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Monday, April 08, 2013

Los titubeos de Washington

Los titubeos de Washington
[08-04-2013]
Lcdo. Sergio Ramos

(www.miscelaneasdecuba.net).- El gobierno de los Estados Unidos parece
titubear sobre si retira o no a Cuba de la lista de países que apoyan y
fomentan al terrorismo, junto a otros como Irán, Siria, Corea del Norte
y Sudan.

Una indecisión absurda y peligrosa, más en estos tiempos, cuando un
chiquillo malcriado, aliado de los hermanos Castro, con ínfulas de
Hitler izquierdista, juega a la guerra nuclear total, poniendo en
peligro la paz mundial y las vidas de millones de habitantes en el planeta.

Indecisión que ocurre, justo en momentos en que el régimen sirio Bashar
Al Assar, otro aliado de la dictadura de los hermanos Castro, se aferra
al poder, masacrando a su pueblo del modo más despiadado y cruel. Al
tiempo, que Irán, otro de los países instigadores del terrorismo
internacional, se artilla con armas nucleares, gracias al plutonio que
Venezuela le vende tanto a este, como a Corea del Norte.

Y es que el Departamento de Estado está ahora en manos de John Kerry,
una persona que cree hay que ser suave con Cuba y pasarles la mano a los
hermanos Castro. Parece que la intención de la cancilleria americana,
basándose en el falaz criterio de suavizar la postura con La Habana,
aplicando una política de acercamiento, pensando que así el régimen
castrista cesaría en sus propósitos de hacerle daño a los Estados Unidos
y haría un cambio hacia mayores aperturas.

El canciller norteamericano parece que pretende ignorar los hechos
históricos y la trayectoria hostil del régimen de los hermanos Castro y
además, se hace de oídos sordos a las astutas maniobras que el castrismo
está desplegando para desestabilizar y destruir las democracias
latinoamericanas y los vínculos estrechos del régimen cubano con países
anti-americanos y propiciadores del terrorismo internacional.

Nunca debemos olvidar, que durante la crisis de los Cohetes en Octubre
de 1962, el dictador Fidel Castro pretendió que la URSS lanzara un
ataque nuclear por sorpresa contra las principales ciudades
norteamericanas. El hecho de que ahora él se pinte de pacifista pidiendo
evitar una guerra con Pyongyang, no es más que parte de un teatro
politiquero para fomentar el levantamiento de restricciones que permitan
liberalizar la entrada de capital y financiamiento americano para
rescatar la quebrada economía cubana.

Por causa de una de esas indecisiones, y la adopción de políticas
erradas, la tiranía castrista ha durado más de medio siglo, y su cáncer
comunista hoy hace metátesis en todo el continente Latino Americano. Fue
en ese tipo de indecisión, y la falta de determinación contra el
castrismo, que se perdió la oportunidad de tumbar a dicho régimen
comunista el 17 de abril de 1961. La absurda y mala decisión de quitarle
el apoyo aéreo a la Brigada 2506 en Bahía de Cochinos y dejarlo
abandonados los valientes brigadistas y al clandestinaje dentro de Cuba,
afianzó cinco décadas de tiranía totalitaria.

Fue por causa de esas indecisiones, que conducen al error y a la
inacción en los momentos cruciales, que acordaron el Pacto
Kennedy-Khuchev, por virtud del cual los Estados Unidos se
comprometieron a impedir que el exilio continuara la lucha armada contra
la tiranía castrista desde territorio americano o desde terceros países.
¿Cuántos cubanos no fueron presos políticos en los Estados Unidos por el
"delito" de luchar por la libertad y la democracia del pueblo cubano?

Son estas decisiones nocivas las que apuntalan tiranías y permiten que
éstas se expandan a otras tierras, sembrando la opresión y la esclavitud
en otros pueblos.

No podemos perder la memoria, ni tampoco desconocer la naturaleza
intrínseca del régimen castrista. Desde antes de tomar el poder, Castro
fomentó el terrorismo como procedimiento usual de lucha y de política
exterior.

Durante la lucha contra el dictador Fulgencio Batista, llenó de bombas
las ciudades de Cuba, haciéndolas estallar en cines, cabaret, matando
cientos de inocentes ciudadanos.
Luego, una vez en el poder, expandió el terrorismo por toda la América
Latina, apoyando y armando a los grupos terroristas urbanos como los
Tupac Amaru, los Montoneros, Sendero Luminoso, etc., al igual que a los
grupos guerrilleros como las FARC y el ELN de Colombia, el Frente
Farabundo Martí en El Salvador, los Sandinistas en Nicaragua y el
Bolivia otra guerrilla al mando del genocida Ernesto (Che) Guevara.
¡Cuantos miles de vidas inocentes han muerto a los largo y ancho del
continente a causa de ese terrorismo, apoyado, protegido, organizado,
instigado , entrenado y esparcido por la dictadura de los hermanos Castro!

Pero no sólo en este continente. El esparcimiento del terror castrista
ha llegado a otros continentes. En África, a través de la invasión de
tropas cubanas, donde, específicamente las tropas elites del Ejercito
Cubano, llamadas Tropas Especiales, han masacrado aldeas enteras de
aldeanos africanos por el solo hecho de no apoyar al régimen dictatorial
que defendieron en las guerras de Etiopia y en Angola. O las masacres de
africanos por las guerrillas izquierdistas, como las que el Che Guevara
dirigió en el Congo.

Europa tampoco no escapa al brazo del terrorismo castrista. Sabido es
que Cuba ha servido de refugio y lugar de entrenamiento a terroristas de
la ETA de España, o del IRA de Irlanda del Norte, y de connotados
terroristas internacionales como Ilich Ramírez Sánchez, alias El Chacal.

No debemos tampoco olvidar, que Castro apoyó la invasión de los tanques
soviéticos a Checoslovaquia y que se opuso al cambio a la democracia en
los países del bloque soviético incluyendo Rusia.

Y para remachar su enfermizo odio hacia los Estados Unidos, del tirano
Fidel Castro y su hermano, hoy dictador sustituto de Cuba, aplaudieron
que el terrorista Osama Bin Laden tumbara las Torres del Word Trade
Center en New York y elogiaron esa maléfica maquina de matar llamada Al
Qaeda.

Tampoco debemos olvidar que el terrorismo castrista operó dentro del
territorio de los Estados Unidos. La dictadura castrista apoyó,
protegió, escondió, entrenó y usó a los terroristas de izquierda en
Puerto Rico, llamados Los Macheteros, para asesinar exiliados cubanos
como al comandante Aldo Vera y al periodista Enrique Núñez en Puerto
Rico, en colaboración con agentes castristas infiltrados en la isla;
este grupo terrorista fueron los mismos que destruyeron aviones de
combate de la Guardia Nacional de Puerto Rico, le pusieron bombas a
exiliados cubanos anti-castristas, asesinaron marinos norteamericanos
desarmados, entre otras atrocidades. Y para concluir, los hermanos
Castro apoyaron a la organización terrorista norteamericana llamadas
Panteras Negras.

El hecho de que hoy el castrismo trate de ponerse una careta amante de
la paz, es parte del teatro engañoso que hoy despliega para quitarse
restricciones económicas y políticas para así poder salvar la seria
crisis económica que padece.

Como parte del montaje mediático, simula aperturas, tales como,
liberalizar el cuenta-propismo o pequeños negocios privados, permitir
los viajes al exterior a los opositores, declarar asueto para el viernes
santo, etc. ; pero sin cesar en la represión y hostigamiento a los
opositores dentro de la Isla.

Y como parte de ese teatral show mediático, Cuba sirve de país anfitrión
a las conversaciones de paz entre las FARC y el gobierno de Colombia.
Aunque en el fondo respalda con todos los medios a su alcance a dichas
guerrillas que tanta muerte y destrucción ha causado al pueblo colombiano.

Y detrás de esa supuesta búsqueda de la paz, está la nueva estrategia de
socavar y destruir las democracias desde dentro, para así imponer el
totalitarismo desde las socavadas estructuras democráticas.

Para eso es el cambio de planes de lucha, donde se apuesta por infiltrar
este grupo terrorista-guerrillero como partido político dentro de la
democracia colombiana, a fin de destruirla e instaurar otra autocracia
opresiva al estilo chapista, y una vez en el control absoluto del poder,
hacer igual que ahora lo hace Venezuela: Oprimir a sus pueblos y apoyar
a sus aliados de Siria, Irán, Corea del Norte, como parte de lo que
acertadamente el ex-presidente John W. Bush llamó "el eje del mal".

La realidad es que en el fondo, el castrismo sigue con ese odio
enfermizo hacia los Estados Unidos, que exacerba su deseo en hacer lo
que tengan que hacer para verla destruida.

La cancillería y las agencias de inteligencia de norteamericanas saben
esto muy bien el historial y las pretensiones, por lo que tenemos que
preguntamos, ¿A qué viene ahora el titubeo? ¿Es incompetencia o
simpatías con el enemigo confeso de Washington?"

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=38982

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