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Wednesday, April 16, 2014

Un “paseo” en coche por Cienfuegos

Un "paseo" en coche por Cienfuegos
En un país donde las leyes no protegen a los ciudadanos, el maltrato a
los animales es cotidiano
miércoles, abril 16, 2014 | Gladys Linares

LA HABANA, Cuba –Bruno es un cubano con suerte: se casó con una alemana
y se fue a vivir con ella hace algún tiempo. El año pasado vinieron de
vacaciones por quince días. Como él tiene una hermana en Cárdenas,
fueron a pasarse unos días con ella. Y como estaban cerca de Varadero,
en las mañanas disfrutaban de la playa.

Dice que la pasaron muy bien, pero lo que más fascinó a su esposa fueron
los coches de caballos. Por eso, todas las tardes alquilaban uno para
pasear por la ciudad. Según Bruno, los coches, de cuatro personas, eran
tirados por dos caballos, y tenían capotas plegables y asientos
acolchonados que hacían el paseo muy agradable.

Uno de esos días, conversando con el cochero al que siempre le
alquilaban, este les dijo que en Cárdenas este medio de transporte era
una tradición de siglos pasados, pero que en otras ciudades, como
Cienfuegos, los habían adoptado para resolver la escasez de transporte.
Después de esta conversación, la pareja decidió que en sus próximas
vacaciones pasarían una semana en Cienfuegos para conocer la ciudad,
paseando en coche.

Pero este año fue tan impactante la situación con que chocaron en la
Perla del Sur (Cienfuegos), que regresaron para La Habana
anticipadamente. Cuenta Bruno que aquellos no son coches, sino
carromatos de un solo caballo –pues el gobierno no permite usar dos–,
con asientos de cabilla y madera para ocho personas, y el estribo de
cabilla soldada, tan estrecho que subir se hace difícil y peligroso.
Pero lo más deprimente es el maltrato que sufren los caballos, que deben
transportar la pesada carga formada por el andamiaje del carromato más
el peso de los pasajeros, y son golpeados salvajemente cuando les fallan
las fuerzas.

Mientras hacían la cola para el regreso, Bruno motivó la conversación
para sensibilizar a los presentes y les habló de las cinco libertades
del bienestar animal, promulgadas desde 1980, como no padecer sed ni
hambre, incomodidades, lesiones, dolor, enfermedad, miedo ni angustia, y
tener la posibilidad de comportarse de manera normal. Asimismo, conminó
a los pasajeros a hacerlas cumplir.

Comenta el matrimonio que en Cienfuegos se violan estos principios, que
los caballos son azotados exageradamente ante la vista indolente de
clientes y autoridades, y que los golpes y las pesadas cargas de las que
los obligan a tirar les provocan mataduras. Muchos caballos caminan sin
herraduras a pleno sol por el pavimento, y pasan sed y hambre, según se
ve por lo flacos que están. Frecuentemente los cocheros los obligan a
forzar el paso para arrebatarles el pasaje a los competidores. Incluso,
el cochero con el que regresaron, en lugar de azotar al animal, hacía
sonar una cadena para que este se apurara, lo que hizo sospechar a la
pareja que el caballo había sido golpeado con ella en otras ocasiones.

En Cuba existe la Comisión de Bienestar Animal, perteneciente al Consejo
Científico Veterinario de Cuba, y al menos oficialmente se apoya la
Declaración Universal sobre el Bienestar Animal propuesta por el Consejo
Internacional de Ciencias Veterinarias en mayo de 2011. Sin embargo,
hasta el momento no se ha implantado una ley para hacer cumplir esta
Declaración.

Source: Un "paseo" en coche por Cienfuegos | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/un-paseo-en-coche-por-cienfuegos/

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