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Saturday, January 24, 2015

Un tema que siempre incluimos

'Un tema que siempre incluimos'
ROSA MARÍA PAYÁ ACEVEDO | Washington | 22 Ene 2015 - 5:50 pm.

Estados Unidos y los gobiernos del mundo deberían saber que sin que
emerja toda la verdad acerca de las atrocidades cometidas por el
Gobierno cubano, no habrá democracia ni estabilidad real en la Isla.

He estado solo doce horas en Washington, DC. El tiempo justo para
asistir a la amable invitación hecha por el senador Marco Rubio para
presenciar el discurso del presidente Barack Obama sobre el estado de la
Unión.

Es invierno en DC, pero el atardecer incendiaba sus siluetas
monumentales, regalándole un perfil cálido a la capital. Ya en el
Capitolio pude conversar con varios senadores demócratas y republicanos,
todos interesados en escuchar sobre el tema cubano. Los puntos siguen
siendo elementales:

1) Estados Unidos sostiene conversaciones de alto nivel con un Gobierno
que nunca ha sido elegido por sus ciudadanos. Por tanto, esperamos que
en la mesa de diálogo esté presente el apoyo a la petición
constitucional que miles de ciudadanos cubanos han hecho para que se
realice un plebiscito en favor de las elecciones libres y plurales.

2) Las autoridades de Estados Unidos han apoyado en varias ocasiones la
necesidad de una investigación independiente sobre las muertes violentas
el 22 de julio de 2012 de mi padre Oswaldo Payá, premio Andrei Sajarov
del Parlamento Europeo, y de Harold Cepero, joven líder del Movimiento
Cristiano Liberación. Por coherencia, este punto debe ser discutido
ahora con el Gobierno cubano, pues existe la oportunidad de manejarlo
directamente a través de los nuevos canales oficiales.

En el avión de regreso, me topé con la Sra. Roberta Jacobson,
subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental. La
abordé de inmediato y se levantó para saludarme. Agradecí su gesto.

"¿De vuelta a casa o vas solo hasta Miami?", me preguntó casi
ingenuamente. "Voy hasta Miami", le dije, y recordé que hace más de un
año no regreso a mi hogar en La Habana. La última vez que estuve allí, a
un costado del Parque Manila en El Cerro, la Seguridad del Estado
perseguía a mis hermanos en la calle y llamaban por teléfono para decir:
"hija de puta, te vamos a matar".

La Sra. Jacobson se dirigía a La Habana, donde están teniendo reuniones
con funcionarios del Gobierno cubano. Uno de ellos es el reconocido
agente de la Seguridad del Estado Gustavo Machín. No por casualidad fue
el mismo que tuvo a su cargo la circense rueda de prensa que el sueco
Aron Modig realizó en Cuba, mientras estaba preso en régimen de
aislamiento y sin cargos, justo antes de expulsarlo del país sin
permitirle encontrarse con mi familia, tal como solicitamos al ser
conocido nuestro y ser nosotros los más afectados. Aron viajaba en el
carro con mi padre el día del atentado largamente anunciado a nuestra
familia (con testigos casi siempre, para aterrorizarlos como medida
ejemplar) y fue secuestrado por la Seguridad del Estado inmediatamente
después de que el carro fuera sacado de la carretera.

Le pregunté a la subsecretaria si la investigación independiente que
estamos reclamando por la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero
formaría parte de las conversaciones con el gobierno cubano. "This is
always a point that we raise" [Es un punto que siempre incluimos], me
contestó asintiendo.

También me explicó que planeaban tener una conversación sobre derechos
humanos, sin especificar cuándo sería. Me hablaba con la normalidad de
los funcionarios civiles, como si no estuviese viajando al corazón de la
dictadura más longeva del planeta para encontrarse con agentes
criminales, algunos de los cuales fungieron de espías en los propios
Estados Unidos.

El Gobierno cubano ha mentido a la Relatoría de Crímenes Extrajudiciales
de Naciones Unidas, cuando esta le ha pedido información sobre la muerte
de mi padre. Después de más de dos años, las autoridades cubanas
continúan negándonos el informe de autopsia de su cuerpo, reporte al
cual la familia tiene derecho de acuerdo con las leyes vigentes en la Isla.

Este viernes 23 de enero me reuniré en la Casa Blanca con el Sr. Ricardo
Zúñiga. Espero que para entonces él tenga noticias de la respuesta del
Gobierno cubano a Roberta Jacobson, sobre la investigación del atentado
contra Harold y mi padre el cruel día que nuestra familia temía pero
jamás llegó a concebir.

Estados Unidos y los gobiernos del mundo deberían saber que, sin que
emerja toda la verdad sobre esta y tantas otras atrocidades que la
historia ha mitificado como una "revolución", en Cuba no habrá
democracia ni estabilidad real. Es posible que antes del viernes la
prensa internacional acreditada en la Isla ya tenga una respuesta de
ambas partes sobre esta ineludible cuestión en un diálogo a tan alto nivel.

Source: 'Un tema que siempre incluimos' | Diario de Cuba -
<http://www.diariodecuba.com/cuba/1421945417_12467.html>

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