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Wednesday, April 02, 2014

La victoria que le cambió la vida

La victoria que le cambió la vida
MIÉRCOLES, 02 DE ABRIL DE 2014 00:10 ESCRITO POR FRANK CORREA

Cuba actualidad, Jaimanitas, La Habana, (PD) Jacomino y su esposa Mabel
tenían planificado un viaje a la capital desde el mes de octubre. Como
conocen las dificultades históricas del transporte público, reservaron
con tres meses de antelación dos pasajes y medio: Su hija Mabelita, de
cuatro años, iba por fin a conocer La Habana. Jacomino es jefe comercial
de la Empresa Mayorista en Guantánamo, y Mabel, inspectora de calidad de
Pan y Dulces.

Ya con los pasajes en la mano respiraron tranquilos. Cuando llegó por
fin el día del viaje, prepararon todo desde bien temprano. El tren
Guantánamo-Habana tiene hora de salida a la 1:30 de la tarde, pero desde
las 9 de la mañana Jacomino llamó un taxi a domicilio.

Cuando dieron las 10, Jacomino comenzó a impacientarse. Llamó nuevamente
a la empresa, pero siempre daba ocupado. A las 11 sacó las maletas para
la calle, cerró la casa y comenzó a hacerle señas a los carros que
pasaban. Vive en el reparto Isleta, alejado del centro de la ciudad, y
los vehículos que circulan por la zona son tractores y camiones
recolectores de basura.

A las 12 del día Jacomino estuvo seguro de estar en serios aprietos.
Tomó a la pequeña de la mano y se echó al hombro la maleta. Mabel cargó
el otro equipaje y un bolso con las vituallas imprescindibles para
viajar con niños. Casi a la 1, lograron alquilar un auto que los llevó a
la terminal de trenes.

Cuando llegaron al ferrocarril se encontraron con la angustiosa sorpresa
de que ya habían cerrado el acceso a la plataforma, aunque el tren aún
no había partido. Jacomino y Mabel comenzaron a gritar para que les
abrieran la puerta, pero el custodio les dijo que lo establecido era
chequear los boletines con una hora de antelación.

Le explicaron varias veces al custodio el chasco del taxi y la necesidad
que tenían de realizar el viaje, intentaron sensibilizarlo con la niña,
le rogaron que les abriera la puerta, pero el individuo continuó dando
paseítos por el andén, repitiendo que lo establecido era "chequear una
hora antes de partir".

El tren dio largos pitazos anunciando la partida. Entonces Jacomino se
irritó y comenzó a golpear la puerta de hierro con furia, pero solo
consiguió dañarse la mano. Pateó la puerta mientras injuriaba al
custodio y en la arremetida se le rompió un zapato. El custodio se alejó
al extremo opuesto del andén para no escucharlo. El tren se puso en
marcha lentamente y se perdió de vista.

Dice Jacomino que en ese instante sintió un extraño apoderamiento que lo
hizo reaccionar de manera inusual. Cargó nuevamente la maleta y le pidió
a Mabel y a la niña que lo siguieran. En el parqueo de la estación
encontró un auto particular y le ofreció una buena suma para que los
llevara hasta el entronque de Carrera Larga, a 10 kilómetros de
Guantánamo, donde el tren acostumbra a realizar una parada para recoger
el correo.

En Jutinicú alcanzaron al tren y lo pasaron, así que llegaron a Carrera
Larga con tiempo suficiente para explicarle la situación al empleado del
correo. Pero ese día había solo un bulto postal que recoger y cuando
esto sucede no hace falta que el tren se detenga, solo aminora la marcha
para que lancen el paquete por la puerta abierta del expreso.

No obstante, por la radio el empleado solicitó al maquinista que hiciera
una breve parada, mínima, pero suficiente para que los tres subieran a
un coche y consiguieran realizar por fin el añorado viaje.

Ahora Jacomino tiene una mano enyesada y no tiene zapatos. Dice que el
tren demoró casi dos días en llegar a La Habana. No había comida, ni
agua, ni aire acondicionado, ni siquiera bombillos, pero me relata con
satisfacción que alcanzarlo fue una victoria que le ha cambiado la vida.

Para Cuba actualidad: frankcorrea4@gmail.com

Source: La victoria que le cambió la vida | Cuba noticias
actualidad.Periodismo independiente. -
http://www.primaveradigital.org/primavera/destacados/117-politica/10220-la-victoria-que-le-cambio-la-vida-.html

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