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Saturday, November 15, 2014

Diario de un periodista cubano en su primera visita a EEUU

Diario de un periodista cubano en su primera visita a EEUU
Estaba equivocado en cuanto a lo que me podía aportar el taller. Para
años venideros, piensan incluir temáticas relacionadas con Cuba. Sucede
que nuestra patria es el patico feo del continente.
Iván García Quintero
noviembre 13, 2014

San Diego – Lunes, 10 de noviembre: El viaje desde La Habana a Miami lo
hice sin problemas. El Aeropuerto Internacional de Miami es una ciudad.
Tuve que caminar casi un kilómetro desde la puerta de embarque al punto
donde chequeaban el pasaporte. En ambas aduanas me trataron bien. En la
terminal miamense me encontré con un ex vecino de La Víbora que trabaja
allí. Aproveché que tenía que esperar más de tres horas para el vuelo a
San Diego y me compré una laptop en una de las tiendas del aeropuerto
(la mía la dejé en Cuba, porque ya está defectuosa). Me costó 200
dólares, tiene Windows 8 y el teclado está en inglés.

El vuelo a San Diego fue largo. El avión, algo incómodo. Sus asientos
están demasiado juntos. Es la mejor manera que han encontrado los
transportistas aéreos para hacer billete: meter gente en un tubo como si
fuera ganado. Aunque el trato y la comida fue excelente. El aeropuerto
de San Diego lo encontré más funcional que el de Miami. Lo que más me ha
gustado hasta ahora es San Diego. Una ciudad lindísima, con sus calles
limpias y sus casas cuidadas. Para quien se ha acostumbrado a vivir en
una capital poco iluminada, me impresionó la gran cantidad de luces. La
temperatura marcaba 19 grados Celsius, pero como había poca humedad, el
clima era agradable.

En las habitaciones del hotel hay internet gratis, pero ordenadores,
sólo en el lobby. Los cuartos son confortables. Un televisor con
muchísimos canales, baño amplio, microwave, secadora, plancha, cafetera
eléctrica, nevera y un aire acondionado que tuve que bajar.

Martes, 11 de noviembre: desde que en 2009 comenzaron estos talleres en
el Instituto Las Américas, es primera vez que viene un reportero de
Cuba. El curriculum de los profesores es elevadísimo. Ayer por la tarde
hubo un debate sobre las dificultades para ejercer el periodismo. Fue
enriquecedor. Los 25 periodistas participantes son anticastristas,
destacan los venezolanos, con quien tengo una muy buena química.

El tiempo para escribir es poco. La agenda está cargada. Cuando regrese
a La Habana, tengo pensado escribir una docena de crónicas. Estaba
equivocado en cuanto a lo que me podía aportar el taller. Para años
venideros, piensan incluir temáticas relacionadas con Cuba. Sucede que
nuestra patria es el patico feo del continente.

El desayuno es desmedido. En cuestión de comida, estos gringos son unos
exagerados. En Coronado la pasamos bien, es una isla que fue y sigue
siendo una base militar, tiene un portaviones de la II Guerra Mundial
que es un museo.

Cenamos en el lugar. Las pizzas, gigantescas, y las raciones de
camarones, da pena botarlas, con tanta hambre como hay en el mundo. Hoy
vamos a Tijuana, visitaremos la redacción del semanario Zeta, donde en
los últimos 14 años los carteles de la droga han asesinado a cinco
periodistas.

Miércoles 12 de noviembre: Tijuana es una ciudad fronteriza con San
Diego donde viven dos millones de habitantes. La entrada de la frontera
tiene pinta de cárcel de máxima seguridad. Es una mala copia de San
Diego. Hay urbanizaciones con la misma arquitectura de su vecino, con la
diferencia de que en Tijuana radican 6.000 maquilas y empresas del gran
capital. Sus calles interiores son oscuras y con baches, como La Habana.
Desde que cruzas la frontera, se nota la diferencia. Se percibe en el
olor del aire. En un boulevard estrecho, existe un racimo de tiendas y
fritangas.

No me gustó la ciudad, parece de atrezo. Me pareció que la gente esconde
más de lo que dice. Caminas por sus calles y te miran como un bicho
raro. Hay muchos parados sin hacer nada, pero están haciendo algo:
venden una droga devastadora llamada Crystal. Es un drama. La gente
pobre y sin esperanza la consume hasta la enajenación. Vale alrededor de
cuatro dólares.

Almorzamos en un restaurante de primera. La comida excelente, el
servicio lento. Al caer la tarde fuimos a un barrio de tolerancia. Nos
acompañó una patrulla policial y un funcionario de la ciudad. La
prostitución es legal. Son alrededor de 10 cuadras de centros nocturnos
y casas de citas. Las prostitutas pagan impuestos y deben tener al día
su carnet de salud. En los clubes había muchos chinos gastando sus
billetes, pagando a las gogó.
Fui el único del grupo que tuvo tropiezo para reingresar a Estados
Unidos. El oficial de inmigración no entendía por qué me habían dado
varias visas gringas e ingresaba a su país por Tijuana. Es que debe
haber una alerta roja, por los casi 15.000 cubanos que en un año han
entrado a Estados Unidos por México.

Le respondí que si hubiera deseado quedarme, lo hubiera hecho en Miami o
no hubiera salido de San Diego. "Me gusta tu país, pero yo tengo uno, se
llama Cuba y allí nací y radica mi familia", le dije, y le pregunté si
él abandonaria a los suyos. El tipo sonrió y contestó: "Todos los
periodistas son iguales, les encanta virar la tortilla, pero la realidad
es que los cubanos se quedan en México a la primera de cambio". "No soy
de ésos. Creo que tu país tiene la culpa, debieran derogar la Ley de
Ajuste Cubano para terminar con ese problema", contesté.

Se despidió con amabilidad y me dijo que esperaba no escribiera una nota
acusándolo de racismo o intolerancia hacia los latinos, pues "yo también
soy de ascendencia latina, no es nada personal, pero éste es mi
trabajo", dijo. Los colegas que esperaban en el ómnibus que nos llevaría
de vuelta al hotel me aplaudieron cuando entré.

En un par de días han conocido ciertas realidades de Cuba que
desconocían. Detrás del mito del Che Guevara, salud para todos y elevada
educación, hay un régimen de corte autocrático.

Publicado en Diario Las Américas el 13 de noviembre del 2014.

Source: Diario de un periodista cubano en su primera visita a EEUU -
http://www.martinoticias.com/content/diario-periodista-cubano-ee-uu-tijuana-san-diego-habana/80133.html

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