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Tuesday, January 20, 2015

Qué se viene en Cuba?

¿Qué se viene en Cuba?
En un régimen democrático las encuestas de opinión proporcionan
información sobre la posición de la población e influyen la conducta y
decisiones de los políticos
Rolando H. Castañeda, Washington DC | 20/01/2015 1:04 pm

El 16 de enero el gobierno de EEUU adoptó las primeras medidas hacia la
normalización de las relaciones con Cuba, cambio que será difícil
revertir. Seguramente hay consideraciones de realpolitik detrás de la
decisión adoptada por el presidente Barack Obama en adición a la opinión
existente en 2008 cuando el entonces candidato presidencial prometió
modificar la política hacia la Isla. También es pertinente tener
presente la opinión internacional generalizada adversa a las sanciones,
así como las encuestas de opinión a la población estadounidense y
cubanoamericana que apoyan el restablecimiento de las relaciones
diplomáticas, el fin del embargo comercial y la eliminación de las
prohibiciones a las visitas de todos los estadounidenses a la Isla.
Apoyo al cambio de política en 2008
Madeleine Albright, la exsecretaria de relaciones exteriores del
presidente Bill Clinton, en su libro Memo to the President Elect: How We
Can Restore America's Reputation and Leadership, argumentó en contra de
las sanciones unilaterales en 2008 (p. 93-98). A menos que las sanciones
tengan apoyo internacional generalizado, no logran el efecto pretendido,
no afectan a la élite gobernante sino a la población en general y
después de cierto tiempo el gobierno afectado realiza ajustes para
limitar sus efectos adversos.
Por ser estimado obsoleto y su levantamiento inevitable, el relajamiento
del embargo fue apoyado por organizaciones no partidistas de EEUU, como
el Center for the Study of Globalization de George Washington
University, el Atlantic Council y el Council for Foreign Relations;
entidades libertarias como el Lexington Institute y el Cato Institute;
Mario Loyola en la neoconservadora Weekly Standard; Brent-Scowcroft, el
exasesor de Seguridad Nacional republicano, George Shultz el
exsecretario de Estado republicano y los excandidatos presidenciales
Christopher Dodd, Dennis Kucinick y Ron Paul, así como parcialmente por
Barack Obama y Bill Richardson y fue adoptada en la plataforma del
partido demócrata de 2008.
Opiniones y encuestas
A nivel internacional la política de las sanciones unilaterales fue
condenada anualmente por amplios y crecientes márgenes en la ONU. La
Asamblea General de 2014 adoptó por 23er año consecutivo y mediante una
vasta mayoría una resolución condenando las sanciones de EEUU a Cuba y
solicitando su derogación. La propuesta fue respaldada por 188 votos a
favor, tres abstenciones (Micronesia, Palau y las Islas Marshall) y dos
votos en contra, EEUU y Israel. En 2014 la resolución obtuvo más votos
que nunca antes. De los 59 países que la apoyaron en 1992, el número
aumentó progresivamente a 179 en 2004 y 183 en 2006. Además los foros
iberoamericanos y regionales han solicitado la reconsideración de la
política de EEUU o, al menos, de sus aspectos centrales, ya que se
oponen a este tipo sanciones en tiempos de la globalización y la
interdependencia, y apoyan el diálogo y la negociación para la
resolución de los conflictos.
En un régimen democrático las encuestas de opinión proporcionan
información sobre la posición de la población e influyen la conducta y
decisiones de los políticos, quienes suelen tomar decisiones sobre los
temas que la población respalda.
La encuesta realizada por la CBS News en 18-21/12/2014 muestra que el 54
% de los entrevistados aprueba el restablecimiento de las relaciones
diplomáticas y comerciales con Cuba, frente al 28 % que la desaprueba y
el 18 % que no está seguro o no contestó. Asimismo, el 77 % apoya que se
permitan los viajes de todos los estadounidenses a la Isla, con
oposición del 17 % y el 6 % no está seguro. Otras dos encuestas de
CNN/ORC (18-21/12/2014) y ABC/Washington Post (17-21/12/2014) muestran
conformidad con restablecer las relaciones diplomáticas del 63 % y 64 %,
terminar el embargo comercial del 55 % y 68 %, y eliminar las
restricciones al viaje de los estadounidenses a Cuba del 67 % y 74 %,
respectivamente.[1]
Lo anterior no es coyuntural como señaló Carlos A. Montaner, es
consistente con la posición anterior de los estadounidenses sobre el
tema. En una encuesta de Gallup del 20-21/4/2009, después de la primera
elección del presidente Obama, los estadounidenses apoyaron en un 60 %
el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, con oposición del 30
% y el resto sin opinión; el 51 % respaldó eliminar el embargo
comercial, 36 % se opuso y 13 % no expresó su opinión; así como el 64 %
favoreció eliminar las restricciones al viaje de los estadounidenses, el
27 % se opuso y el 9 % no estaba seguro.[2]
De acuerdo a la encuesta de FIU efectuada entre los cubanoamericanos de
Miami Dade, en junio de 2014, el 71 % opina que el embargo no ha
funcionado muy bien o en lo absoluto, el 52 % se opone a la continuidad
del embargo, el 68 % respalda el restablecimiento de las relaciones
diplomáticas, el 69 % apoya el viaje irrestricto de todos los
estadounidenses, el 71 % favorece fuertemente o mayormente los contactos
"pueblo a pueblo", el 53 % votaría por candidatos que apoyen el
restablecimiento de las relaciones y el 81 % (probablemente o algo
probable) votaría por candidatos que apoyen sustituir el embargo por una
política que presione al gobierno cubano sobre los derechos humanos.[3]
Los inmigrantes cubanos a EEUU más recientes tienen una actitud
marcadamente diferente de los inmigrantes previos sobre respaldar una
apertura de las relaciones de EEUU con Cuba, lo mismo sucede con los
cohortes más jóvenes de la población por edades, mientras más jóvenes,
mayor es el apoyo al cambio de política. Los emigrantes de 1959-1964
favorecen la continuidad del embargo en 55 % y se oponen en un 45 %,
mientras que los de 1995-2014 lo apoyan en un 42 % y se oponen en 52 %.
La población de 18 a 29 años respalda el restablecimiento de las
relaciones en un 88 % mientras que la población de más de 65 años lo
hace en un 41 %. Los de 1959-1964 apoyan restablecer las relaciones
diplomáticas en 47 %, en contraste los de 1995-2014 lo respaldan en 80
%. Los de 1959-1964 favorecen el viaje irrestricto de todos los
estadounidenses a Cuba en 43 % y se oponen en 57 %, mientras que los de
1995-2007 lo apoyan 80 % y se oponen en 20 %. Los de 1959-1964 respaldan
fuerte o mayormente los contactos "pueblo a pueblo" en 49 % mientras los
de 1995-2014 lo hacen en 84 %.
Realpolitik, la economía importa
Por años las autoridades estadounidense han estado preocupadas por el
éxodo irregular y desordenado desde la Isla. Recientemente Pat
DeQuattro, excapitán del Servicio de Guardacostas de EEUU, se pronunció
sobre mantener el orden y la seguridad debido al alza de balseros,
precipitada por la situación en la Isla y en particular por el temor a
que se discontinúe la política de "pies secos, pies mojados" después del
anuncio del 17 de diciembre.
Es probable que con la ralentización de la economía en 2014, anterior al
desplome de los precios del petróleo y la posterior involución de
Venezuela, esté comenzando otro periodo especial determinado por el
menor pago que Venezuela puede efectuar en petróleo y efectivo por los
servicios profesionales (y otros) que Cuba le brinda.
Los acuerdos anuales de cooperación entre Venezuela y Cuba que se
firmaban con gran algarabía a principios de cada año, y aportaban entre
US$1 y $2 mil millones anuales en inversiones a la Isla, ahora se
mencionan discretamente y ya no incluyen grandes proyectos como la
refinería de Cienfuegos.
El valor de las reexportaciones petroleras (unos 55 mil barriles diarios
(mbd), dado que Cuba recibía unos 105 mbd, pero solo utilizaba
internamente unos 50 mbd) son definitivamente menores en unos US$1 mil
millones solo por la caída del precio de petróleo, pero probablemente
sean mayores por la reducción de los envíos de petróleo.
Según Horacio Medina, exgerente de PDVSA, los envíos se han reducido a
70 mbd, lo que significa una reducción del total de ingresos por
reexportaciones petroleras de unos US$1,6 mil millones.
A principios de 2014 Pavel Vidal anticipó una posible recesión cubana
por la reducción gradual de la ayuda venezolana debido a los problemas
de ese país, que indiscutiblemente se han agudizado por el desplome del
precio y la reducción de la producción del crudo.
Luis Luis analizó en detalle el efecto de las medidas adoptadas por EEUU
el 19 de diciembre de 2014, las estima en un aumento de las entradas de
divisas de US$500 millones a $600 millones, o sea del 0,5 % al 0,6 % del
PIB en 2015.[4]
El efecto, si bien es significativo en sí mismo, es menor al de la
reducción de las reexportaciones de petróleo y la degradación de los
convenios anuales de inversión de Venezuela en Cuba, por lo que deberá
producirse una recesión en la Isla.
En los años 1990s Fidel Castro adoptó medidas hasta entonces
inconcebibles para enfrentar la crisis del periodo especial. Raúl Castro
tendrá que hacer algo similar próximamente pues no tiene otra
alternativa, aunque en esta ocasión dispondrá de opciones adicionales
provenientes de la modificación de la política estadounidense en un
momento que la economía de EEUU tiene un particular dinamismo y
fortaleza a nivel internacional.
En su libro Economic Normalization with Cuba, Clyde Hufbauer y Barbara
Kotschwar del Peterson Institute proponen una ruta crítica para
normalizar las relaciones entre EEUU y Cuba. Señalan que los cambios
normalizadores de EEUU deberían ser graduales para (1) evitar los
efectos negativos de retrasar las reformas internas de Cuba, favorecer
los intereses creados y la corrupción de los funcionarios públicos, así
como (2) para favorecer que se otorgue igualdad de oportunidades a los
cubanos y a las empresas estadounidenses.
Quienes deseamos un cambio del sistema vigente en Cuba porque el actual
ha fracasado rotundamente, aún con las limitadas reformas que Raúl
Castro ha realizado a partir del 26/07/2007, debemos solicitar,
presionar y apoyar, en forma realista y pragmática, cambios absolutos y
completos sobre los derechos ciudadanos, la descolectivización de la
economía y dar un mayor rol al mercado sobre las entorpecedoras
regulaciones y restricciones burocráticas vigentes.
[1] http://www.pollingreport.com/cuba.htm
[2] http://www.gallup.com/poll/1630/cuba.aspx
[3] https://cri.fiu.edu/research/cuba-poll/2014-fiu-cuba-poll.pdf
[4] Luis R. Luis, Economic Impact of the New Cuba Measures, ASCEBlog,
Dec 24, 2014.

Source: ¿Qué se viene en Cuba? - Artículos - Opinión - Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/que-se-viene-en-cuba-321606

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