Pages

Monday, April 08, 2013

Yoani y el muro virtual

Publicado el lunes, 04.08.13

Yoani y el muro virtual
Gina Montaner

De Yoani Sánchez se ha escrito mucho desde que comenzó su gira
internacional. Tras salir de Cuba después de que se lo prohibieran los
últimos cinco años, tuve la intención de dedicarle un artículo,
consciente de la relevancia de esta bloguera que ha logrado acaparar la
atención mundial en lo referente a la falta de libertad en la isla. Pero
quise esperar a tener la oportunidad de conocerla en persona, más allá
de su magnífico blog, Generación Y, y su cuenta de Twitter, siempre con
la última información de los atropellos del gobierno castrista.

Eugenio Tuya, un buen amigo que la recibió en Madrid, me había
adelantado que Yoani era excepcional. "Es una mujer muy tecnológica.
También muy sencilla", me dijo Eugenio, quien, al igual que ella, conoce
bien los entresijos de las redes sociales. Entretanto, seguí de cerca
las intervenciones en el extranjero de la periodista independiente, en
ocasiones vapuleada por pequeños grupos de la izquierda estalinista que
pretendían reventar sus multitudinarios actos. Yoani se defiende fuera
de Cuba con la misma sagacidad y finura que despliega ante los agentes
de la seguridad del Estado que son su sombra en La Habana.

En el ecuador de un viaje de ida y vuelta Yoani ha pasado por Miami, la
capital de la diáspora cubana, y ha sido aquí, en un encuentro informal
con un puñado de admiradores, donde finalmente le pude dar un cálido y
emocionado abrazo. Escuchándola responder las preguntas que se le hacían
en el acogedor salón de la Casa Bacardí, entendí lo que me quiso
trasmitir mi apreciado Eugenio. Yoani, cuya formación de filóloga la
lleva a buscar siempre la palabra precisa, es tal y como se proyecta
desde el otro lado de ese triste muro que los hermanos Castro erigieron
hace ya más de medio siglo: con la razón y el sentido común por delante
a la hora de desmontar las falacias de un régimen despótico. Una
mentalidad moderna y enganchada a una insurrección tecnológica (no
ideológica) que trasciende los barrotes físicos en el etéreo mundo del
ciberespacio. Una mujer que combina la sofisticación con la naturalidad.
La facilidad de palabra con la timidez. La pasión techie con la
debilidad por la literatura. En suma, una persona que ha logrado ser
libre en un entorno opresivo.

Todos estos atributos los había intuido en sus escritos, en sus tuits,
en sus declaraciones, en su apoyo a otros blogueros y a la propia
disidencia cubana. No obstante, para mí ha sido fundamental compartir
brevemente con Yoani para aprehender la importancia y dimensión de la
labor que desempeña desde su apartamento habanero. Porque, como bien nos
explicó en una tarde de sol miamense, el salón de su casa es un taller
vivo desde el cual se les enseña a los opositores a crear y manejar sus
cuentas de Twitter. O donde los jóvenes del movimiento bloguero aprenden
a montar sus dazibaos virtuales. Un privilegiado espacio en el que se
facilitan las herramientas necesarias para, por medio de la sabiduría
internáutica, divulgar en el exterior lo que la policía política
pretende silenciar. Es verdad que los blogs y tuits son bloqueados en el
país, pero estos rebeldes con causa se las ingenian para multiplicarlos
dentro y fuera.

Con justa modestia, Yoani puntualizó que ella, a diferencia de
activistas como las valerosas Damas de Blanco, no se mide con los
riesgos y el presidio político que ha padecido la disidencia, pues su
experiencia vital es la de una generación que no tenía nada que derribar
porque ya estaba todo destruido. La agudeza de esta bloguera con
mentalidad de Silicon Valley en un erial de pobreza y atraso, ha sido la
de sumar sus destrezas a la causa de la oposición democrática que lucha
por el cambio. La batalla de Yoani es la de forjar el salto a la
innovación en una sociedad que ha sido condenada a la oscuridad del
medioevo. Su revolución, y no la que vendieron hace más de cincuenta
años unos hombres armados y con exceso de testosterona, es la que
verdaderamente atisba el camino hacia la prosperidad y la libertad.

A su paso por la capital del exilio Yoani ha podido comprobar que la
memoria de lo que un día fue Cuba (y de lo que pudo haber sido) se
preserva con amor a este lado del Estrecho, a la espera del reencuentro
en la tierra de todos los cubanos. Cuando nos abrazamos sentí que nos
conocíamos de toda la vida. El muro sólo había sido una invención.

www.firmaspress.com

http://www.elnuevoherald.com/2013/04/08/1447418/gina-montaner-yoani-y-el-muro.html

No comments: