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Friday, October 03, 2014

Los chinos no saben fabricar estropajos

Los chinos no saben fabricar estropajos
Me he pasado años botando mi dinero cada vez que compro un paquete de
estropajos chinos. En el primer fregado se separan las esponjitas y en
el cuarto, se convierten en algo que no sé cómo calificar
viernes, octubre 3, 2014 | Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba -Es conocido por todos cómo los productos obsoletos de
mala calidad fabricados en China y que al parecer, carecen de mercado
para exportar, los venden al gobierno cubano. De esta forma tenemos el
refrigerador Haier y otros artículos electrodomésticos.

Es por eso que no me cuesta trabajo entender cómo es que aún no saben
fabricar estropajos para fregar. ¿O será que también nos envían los mal
elaborados?

Me he pasado años botando mi dinero cada vez que compro un paquete de
estropajos chinos. En el primer fregado se separan las esponjitas y en
el cuarto, se convierten en algo que no sé cómo calificar.

Serán expertos y tenaces en reprimir a los disidentes que aman la
libertad, pero, me pregunto: ¿Cómo podrán convertirse en una potencia
económica mundial, sin haber aprendido a fabricar estropajos para
fregar? ¿Por qué esas fábricas no dan pie con bola? ¿Es que carecen de
la materia prima idónea para este artículo tan imprescindible en la
cocina, desde el punto de vista sanitario.

Durante los primeros treinta años de castrismo –es bueno aclarar esto-,
cuando tampoco la desmerengada URSS no sabía fabricar o no quiso
enviarnos estropajos para fregar, en Cuba los inventábamos con trozos de
sogas convertidas en un envoltorio. Luego desapareció la soga y acudimos
a trapitos o pedazos de esponjas de mar, cuando se conseguían por
casualidad con algún pescador.

Nos habíamos olvidado de los productos norteamericanos, porque a Fidel
Castro le molestaba su calidad.

De esta forma los estropajos para fregar se convirtieron en una
verdadera pesadilla para los hogares cubanos, hasta que llegaron las
esponjitas chinas, que había que coserlas, para que no perdieran su
forma el primer día de manipuladas.

Pero hace unos días –¡Oh, milagro de la Unión Europea- llegó a mis
manos, procedente de España, un paquete de tres esponjas que, en un
principio, es la verdad, miré con desconfianza.

Al día siguiente, sin ningún optimismo, con la esperanza perdida, tome
una esponja, doble por cierto, como las chinas y pude comprobar que no
se desprendían.

-Ocurrirá mañana –dije para mis adentros-.

Pero al otro día, tampoco se desprendieron, ni perdieron la forma. ¡Oh,
bendición del cielo¡

Las esponjas milagrosas son catalanas. Están fabricadas por Multy
Abrasponge, S.L., en Pasaje del Criadero 14-081160, Montmeló, Barcelona,
filial perteneciente al Grupo holandés Shulpen Schuim, de Holanda.

Por eso mandé a decirle a mi hija que lo más que me gustó de un paquete
que me mandó de Toledo, con magníficos productos alimenticios, que no
veo en Cuba hace más de medio siglo, fueron las esponjas holandesas.

¿Cómo entonces no dedicarle una crónica a este producto, si como les
dije, me ha obligado a perder tanto dinero y a ganar tantas
incomodidades, durante tantos años de castrismo, cada vez que una
esponja china se me deshacía en las manos?

Source: Los chinos no saben fabricar estropajos | Cubanet -
http://www.cubanet.org/actualidad/actualidad-destacados/los-chinos-no-saben-fabricar-estropajos/

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