El imperdonable olvido de la memoria histórica

El imperdonable olvido de la memoria histórica
Miércoles, 03 de Abril de 2013 00:18
Escrito por Osmar Laffita

Cuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) Las obras de las naciones y
los pueblos perduran a través de los tiempos como resultado del trabajo
creador de sucesivas generaciones, cuyo talento y sacrificio hicieron y
hacen posible, con sus aportes, el engrandecimiento del patrimonio nacional.

En escuelas y universidades, los profesores explican a sus alumnos
hechos históricos realizados por aquellos que en un momento dado
ocuparon un lugar en la historia, porque no vacilaron ante las
adversidades y tuvieron el valor de cimentar y levantar los edificios
que todos posteriormente contemplan con orgullo y agradecimiento.

Esa herencia, tradición, conocimiento de la obra terminada, es
consecuencia del relevo que se produce inexorablemente entre abuelos,
padres e hijos de manera ininterrumpida. Por ello, no puede ser creíble,
que aquellos o aquellas publiciten con gran cobertura mediática un nuevo
proyecto y para asombro de aquellos que lo escuchan, aseguren que este
surgió de la nada, que no existía anteriormente. Esto, para personas
responsables y apegadas a la verdad histórica, resulta realmente ofensivo.

Toda obra humana es una sucesión de hechos que a lo largo del tiempo se
concatenan. Esto ha ocurrido desde los albores de la civilización hasta
el presente. Es una sucesiva acción de entrega de batones, en que cada
uno lleva un pedazo de historia: el que lo recibe debe continuar la obra.

Por ello, las civilizaciones antiguas, modernas y contemporáneas, en
forma de espiral, se han retroalimentado. A las que les corresponde el
relevo, llevan en su interior elementos de las que le precedieron.

Los promotores de cualquier iniciativa, por novedosa que sea, tienen que
ir a la memoria histórica, porque es la única manera de extraer
enseñanzas, conocimientos y así evitan incurrir en reveses que pueden
ser costosos.

Si de algo la autoridades cubanas están bien informado, es de que en el
seno de la población existen hombres y mujeres talentosos, valientes,
apegados a su amor y lealtad a la verdad.

Existen los que en un momentos determinado hicieron algo parecido a la
nueva iniciativa que se dice se pondrá en práctica. Es necesario conocer
de las dificultades, presiones, amenazas, que tuvieron que enfrentar y
ante las que no no se amedrentaron, ni amedrentan y continúan de manera
activa en su labor

Esto se demostró hará ya unos 18 años. Si bien no fue el fin, significó
el comienzo de una nueva historia cuando muchos cubanos contemplaron
esperanzados y con mucho regocijo, como caía en pedazos el oprobioso
muro de Berlín, eran barridos por la ira de los pueblos los gobiernos
del irreal socialismo real, y se desintegraba, después de más de 70
años, la Unión Soviética.

Aquello fue un gran acicate para los luchadores prodemocráticos cubanos
que sin temer la acción represiva del gobierno, con el riesgo de caer
presos y ser condenados a largos años de cárcel, sin la menor vacilación
fundaron las agencias de prensa independientes, revistas, boletines, que
se ocuparon dentro de esa ilegalidad de dar a conocer lo que acontecía
en Cuba que la prensa oficial, manipulaba, escamoteaba o silenciaba.

En la segunda mitad de los 90 del siglo pasado surgieron las agencias
CubaPress, Habana Press, Cubanet, Nueva Prensa Cubana, el Buró de
Prensa, Cuba Verdad, Decoro, Cubanacán Press, y las revistas Vitral,
dirigida por un grupo de laicos de la ciudad de Pinar del Río, Espacio
Laical, patrocinada por católicos que tenían como sede la iglesia del
Cristo, en la Habana Vieja, la primera revista de formato digital
Consenso, bajo el patrocinio de la desaparecida organización opositora
Corriente Socialista Democrática.

En torno a estas agencias y publicaciones colaboraban cientos de
opositores. Transcurrido un tiempo, muchos de ellos, por su talento,
ocuparon un lugar destacado como periodistas independientes.

Gracias a la labor de estos órganos de prensa independientes, el mundo
pudo conocer lo que de manera vergonzosa el régimen cubano le ocultaba a
la población y a la opinión pública internacional.

En marzo de 2003 vino el artero zarpazo de la "Primavera Negra", en que
75 opositores, entre ellos 27 periodistas independientes, fueron
detenidos, juzgados y condenados a largos años de cárcel.

Tal fue el golpe que de la noche a la mañana desaparecieron las agencias
de prensa, sus directores y periodistas fueron a parar a la cárcel. Hubo
acoso y amenazas contra los redactores de Vitral, Espacio Laical y
Consenso, pero sin amilanarse continuaron como una tribuna de denuncia.
Pero todo aparentemente se silenció.

Pero existían los compromisos de determinados hombres apegados a la
verdad y la justicia, identificados con aquellos que injustamente fueron
a parar a la cárcel, que no se arredraron ante el accionar
antidemocrático e intolerante que desplegó con toda impunidad el régimen
cubano después de lo acontecido en la "Primavera Negra".

Ese grupo de periodistas independientes no dejaron que se interrumpiera
el relevo de los que purgaban largos años de cárcel y en el año 2006 se
incorporan al periódico La Primavera de Cuba, en 2007 fundan
primeramente un blog y meses mas tarde sacan a la luz un periódico
consagrado a la verdad, que llamaron Primavera Digital. Desde aquellos
azarosos años, sale de manera ininterrumpida todas las semanas.

Todos los jueves, el público de las computadoras y las memorias flash,
espera Primavera Digital y Primavera en Cuba, -antes La Primavera de
Cuba- el periódico independiente semanal de Cuba. Salvando dificultades
de todo tipo, su equipo de redacción y sus más de 60 colaboradores han
hecho posible que ya se hayan colgado en Internet hasta hoy 265 números.

Es por la abnegada labor de ese grupo de hombres y mujeres que Primavera
Digital es hoy otro referente de la información objetiva, imparcial, no
censurada ni manipulada. Sus editoriales y artículos de opinión son
expresión libre de sus redactores.

Por eso, resulta algo osado y no ajustado a la memoria histórica que
guarda los testimonios de los luchadores prodemocrático, que el
desempeño de estas personas durante más de 15 años en el periodismo
independiente, no se mencione ni se tenga en cuenta y que se anuncie
ahora como primicia, la próxima salida del primer periódico
independiente, que según su promotora, Yoani Sánchez, verá la luz en
septiembre.

Todo indica que en esto hay un desfase que obliga a una rectificación.

En la historia reciente de Cuba perdurará el abnegado y valeroso
desempeño de los periodistas independientes, y en particular de los que
han hecho posible que en estos últimos cinco años haya salido
ininterrumpidamente, cada jueves Primavera Digital.

Todos aquellos y aquellas que se dispongan hablar de un nuevo periodismo
en Cuba tienen que empezar por mencionarlo, para que sus palabras tengan
credibilidad y eco entre aquellos que dentro y fuera de Cuba hicieron
posible que el periodismo libre existiera a pesar del terror que aplicó
y aplica contra la libertad de expresión el gobierno cubano.

Lo que ha hecho fuerte al periodismo independiente cubano desde sus
primeros tiempos es la verdad. En su desempeño, estuvieron apegados a la
enseñanza bíblica: "Solo la verdad nos hará libre",

Por eso no puede desconocerse a esos hombres y mujeres que de manera
valiente y abnegada, contribuyeron para que esa verdad continúe
haciéndonos libres, a pesar de vivir en un país donde el gobierno no
solo no respeta la verdad, sino que la persigue y pisotea a diario. Por
cierto, el primer periodista independiente en nuestra historia fue el
reglano Eduardo Facciolo Alba, quien fuera agarrotado por orden del
capitán general de entonces, por sacar a la luz en La Habana el
verdadero primer periódico independiente cubano. Al menos tenemos una
tradición fuera del alcance de los promotores internacionales. Antes que
lo olvide, Facciolo nunca fue premiado ni reconocido en vida, la
tradición persiste.

Para Cuba actualidad: ramsetgandhi@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/6992-el-imperdonable-olvido-de-la-memoria-historica.html