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Monday, July 07, 2014

La condonación de la deuda con la URSS - mucho ruido y pocas nueces

ECONOMÍA

La condonación de la deuda con la URSS: mucho ruido y pocas nueces
ELÍAS AMOR | Valencia | 6 Jul 2014 - 6:30 pm.

La propaganda castrista, siempre hábil a la hora de desinformar, quiere
utilizar la inesperada visita de Vladimir Putin a la Isla y la
condonación de la deuda como un mensaje a EEUU.

La condonación de la deuda de la extinta URSS al régimen castrista no es
una noticia nueva. De hecho, los Castro no reconocieron esa deuda tras
la caída del Muro de Berlín, y a pesar de los reclamos nunca pagaron un
solo centavo de principal o intereses.

Al parecer, ahora se quiere presentar como un éxito y la propaganda
castrista, siempre hábil a la hora de desinformar, quiere utilizar la
inesperada visita de Vladimir Putin a la Isla como un mensaje a Estados
Unidos, en un claro intento de volver a una tensión más propia de los
tiempos ya olvidados de la Guerra Fría que de los actuales.
Para empezar, que un acreedor condone la deuda de un deudor es un acto
de su legítima voluntad, contra el que poco más se puede decir. Si
además Putin ha conseguido que la Duma rusa asuma que no va a recuperar
los más de 30.000 millones de dólares de deuda de los Castro, la
responsabilidad será de quiénes detraen esos recursos legítimos que
pertenecen al pueblo ruso.

La historia de la caída del "socialismo real" ha provocado experiencias
similares. Si los soviéticos financiaban graciosamente al régimen
comunista de La Habana prestando en condiciones muy ventajosas y
otorgando subvenciones a fondo perdido, era evidente que el cambio
político en la URSS hacía ese modelo insostenible.

El llamado Período Especial, que supuso para la economía castrista
perder más del 40% de su PIB y tardar casi década y media en recuperar
los niveles anteriores, tuvo mucho que ver con ese cambio en las
condiciones financieras entre la URSS y Cuba. Antiguos aliados
comunistas decidían romper sus relaciones, y Cuba, a cambio, se negó
rotundamente a aceptar cualquier devolución de una deuda consolidada
que, además, con la desaparición de la URSS se convertía en un
anacronismo histórico, ya que estaba incluso nominada en antiguos rublos.

Ahora, 20 años después, Putin viaja a La Habana para decirle a los
Castro que no se preocupen, que la deuda, ha sido cancelada. La letra
pequeña de los pactos se desconoce. Y dudo mucho que vaya a trascender
porque la transparencia no es una asignatura que caracterice a la
economía castrista. El régimen de La Habana ha dejado de tener interés
para los rusos desde hace décadas. Sin embargo, este tipo de acuerdos a
la larga tienen algún sentido, ya que en caso contrario las cosas se
dejan estar como están. Me ha llamado la atención los 3.500 millones de
dólares que han quedado fuera de la condonación y que Cuba deberá pagar.
Conviene recordar que esa cifra representa alrededor del 20% del PIB.
Una magnitud alarmante.

No se va a producir ninguna consecuencia económica significativa. De
hecho, como ya he señalado, el régimen de La Habana no ha reconocido, y
por tanto satisfecho, ni un solo céntimo de esa deuda. Ello no quiere
decir que no se vayan a producir otros efectos.

Cuando un deudor se siente libre de la pesada carga financiera, lo más
habitual es que quiera volver a endeudarse. El régimen castrista, que
padece históricamente graves desequilibrios internos y externos,
necesita financiación. Y la volverá a solicitar. En el Club de París
donde se concentra una parte destacada de la deuda externa del régimen
son poco favorables a condonaciones, pero alguien puede pensar que ahora
la economía castrista tiene más capacidad de endeudamiento.

Falso. Una economía improductiva, de baja eficiencia, con agujero fiscal
interno y desequilibrio en las cuentas externas, que además crece cada
vez menos su PIB, no parece un buen cliente para nadie. Las agencias de
calificación no tienen un indicador para aplicar a una economía con los
niveles de la castrista. No habrá más remedio que recurrir a los
inversores en "bonos basura", especuladores profesionales, que son los
únicos que se pueden interesar en alguien como los Castro. La otra
alternativa es obligar a los bancos que operan en el país, tanto a los
estatales dependientes del régimen, como a los extranjeros, a comprar
ese paquete de bonos ridículos que anunciaron hace unos días, por 1.000
millones de dólares al 2,5% en 20 años. Tampoco es muy aconsejable esta
medida.

Al final, las condiciones para acceder a los préstamos son siempre las
mismas: solvencia y capacidad financiera. Y la economía castrista desde
hace décadas cotiza muy bajo en esos dos indicadores. El hecho de que
toda la propiedad se encuentre en manos del Estado, y no de los
particulares, impide someter a precios de mercado el valor de los
activos, que suelen ser utilizados como garantía en cualquier operación
de crédito. A nivel internacional, empresas del conglomerado militar y
de la Seguridad del Estado que operan con sus productos y/ o servicios,
consiguen la financiación que precisan sin grandes problemas. La
dificultad es que el Estado castrista consiga los fondos que necesita
para funcionar.

Alguien podrá pensar que Putin ha abierto la caja de los truenos. No es
así. Mucho ruido castrista, pocas nueces.

Source: La condonación de la deuda con la URSS: mucho ruido y pocas
nueces | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1404664215_9390.html

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