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Saturday, January 03, 2015

El New York Times y la solidaridad de los complices

El New York Times y la solidaridad de los complices
[03-01-2015 10:00:02]
Huber Matos Araluce

(www.miscelaneasdecuba.net).- Por varias semanas el New York Times
estuvo aconsejando al Presidente Obama que sería un triunfo para él
restablecer relaciones diplomáticas con Cuba. Entonces el 17 de
diciembre el Presidente tomó al mundo por sorpresa admitiendo que
llevaba 18 meses en conversaciones secretas con el gobierno de la Isla y
anunció, entre otras medidas, el restablecimiento de relaciones
diplomáticas con el régimen castrista. Es lógico pensar que el NYT
estaba al tanto de las negociaciones.
Aunque lo que se negoció durante 18 meses es un secreto bien guardado es
probable que el NYT tenga la información y en sus artículos esté de
nuevo anticipando lo que sabe va a suceder en Cuba. Por ejemplo
recientemente el NYT publicó un editorial titulado "Nuevas dinámicas
para los disidentes en Cuba" en el cual plantea que hay democracias
latinoamericanas que podrían presionar al gobierno de la Isla para que
haga cambios que apunten hacia la democracia.

¿Sorprendente verdad?

El periódico argumenta que esto no ha sucedido hasta ahora porque los
gobiernos de la región no querían que pareciera que estaban de acuerdo
con la política de Washington hacia Cuba. Pero, como ésta ha cambiado
esos gobiernos están libres de ser solidarios con quienes aspiran a una
democracia en Cuba. El editorial comenta que si los disidentes cubanos
fuesen invitados a la Cumbre que se celebrará el próximo abril en
Panamá, podrían incluso escuchar a la presidenta de Brasil, Dilma
Rousseff hablar de la Cuba democrática".

El argumento es contradictorio. ¿Cómo explicar que la casi totalidad de
los gobiernos latinoamericanos, incluyendo el de la señora Rousseff, no
han sido solidarios con los demócratas venezolanos? Por el contrario,
por acción u omisión, han respaldado al gobierno chavista que conspira
en estrecha colaboración con el régimen castrista para liquidar lo que
queda de democracia en Venezuela. Es difícil entender cómo sería
posible que esos mismos gobiernos presionen a Raúl Castro a transitar
hacia la democracia.

Otra explicación al probable cambio de comportamiento de los gobiernos
señalado por el NYT respecto el régimen en la Isla es que esto sea parte
de lo acordado entre Raúl Castro y Barack Obama. El plan consistiría en
una serie de cambios cosméticos en Cuba que serían aplaudidos por los
gobiernos de Latinoamérica como prueba real de que la transición hacia
más libertades en Cuba está en marcha. De esta manera los cómplices del
castrismo y del chavismo en Latinoamérica quedarían legitimados como
promotores de la democracia y la dictadura de partido único en Cuba también.

Las conversaciones y los acuerdos fueron secretos porque de esta manera
el dictador no cedería ante la oposición ni el pueblo cubano. El
propósito es legitimar la transición del castrismo comunista al
castrismo capitalista en Cuba sin poner en peligro a la dictadura. Raúl
Castro puede continuar enarbolando la soberanía de Cuba, la lealtad a la
revolución y al socialismo para que el pueblo cubano ni se desboque ni
se ilusione. Mientras que a cada pequeña concesión raulista la prensa,
la izquierda y los gobiernos latinoamericanos aplaudirán sus
"espontáneas" decisiones.

Con esta hoja de ruta secreta de la que el pueblo cubano ni la oposición
se enteraron, los pasos de Raúl Castro y las presiones y reacciones
solidarias de los cómplices de las dictaduras de Cuba y Venezuela le
quedarán como anillo al dedo al Presidente Obama y no dejarán de
beneficiar las aspiraciones presidenciales del Partido Demócrata en los
Estados Unidos en el 2016. Si algo faltara, por ejemplo, la
participación de la oposición cubana en la Isla, ya eso estará previsto,
con lista de invitados y todo.

Source: El New York Times y la solidaridad de los complices -
Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/54a7af923a682e0dfcd5def8#.VKfNLivF9HE

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