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Saturday, January 24, 2015

Un monumento a la chancleta vieja en Camagüey

Un monumento a la chancleta vieja en Camagüey
Posted on 23 enero, 2015
Por Alejandro Rodríguez Rodríguez*

A Camagüey le falta una estatua, una máquina de café y un buen nombre
para el crematorio.

Aun tratándose de una de las ciudades más grandes y viejas de Cuba, su
espíritu es de pueblo… como el espíritu de La Habana, o el de Buey
Arriba en Granma. El espíritu pueblerino consiste en que todo el mundo
se entera de lo mismo, casi de la misma manera.

No puede ser de otra forma en una ciudad con un periódico semanal de
ocho páginas, dos funerarias (una para cada muerto de la noche), dos
casas de cambio de divisas, 10 cajeros automáticos, un crematorio que
oficialmente se llama "Incinerador de Cadáveres", y medio centro
comercial que tiene la mala costumbre de coger candela a cada rato (El
Encanto).

El adjetivo "pueblerino" puede resultar doloroso a esa parte de la
población que insiste en no bajar la nariz por más que haga una pila de
años que el fausto oropel camagüeyano es solo una metáfora de la
Colonia, pero es verdad: lo que una vez fue -según los libros y los
viejos intelectuales católicos que los escriben- una ciudad
circunspecta, ahora es cosa loca, llena de situaciones extrañas.

Por ejemplo, tenemos una tienda famosa donde venden carnes "exóticas"
como la de langostas, camarones y vaca, a la que el choteo popular llama
"El Museo de la Carne", pues su función no parece ser vender carnes,
sino proporcionar cierto amparo legal a la comercialización de platos
con estas carnes en los restaurantes privados.

Déficit de carnes

El déficit de carnes se debe a que la estampa más común del ganadero
camagüeyano ahora se reduce al guajiro flaco, con camisa verde olivo,
que vende queso de contrabando a la orilla de la Carretera Central; o
cuida una manada de chivos a quienes toca comerse las arrobas de marabú
sembradas por los burócratas que trabajan en el rascacielos del
Ministerio de la Agricultura.

Previo a los festejos por los 500 años de esta ciudad, la prensa anunció
que el gobierno local levantaría una estatua en honor a la poetisa
camagüeyana Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873), en la esquina de
las calles General Gómez y Avellaneda.

Pero el plan solo llegó hasta la parte del pedestal… En vez de estatua
hoy se exhibe allí una chancleta vieja, cortesía de algún jodedor de los
alrededores…

Inmortalicé con una fotografía este singular y volátil monumento, pues
sé que habrá mentes agrias y desayunadores de petróleo que se
apresurarán a retirar de allí esta auténtica burla popular.

La estatua que nunca fue

Hasta la fecha no hay una explicación oficial del porqué nunca se colocó
la estatua de Gertrudis Gómez de Avellaneda. Los rumores, sin embargo,
apuntan a que alguna instancia nacional ordenó a las autoridades locales
detener el emplazamiento, pues las últimas no contaban con las
autorizaciones requeridas, o habían violado el debido proceso para
levantar una estatua en Cuba.

Si para poner un anuncio publicitario en su propia fachada el papeleo es
brutal, imagínese usted para erguir un monumento público… ¡Más fácil se
yergue y sale caminando el Martí de la Plaza de la Revolución…!

Otro de los palacios provinciales del absurdo es el llamado Coffea
Arábiga, diseñado originalmente para vender los mil y un tipos de café.
Pero la máquina de hacer café se rompió a los pocos días de inaugurado
el lugar (de lo cual hace casi un año), y ahora en el Coffea Arábiga se
vende pan con croqueta aplastada, aunque lo que se anuncia es hamburguesa…

PD: Este blog ofrece sus condolencias a todos los padres camagüeyanos
que deben pasar con sus hijos pequeños frente al "Incinerador de
Cadáveres";… no imagino qué les explicarán cuando los niños pregunten
qué es eso que dice allí, en el cartel de la entrada…

*Periodista cubano residente en Camagüey. Tomado de su blog Alejo3399

Source: Un monumento a la chancleta vieja en Camagüey | Café Fuerte -
http://cafefuerte.com/cuba/21590-un-monumento-a-la-chancleta-vieja-en-camaguey/

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