por donde quiera que uno vire esta declaración, Fariñas queda como amigo
del castrismo al difundir cierta imagen de bondad parlamentaria. Si dijo
verdad, se dejó engañar por quienes le pasaron el chisme; y si dijo
mentira, se atrevió a engañar con un cuento tan falaz que termina por
desacreditarlo como opositor, tanto por desconocer al rival —la ausencia
de oposición parlamentaria es el núcleo duro del Estado castrista— como
por carecer de sentido común al pensar que con semejante cuento iba a
causar algún efecto positivo para el exilio o la oposición.
Y lo peor es que otras tantas estupideces se difunden hasta por esa
cubanología que maneja incluso al hijo del Raúl Castro como sucesor que
el castrismo sacará de la manga en 2018. Ni siquiera se dan cuenta de
que el Buró Político jamás se hubiera arriesgado a escoger al hijo de
vecino Díaz-Canel como vicepresidente primero, sin tenerlo previsto como
jefe de Estado y Gobierno para 2018, ya que podría serlo antes —sin otro
trámite y por imperativo constitucional— "en caso de ausencia,
enfermedad o muerte del Presidente del Consejo de Estado" (Artículo 94).
El castrismo en sucesión no tiene nada que ocultar y juega al póquer
político abierto, tras más de medio siglo de preparación de nuevas
generaciones de cuadros. Entre tanto la amistad de opositores y
cubanólogos con Castro se vuelve peligrosa para el anticastrismo, porque
rebaja la credibilidad y convence a muchos de que nada serio —ni
siquiera lógico— puede esperarse de unos u otros.
Lo peor es que, con ayuda de diversos medios, va sentándose la imagen
falsa de que el castrismo es dictadura familiar y militar. Tras
retirarse Castro y su avatar, ningún mando militar continuará
fagocitando la sociedad en el Estado totalitario como puede hacerlo y
viene haciéndolo el único partido.
Hasta la propia doctrina militar castrista —la guerra de todo el pueblo—
gira en torno al Consejo de Defensa Nacional, que se replica por todas
las provincias y municipios bajo la presidencia de sus respectivos
primeros secretarios del Partido. En Cuba no hay ejército regular. Todos
los ciudadanos aptos para el servicio militar son reclutas temporales o
reservistas de por vida. Sólo el partido único puede controlar a unos y
otros —y a los demás— al extenderse por todo el país a todos los
sectores de la actividad social e incluso a la esfera privada.
Coda
La frágil sucesión de ademanes opositores e ideas cuba-no-lógicas
funciona como otro amigo más del castrismo al propiciar su tranquila
continuidad por no atinar siquiera a percibir que la dictadura de
partido único se desparrama de arriba abajo por toda la pirámide social
cubana y es el núcleo duro del Estado totalitario que genera las
ideologías oficiales, la represión política, la dirección centralizada
de la economía y el monopolio sobre las armas y los medios masivos de
comunicación.

Source: El castrismo y sus amigos - Artículos - Opinión - Cuba Encuentro
-
http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/el-castrismo-y-sus-amigos-322206

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