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Wednesday, April 17, 2013

Raúl Castro compra tiempo

Raúl Castro compra tiempo

Si se perdían las elecciones moría de inanición el Socialismo del Siglo
21. Se le asestaba un golpe de muerte a la alianza comercial ALBA.
Iván García Quintero
abril 17, 2013

Cuando el domingo 14 de abril, a las 11 y 45 de la noche, hora de La
Habana, la presidenta del Consejo Nacional Electoral Tibisay Lucena
declaró vencedor de los comicios al candidato del PSUV Nicolás Maduro,
no pocas botellas de champán y vodka ruso fueron descorchadas por
ministros y empresarios militares cubanos en un ambiente relajado y
familiar.

Definitivamente, la ajustada victoria del elegido por Chávez con el
50,66% de los votos frente al 49,07% de Henrique Capriles, fue el
colofón de un escenario político diseñado en buena medida desde Cuba.

Mientras el comandante bolivariano agonizaba en CIMEQ, clínica al oeste
de ciudad, los hermanos Castro ofrecieron sus oficios de mediador
político al atribulado gabinete chavista. Fue en la capital cubana donde
se cocinó el ajiaco y se delineó un cronograma de sucesión. Tras
bambalinas se escribió el guion a seguir.

Nicolás Maduro ejecutó una partitura ensayada con antelación. El régimen
no quería sorpresas. Era un asunto de vida o muerte. De seguridad nacional.

Atrás debían quedar los egos, ambiciones de poder y divisiones entre los
compadres de camisas rojas. Fue una concertación zurcida en nombre de
Chávez y la unidad latinoamericana. Si se perdían las elecciones moría
de inanición el Socialismo del Siglo 21. Se le asestaba un golpe de
muerte a la alianza comercial ALBA, integrada por Ecuador, Nicaragua,
Bolivia y Cuba.

Sin políticas chavistas, vender petróleo a precio de saldo, préstamos
millonarios y subvenciones de proyecto sociales latinoamericanos, la
revolución continental podría tener sus días contados.

La misión de Maduro es continuar con las políticas sociales de Chávez en
Venezuela. Y en nombre de los insurgentes de América, seguir las
estrategias de botarates del teniente coronel de Barinas y su oratoria
pendenciera y antigringa. Lo que se le pide a Maduro es que sea un clon
de Chávez. Se montó toda una dramaturgia simbólica para reforzar el
sentimiento chavista entre la gente de los cerros.

Hay de todo un poco en la coctelera. Evocación a Cristo. Rememorar al
bolivariano mediante canciones llaneras e himnos interpretados en su
voz. Y movilizar a todos los favorecidos por las políticas sociales del
PSUV para recordarles por quién se debía votar el 14 de abril.

Según los pronósticos del gobierno cubano, Maduro debía vencer con
amplia ventaja a su contrincante. Una diferencia arrolladora. Entre un
15 y 18% de ventaja.
El propio Maduro hablaba de obtener no menos de 10 millones de votos.
Pero con el paso de los días, entre apagones, violencia urbana y
desabastecimiento, muchos venezolanos sospecharon que se les estaba
tendiendo una trampa.

La diferencia de menos de 235 mil votos en favor de Maduro deja varias
lecturas. Capriles se superó a sí mismo. Obtuvo un millón de votos más
que el 7 de octubre de 2012. Y a sus 40 años ya es toda una amenaza para
el oficialismo. Ningún candidato de la oposición en 14 años de chavismo
había logrado tantos votos.

Si Maduro continúa con su discurso polarizado y pretende gobernar solo
para sus partidarios, debe saber que casi la mitad adulta de Venezuela
no se siente a gusto con su discurso.

Aun está a tiempo el ex chofer y sindicalista de Caracas. Puede optar
por dar un giro de 180 grados y gobernar para todos, al estilo de Lula
en Brasil. Si administra la nación de manera inclusiva, moderna y
coherente, podría escapar de las sombras de su padre ideológico.
Inclusive superarlo.

Eso pasa por un examen serio de la situación interna del país. 7,2
millones de personas no apoyan el proyecto chavista. Cuando el cadáver
de Hugo Chávez se enfríe y el panorama económico y social en Venezuela
siga su precario rumbo, a Maduro no le quedará otra que escuchar a todos
los factores políticos.

La oposición ha salido fortalecida. Si diseñan buenas estrategias
podrían ganar más adeptos. Varios cientos de miles aún pueden desertar
del chavismo si Maduro no
gobierna con total independencia.

El triunfo ha sido pírrico. Se vislumbra un laberinto de
confrontaciones. El ambiente se puede seguir caldeando. Maduro está
obligado a gobernar para todos los venezolanos y desarrollar el país.
Comete un grave error si sigue desangrando la caja de PDVSA con las
regalías continentales de su predecesor.

Los autócratas cubanos saben que las alarmas desde Caracas pueden sonar
de un momento a otro. Castro II seguirá 'sin prisa, pero con pausa' sus
tibias reformas económicas. La victoria de Nicolás Maduro es una
bocanada de oxígeno político. Ha comprado tiempo. Lo que no se sabe es
hasta cuándo.

Iván García Quintero

ivangquintero@yahoo.es

Nació en La Habana, el 15 de agosto de 1965. Hijo de la periodista Tania
Quintero Antúnez y del abogado, ya fallecido, Rafael García Himely.
Después de pasar el servicio militar, no concluyó la enseñanza
preuniversitaria, dedicándose a los más variados oficios, desde ayudante
en una imprenta y aprendiz de plomería, hasta asistente de programas en
la Redacción de Programas Especiales de la Televisión Cubana. En 1995
logró su sueño de incorporarse a una profesión que no le era ajena, el
periodismo. Ese año fue admitido en Cuba Press, agencia de periodismo
independiente fundada por el poeta y escritor Raúl Rivero el 23 de
septiembre de 1995. Su gran afición por los deportes le permitió crear
la sección Minideportivas de Cuba Press, única en el incipiente
periodismo independiente cubano. A su formación autodidacta
contribuyeron los talleres de prensa impartidos por Raúl Rivero, y
lecturas como El Libro de Estilo de El País; manuales de la agencia EFE;
publicaciones del Programa Latinoamericano de Periodismo de la
Universidad Internacional de la Florida y la revistas Veja y Newsweek en
Español, entre otros. Cuatro años antes de comenzar a escribir como
periodista independiente, en marzo de 1991, estuvo dos semanas detenido
en Villa Marista, cuartel general del Departamento de Seguridad del
Estado, acusado de "propaganda enemiga". No fue enjuiciado, pero a
partir de ese año, por cualquier motivo era detenido, la última vez, el
22 de octubre de 2008, según relatara en Estado de sitio. Ha sido
colaborador de Encuentro en la Red, la Revista Hispano Cubana y la web
de la Sociedad Interamericana de Prensa. Fue miembro de la Sociedad de
Periodismo Manuel Márquez Sterling, creada en 2001 y dirigida por
Ricardo González Alfonso, condenado a 20 años de prisión en abril de
2003 y excarcelado y desterrado a España en julio de 2010. A partir del
28 de enero de 2009 empezó a escribir en Desde La Habana, su primer
blog. Desde octubre de 2009 es colaborador del periódico El
Mundo/América y desde febrero de 2011 también publica en Diario de Cuba.
Tiene esposa y una hija, nacida el 3 de febrero de 2003.

http://www.martinoticias.com/content/cuba-elecciones-venezuela-raul-castro-tiempo-/21608.html

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