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Tuesday, April 08, 2014

“La vida loca”, un matorral de tres pisos

"La vida loca", un matorral de tres pisos
Inaugurado en 1925, en una sólida y moderna construcción para su época,
el Gran Hotel tuvo fama de ser el más limpio y barato de nuestra capital
martes, abril 8, 2014 | José Hugo Fernández

LA HABANA, Cuba.-Tal vez el tenor Plácido Domingo recuerde con nostalgia
su estancia en La Habana. Si así fuera, el Gran Hotel ocupará sin duda
un rincón bien particular en su memoria. Pero es poco probable que
suspire al ver en lo que se ha convertido. Por desdicha para nosotros,
aunque quizá por suerte para ella, María Cervantes, joya de la
pianística y la canción cubanas, no vivió lo suficiente para presenciar
las fantasmagóricas ruinas de aquel sitio en cuyo lobby brillaba.

El Gran Hotel es otro de los monumentos de La Habana de antes cuya
recuperación parece ser ya imposible. Lo que resta de aquel sólido
inmueble con toda una manzana de extensión (entre las calles Teniente
Rey, Zulueta, Dragones y Monserrate), no es más que un pintoresco
espectro, representativo del actual talante de esta ciudad como
escaparate del subdesarrollo y la miseria.

"La vida loca", anuncia una frase escrita en uno de los laterales del
antiguo hotel. Su anónimo autor, posiblemente sin proponérselo, logró
sintetizar la amalgama de pensamientos que atraviesan por nuestra mente
al detenernos para observarlo.

Por lo que parece, alguien, hace muchísimos años, tuvo la intención de
rescatar el Gran Hotel. Así que fueron montados en sus predios los
puntales y los andamios de rigor. Sin embargo, pasó el tiempo y, con él,
pasó el olvido, hasta un punto en que sobre aquellas estructuras de
metal se ha dado a crecer la floresta con no menos exuberancia que en
los abandonados campos de la Isla.


La vida loca, frase escrita al pie del hotel, parece sintetizar la causa
de su ruina – Foto Jose Hugo Fernandez

Cualquiera, al verlo, podría pensar que la desatención se produjo ex
profeso para convertir el lugar en otro pulmón verde de La Habana.
Inaugurado en 1925, en una muy sólida y aun muy moderna construcción
para su época, el Gran Hotel tuvo fama de ser el más limpio y barato de
nuestra capital. Los viejos habaneros recuerdan particularmente su
slogan de "Cien habitaciones con baño", donde se le concedía hospedaje
gratuito por 24 horas a todas las personas procedentes del interior de
Cuba que viniesen en los expresos del Diario de la Marina con el
propósito de pernoctar allí por más de dos días.

La notoriedad de su buen servicio, junto a sus módicos precios y su
ubicación privilegiada (a una cuadra del Capitolio o del Prado, y a las
puertas del Centro Histórico) le aseguraron preeminencia comercial
durante largo tiempo, y además le agenciaron un especial reconocimiento
por parte de la ciudadanía capitalina.

Habría podido permanecer en activo durante mucho tiempo más, bien como
hotel o como gran complejo habitacional para los habaneros. Pero la
indolencia y la irresponsabilidad gubernamentales prefirieron
transformarlo en un matorral de tres pisos.

Nota: Los libros de este autor pueden ser adquiridos en las siguientes
direcciones: http://www.amazon.com/-/e/B003DYC1R0 y
www.plazacontemporaneos.com

Su blog en: http://elvagonamarillo.blogspot.com.es/

Source: "La vida loca", un matorral de tres pisos | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/la-vida-loca-un-matorral-de-tres-pisos/

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