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Wednesday, July 16, 2014

Son tan incumplidores nuestros cuentapropistas?

IMPUESTOS

¿Son tan incumplidores nuestros cuentapropistas?
ORLANDO FREIRE SANTANA | La Habana | 16 Jul 2014 - 8:12 am.

Un muestreo oficial entre 30 mil trabajadores, arrojó que el 95% 'subdeclaró' sus ingresos personales correspondientes al período fiscal 2013.

Durante los recientes debates en la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento cubano se informó de un muestreo a 30 mil trabajadores por cuenta propia, el cual arrojó que el 95% de ellos subdeclararon sus ingresos personales correspondientes al período fiscal 2013.

Sin dudas, se trata de una cifra alarmante, que denota serias deficiencias en el cobro de impuestos. Al declarar los contribuyentes menos ingresos —inferiores a los esperados—, menos serán los impuestos a pagar, y menores serán también los ingresos al presupuesto estatal, con la consiguiente afectación a la labor redistributiva que toda economía debe acometer en mayor o menor medida.

Ahora bien, más de una interrogante aflora ante aquellos que se hallan familiarizados con el acontecer económico nacional. ¿Es auténtica esa cifra de subdeclarantes emitida por las autoridades? Y si así fuera, ¿son los trabajadores por cuenta propia los únicos responsables de tamaño incumplimiento?

Hay que destacar, en primer término, lo cuestionada que ha sido la fiscalización de las declaraciones juradas presentadas por los cuentapropistas al término de 2013. Fue en muchos casos una fiscalización de mesa, en la que los inspectores calcularon los ingresos a declarar mediante operaciones matemáticas, sin realizar un estudio de terreno para aquilatar la situación real de cada negocio.

Buena parte de las apelaciones realizadas por los supuestos subdeclarantes, a los que les han sido impuestas elevadas multas y recargos, se basa precisamente en ese arbitrario modo de acometer las fiscalizaciones. Incluso no faltan opiniones que apuntan a presiones ejercidas sobre los fiscalizadores —por supuesto, por parte de los niveles superiores de la economía— con vistas a incrementar los ingresos presupuestarios, y así mitigar el déficit fiscal que presenta el país.

Por otra parte, si se conversa con cualquier trabajador por cuenta propia notamos el ambiente de temor con que desenvuelve su actividad; un temor que lo induce, a menudo como una actitud defensiva, a registrar menos ingresos que los realmente obtenidos.

En los años 90 las instancias municipales de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) celebraban reuniones con los contribuyentes para explicarles las características de la Declaración Jurada de Ingresos Personales, así como otros documentos tributarios. Eran encuentros que generaban cierta confianza entre los cuentapropistas. Hoy, en cambio, son pocas las explicaciones que los funcionarios de la ONAT les ofrecen a los contribuyentes para que cumplan con sus obligaciones fiscales.

La alta carga tributaria que enfrentan mes tras mes los trabajadores por cuenta propia, podría llevarlos también a subdeclarar sus ingresos totales al final de cada período fiscal. En los años 90, los independientes pagaban solamente la cuota mensual fijada para cada actividad. Con la actual ampliación del trabajo por cuenta propia, al pago de la cuota mensual se añaden el 10% de las ventas o los servicios prestados, y el aporte a la Seguridad Social.

La porción de contribuyentes que conoce las particularidades de la Declaración Jurada no puede menos que experimentar intranquilidad ante la leonina escala progresiva que determina el impuesto a pagar.

Según datos que hemos podido obtener, el mayor tipo impositivo entre los países latinoamericanos, como promedio, es del 30%, mientras que el promedio mundial oscila alrededor del 20,1%. En Cuba el tipo impositivo mayor llega al 50%. Ese porcentaje se aplica al tramo de ingresos personales que supere los 50 mil pesos, acudiendo a la referida escala progresiva. Obviamente, ningún cuentapropista desearía arribar a tales cifras.

Lo cierto es que, de una u otra manera, las desavenencias Estado-contribuyentes constituyen un mal augurio para cualquier economía. La ministra de Finanzas y Precios, Lina Pedraza, acaba de informar que, solo en la provincia de Villa Clara, la deuda tributaria de las personas naturales y jurídicas alcanza los 44 millones de pesos, y llamó a estimular por diferentes vías "una cultura tributaria de la cual está carente la sociedad cubana". Pero la Ministra obvió el hecho de que la cultura tributaria no se alcanza por decreto. Es necesario, entre otras cosas, una flexibilización de la política impositiva que fortalezca la confianza de los contribuyentes.

Source: ¿Son tan incumplidores nuestros cuentapropistas? | Diario de Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1405491179_9526.html

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