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Saturday, January 10, 2015

El futuro de Cuba, en el aire

El futuro de Cuba, en el aire
La llegada de Obama a la Casa Blanca y una mayor relación con América
Latina serán centrales para la isla en los próximos años
BERNARDO GUTIÉRREZ

El hotel Habana Libre es la metáfora perfecta de Cuba. Ningún otro
edificio de la isla representa al mismo tiempo el pasado de color
verde-dólar, la revolución y el incipiente capitalismo mixto. En esta
mole de hormigón, construida por la Compañía Hilton International
Hotels, la comandancia revolucionaria se instaló durante parte del año
1959. Y, tras rebautizarlo como Habana Libre, Fidel lo expropió para el
pueblo cubano. Desde 1997, el hotel es una empresa mixta que resume el
capitalismo light de los Castro para el siglo XXI: inversión de un grupo
español y del Estado cubano.
La habitación donde Fidel Castro pasó unos meses la número 2.324 está
cerrada a cal y canto. Dentro hay un piano, recuerdos embalsamados.
Fuera, una vorágine de capital empapa los 23 pisos, restaurantes,
joyerías, discotecas y tiendas del Habana Libre For Export.
"La inversión extranjera es buena para el hotel", asegura Yordanka
Medina, del área de Relaciones Públicas. Pero basta observar el Habana
Libre para ver las grietas de la fórmula. El pasado 31 de diciembre, el
caos reinaba en el hotel. Una tubería explotó. El sistema eléctrico,
dañado. Sólo funcionaba un ascensor.
La llegada del capital a Cuba, de momento, es como ese único ascensor en
funcionamiento. O conmigo el Gobierno cubano o contra mí. Pero para
muchos es un signo de apertura. La cubana Lisset Toledo, de la
consultora habanera Gilmar Investments, es optimista: "Cada vez hay más
extranjeros interesados en invertir. Aunque aún hay recelo".
Para Carlos Malamud, del Real Instituto Elcano, la "apertura económica
es insuficiente". El cambio político, matiza, está muy distante. "El
modelo chino o vietnamita es inviable. Tras una apertura económica llega
la presión política", asegura a Público Joaquín Roy, director del
European Union Center de Miami.
El vestíbulo del Habana Libre es un hervidero. Los ascensores siguen
bloqueados. Algunos turistas brasileños chapurrean portuñol. Hay
argentinos, mexicanos. "Brasil acaba de abrir oficina comercial. Será
importante", afirma Lisset Toledo. ¿La vuelta de Cuba al corazón
político y económico de América Latina podría hacer que el futuro de la
isla no dependa de la caída del bloqueo?
Para Lia Valls, de la Fundación Getulio Vargas de Río de Janeiro, podría
ser: "La mejora de la economía de Cuba depende de la entrada de capital
extranjero. De algunas inversiones clásicas Canadá, España, de otras más
recientes Rusia, China, y mucho de la ola de inversiones del sur".
La agenda latina de Raúl Castro, casualmente, será intensa en 2009.
Recibirá a la presidenta argentina, Cristina Fernández, en enero.
Después, a la chilena Michelle Bachelet. Y también a Felipe Calderón,
presidente de México, tras una larga guerra fría de desencuentros. Para
Joaquín Roy, el vínculo latino será importante, pero insuficiente para
reactivar la economía.
Carlos Sebastián Gascón, del Instituto Complutense de Análisis Económico
(ICAE) afirma que la clave está dentro de Cuba: "La reducción de la
intervención del Gobierno cubano contribuiría a desatar la iniciativa de
los cubanos".
Un estadounidense de raza negra (con estilo de Malcom X) charla relajado
en el salón del Habana Libre. Al hotel, y a Cuba, llegan algunos
turistas estadounidenses vía México o Jamaica. Pero pocos. Antes de la
revolución eran millones. Incluso dieron la bienvenida a Castro, el 8 de
enero de 1959, arrojando por las ventanas del Hilton pedacitos de papel.
"Realmente no tenemos las condiciones para una avalancha de turistas
yanquis", dice una empleada del hotel.
El Gobierno cubano, que ha declinado hacer declaraciones a Público, ha
apostado todo al negro Barack Obama, pero hasta un reblandecimiento del
embargo crearía problemas logísticos para Cuba. "Hay que modernizar la
infraestrutura del país", precisa Valls.
¿Y caerá el bloqueo tras la salida de Bush? Un diplomático español
confesó a Público en La Habana que Obama consultó al Gobierno Zapatero
sobre Cuba. Y que Obama "tiene claro" que el bloqueo es anacrónico,
aunque es difícil que "lo levante a corto plazo".
Claudio Fuentes, director del Instituto de Investigación en Ciencias
Sociales de Chile, considera que las "reformas de Raúl" no son
suficientes. Y que por eso Obama apenas "facilitará a los familiares de
cubanos visitar a la isla". Ni siquiera liberará el turismo.
Tony, el vigilante de la piscina del Habana Libre, cuenta que sólo se
entra consumiendo 15 cuc (pesos convertibles), el salario mensual de un
cubano. En las tiendas del hotel apenas entran extranjeros. Un habano
Cohiba, 15 euros. Un collar de plata, 224 euros. La cena de fin de año,
100 cuc.
El Habana Libre la Cuba hecha para el turista es inaccesible para los
cubanos. No sólo económicamente. Algunas reformas de Raúl, como permitir
a los cubanos entrar los hoteles, no se cumplen. Dos jóvenes cubanas
protestan en el vestíbulo: a su prima, que vive en Italia, le
prohibieron hospedarse.
¿Cuánto falta para el rebautizo del hotel/isla? ¿Habana capital libre?
¿Cuándo se arreglarán los ascensores para la inversión? Yenier Pedroso,
un joven al que no le han dejado pasar al hotel que Fidel expropió para
el pueblo, pone la pelota del futuro en el tejado de los Castro: "Obama
no cambiará esto. Lo que yo querría es pagar una noche con mi salario.
Ese día, Cuba habrá cambiado".

Source: El futuro de Cuba, en el aire | Diario Público -
http://www.publico.es/internacional/futuro-cuba-aire.html

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