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Wednesday, April 24, 2013

El debate racial en Cuba, una asignatura pendiente

El debate racial en Cuba, una asignatura pendiente
Fernando Ravsberg / abril 23, 2013

En 1925, "Las Margaritas" era un asentamiento para negros pobres de La
Habana, donde nació la cantante Celia Cruz. Hoy los niños de esta
ciudadela van a la escuela y todos tienen cobertura de salud pero poco
han cambiado las paupérrimas condiciones habitacionales y entre sus
habitantes sigue primando el mismo color de piel.

León Mago Rodríguez es afro descendiente y vive en la ciudadela desde
hace 60 años, sus hijas se criaron también allí y cuando crecieron
ampliaron el rancho. Los nietos, a falta de espacio, hicieron
habitaciones en lo alto y sus bisnietos corretean por el lugar.

Las pocas estadísticas públicas y confiables muestran que hoy los negros
viven en las peores casas, reciben menos remesas y divisas, están sub
representados en la economía emergente y en las universidades, mientras
predominan en los trabajos peor remunerados.

En los años 60 el gobierno dio por resuelto el problema racial, sin
embargo, el intelectual Roberto Zurbano, acaba de denunciar la
discriminación en un artículo publicado en el New York Times. "Lo hice
para provocar un gran debate sobre el racismo", nos dice.

La metástasis

El tema racial despierta sensibilidades desde la época de la colonia, el
miedo al negro es uno de los argumentos que explica la tardía lucha
independentista. En 1959 Fidel Castro criticó públicamente el racismo y
provocó tal reacción que tuvo retomar el tema días después.

Aun hoy apenas se toca en los medios de prensa cubanos y también en los
discursos, sin embargo, el Presidente Raúl Castro promueve una política
de cuotas para aumentar el número de mujeres y negros que en los cargos
dirigentes.

En Cuba institucionalmente todas las razas tienen las mismas
posibilidades de desarrollo y de hecho algunos afro descendientes han
alcanzado altos cargos. Un ejemplo es Esteban Lazo, un obrero negro, de
un pueblo de campo que es hoy presidente del parlamento.

Sin embargo, la regla es que hay una gran concentración de afrocubanos
en los barrios pobres y en las prisiones, mientras los blancos siguen
recomendando "no hacer cosas de negro" y algunos afro descendientes
creen que con el matrimonio interracial "adelantan la raza".

Un asunto sensible

El artículo del NYT reabrió el debate interno, el profesor cubano
Guillermo Rodríguez, escribió que "resulta una falsedad" desconocer que
la revolución luchó contra el racismo abriendo los puestos de trabajo,
los medios de comunicación y el estudio a los cubanos de todos los colores.

Según Zurbano nunca los negros tuvieron las mismas posibilidades para
aprovechar esas oportunidades y se pregunta a modo de ejemplo: "¿cómo
podemos hoy dedicarnos a alquilar la casa o abrir en ella un restaurante
si tenemos las peores viviendas?".

"Hubo una mala lectura de mi texto, yo reconozco que muchas demandas de
otros afro descendientes de la región nosotros las tenemos cumplidas,
como la salud o la educación. Pero reclamo que en esa educación se
inserte la historia de África".

Zurbano propone abrir un debate, "lo primero es discutir entre cubanos
el tema en base a los datos ya recogidos por los centros de
investigación. Pero hay que juntar a expertos, luchadores y políticos
para debatir los resultados de esas investigaciones".

El tabú y el debate

El profesor Esteban Morales es también afro descendiente pero cree que
el gobierno está abierto al debate "y por eso no estoy de acuerdo con
Zurbano. La discusión está andando aunque creo que debe ampliarse más,
tiene que llegar más abajo".

Propone crear un departamento estatal que atienda los asuntos raciales.
Recuerda que "las mujeres tuvieron una atención especial desde el
principio. El problema racial debe ser tratado desde la actividad
cultural, económica y también gubernamental".

El intelectual y Babalao Tato Quiñones, destacado activista racial,
reconoce que desde 1959 se combatió la discriminación en los centros
laborales, educacionales y de recreación, "fue entonces que para mí la
revolución cobró un sentido".

Explica que los negros se beneficiaron de los avances sociales que se
promovieron en favor de los pobres como la educación, la salud o el
trabajo, "pero no hubo una política especial de ayuda y atención a este
sector de la población que verdaderamente lo merecía".

"El error fue creer que eliminando las clases sociales se liquidaría el
racismo", dice Quiñones y critica que el debate racial sea tabú. En este
sentido reconoce que el mérito de Zurbano "fue poner el tema sobre la
mesa y hacerlo a costa de su propio pellejo".

http://cartasdesdecuba.com/el-debate-racial-en-cuba-una-asignatura-pendiente/

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