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Monday, January 26, 2015

Está muerto el pasado?

¿Está muerto el pasado?
Para enterrar el pasado, hay que cerciorarse de que está muerto. Los
caciques de Cuba se resisten a enterrar su bistec con papas fritas.
¿Debemos aplaudir a quienes provocaron la catástrofe?
domingo, enero 25, 2015 | José Hugo Fernández

LA HABANA, Cuba -Para enterrar el pasado, primero hay que cerciorarse de
que está muerto. Mi abuela aseguraba que para ella el pasado era un
bistec con papas fritas. Y se echó la mitad de la vida añorándolo pero
sin poder enterrarlo. No perdía la fe en su posible resurrección. Hasta
que finalmente el pasado la enterró a ella. Es algo que he recordado al
leer la apelación no sé si al consuelo, a la conformidad o al sacrificio
que lanzó Palabra Nueva el 22 de enero, a propósito del reinicio de
relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, y en torno a lo cual esta
revista le propone a nuestra gente que no se permita quedar atrapada en
el pasado.

Tal vez exista una leve confusión en lo que entienden los de Palabra
Nueva con respecto a lo que es el pasado y el presente para los cubanos.
Incluso es posible que también confundan lo que significa aquí estar
atrapado. De lo contrario, se percatarían de que es inútil convocarnos a
que nos libremos del pasado, habida cuenta que el pasado y el presente
de Cuba están secuestrados por el régimen (con nosotros adentro, claro),
y que resulta ingenuo pretender que nos libremos de un apresamiento
desde otro apresamiento que es, ni más ni menos, consecuencia y
requisito directos del primero.

Llama la atención, por otro lado, que en Palabra Nueva se preocupen
únicamente por la condición de atrapados por el pasado que –según
ellos-, manifiestan los cubanos corrientes, entretanto, en los días que
corren, el régimen evidencia una vez más su aferramiento a un sistema
violador de los derechos humanos, que lejos de ser un peldaño hacia el
futuro, representa un empujón hacia las cavernas. Está visto que a los
caciques de Cuba les ocurre lo mismo que a mi abuela: se resisten a
enterrar su bistec con papas fritas, sueñan con la resurrección,
mientras los de Palabra Nueva sólo nos convocan a nosotros, los cubanos
de a pie, al "gran desafío que significa enderezar el camino torcido…".

Ellos no son los únicos, justo sea decirlo. Analistas y politólogos
insisten por estos días en el hecho de que al dar su paso hacia la
reconciliación, el gobierno de los Estados Unidos ha reconocido el
fracaso de una estrategia política y económica retrógradas, sostenidas
durante varias décadas contra el régimen cubano. Sin embargo, casi nadie
se detiene en el dato de que, aun sin reconocerlo de palabras, nuestro
régimen también certifica el fracaso de su política y estrategia
retrógrados, pues todo el mundo sabe que se le han ido cerrando las
puertas, y que si hoy no se deciden a malograr este acercamiento al
clásico "enemigo" (con todo y que pataleen, enviándole falsos guiños a
sus cómplices de la izquierda internacional), es porque están en
bancarrota, tanto económica como política, y están viendo cerrarse todas
las otras posibles salidas de escape. Por más que aún así, continúen
adheridos a su bistec con papas fritas.

Una cosa es que nos digan que las circunstancias de catástrofe histórica
y de callejón sin salida a la cual nos llevó la revolución fidelista,
nos obligan hoy a escoger entre lo malo y lo peor, conscientes de que lo
malo podría hallar su alivio en las relaciones que los propios
provocadores de la crisis establezcan con los americanos. Pero otra cosa
bien distinta es que intenten hacernos creer que para no estar atrapados
por el pasado, debemos aplaudir que quienes provocaron la catástrofe
permanezcan al mando, ahora santificados por tales relaciones, y por si
fuera poco, sin la disposición de librarse de su pretérito infame.

Source: ¿Está muerto el pasado? | Cubanet -
http://www.cubanet.org/actualidad/actualidad-destacados/esta-muerto-el-pasado/

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