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Monday, April 08, 2013

Cómo controlar el miedo

Cómo controlar el miedo
Lunes, 08 de Abril de 2013 04:17
Escrito por Gesse Castelnau Jorrin

Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana (PD) El miedo es un
sentimiento que experimentamos todos los seres humanos. Una sensación
que a veces nos paraliza.

Pero yo controlo el mío, siempre con la ayuda de Dios y de mi poderoso
Changó. Ellos fortalecen mi espíritu en los momentos difíciles en que mi
debilucho cuerpo flaquea y mi mente se oscurece.

Lo experimenté cuando varios desconocidos secuestraron en plena vía
pública a mi hermano de crianza, Yuri, y encapuchado lo condujeron en
medio de la noche hacia un lugar desconocido, y le quemaron la frente
con un objeto metálico caliente, el mismo día en que cumplía 34 años.

¿Quién no ha sentido miedo alguna vez? ¿A quién no le ha tocado la
puerta esa desagradable sensación?

Ese inoportuno adversario me persigue cada vez que voy a la iglesia de
Santa Rita, situada en la capitalina barriada de Miramar, donde las
integrantes del movimiento disidente Damas de Blanco oran por la
libertad de nuestro pueblo, en especial, por los presos políticos. Lo
veo frente a mí cuando informo al mundo las arbitrariedades que comete
el Gobierno cubano contra nuestro pueblo.

A pesar del miedo que experimento cada domingo en esa histórica iglesia
que se hace inmensa con el aroma femenino de un universo criollo, me
atrevo a tomar una cámara fotográfica y captar imágenes de aquellas
dignas mujeres cuando elevan sus desesperados ruegos a Dios y marchan
por la Quinta Avenida con un gladiolo en la mano.

Ese gran amor que irradian ante el altar y ante Dios – Olofi, para
quienes profesamos la religión Yoruba- me auxilia en la difícil batalla
por controlar mi miedo.

Sí, porque el miedo se puede controlar. Una poderosa fuerza venida del
más allá, superior a la fuerza humana, nos ayuda en ese empeño.

Ver a aquellas féminas transitar por las calles, vestidas de blanco, el
color de la pureza; mirarlas protestar, más que implorar, es avizorar el
futuro próspero de la patria, que se edifica con una dosis grande de
sacrificios.

Apoyarlas, nunca será en vano. Más bien es una misión obligatoria,
patriótica, imprescindible, que no puede abandonarse por miedo.

Por eso, al miedo, lo guardo en uno de los bolsillos de mi pantalón. No
me deshago de él, pero lo controlo.
Es que no puedo renunciar al amor más sublime: el de la patria.

Para Cuba actualidad: yeyeirde@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/component/content/article/121-sociedad/7020-como-controlar-el-miedo.html

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