Pages

Wednesday, November 14, 2012

Pequeña “encuesta” inocente

Pequeña "encuesta" inocente
Miriam Celaya
noviembre 14, 2012

En un colegio electoral: "vean, no hay truco... Al menos en la urna".

Los resultados de las votaciones –dizque "elecciones"– del pasado 21 de
octubre en Cuba fueron divulgados en los medios oficiales como una
demostración del apoyo popular a la revolución, lo que equivale a decir
una muestra de adhesión al gobierno. Nada nuevo en ese discurso. Cada
dos años y medios se repite la coreografía en la que gobierno y
"electores" hacen su papel en la comedia fingiendo realizar su parte:
aquel, que hace elecciones; éstos, que eligen.

Si bien esta vez el proceso tuvo la característica de que los votantes
mostraron más apatía de la habitual y que las propias autoridades fueron
menos fastidiosas con la propaganda, renunciando incluso a la
acostumbrada práctica de molestar a los electores enviando a los
pioneros a tocar insistentemente a la puerta de los más morosos en
acudir a las urnas, las cifras de asistencia volvieron a colocarse por
encima del 90%, como corresponde a todo totalitarismo que se respete. No
obstante, incluso si validamos los datos oficiales, la cifra de
inconformes quedó claramente refrendada en 1 161 431 cubanos en edad de
elegir, quienes no asistieron a los colegios, invalidaron su boleta o la
dejaron en blanco, tres formas suficientemente claras de manifestar,
cuando menos, la falta de confianza en el sistema por parte de un número
significativo de la población.

De todas formas, el temor a las represalias y el efecto zombie siguen
marcando su pauta en la población. Durante varios días después de las
votaciones decidí hacer una indagación entre algunos votantes de barrios
populares de tres de los municipios más poblados de la capital: Cerro,
Diez de Octubre y Centro Habana. Conociendo la imposibilidad de
organizar una encuesta formal y completa, consideré más efectivo asumir
la postura de una ciudadana que pregunta inocentemente en busca de
información que necesita para algún asunto personal, e improvisar según
la situación. Mi objetivo era confirmar una realidad que todos
conocemos: incluso los electores que votan de manera efectiva, es decir,
cuyas boletas resultan válidas en el escrutinio porque marcan sobre uno
solo de los candidatos a delegados de circunscripción, lo hacen de
manera automática. Más aún, incluso la mayoría de los que se declaran
partidarios del sistema ignoran hasta los datos más elementales de su
"elegido".

Así, me presenté al azar en 46 cuadras diferentes de los mencionados
municipios, algunas veces tocando a la puerta sobre la que se mostraba
un siempre desvencijado cartel anunciando que allí radicaba el CDR;
otras, abordando a cualquier paisano que circulara por el barrio en
cuestión o que simplemente tomara el fresco a la puerta de su casa.

En total, mis preguntas fueron muy elementales, y como antes dije, las
apliqué según el caso:

1- ¿Conoce usted quién es el delegado de la circunscripción, cómo se
llama, dónde vive, cómo puedo localizarlo o dónde y cuándo recibe a la
población?
2- ¿Usted votó por el delegado que resultó electo?
3- ¿Cómo hace cuando necesita localizar al delegado?

En el caso de la primera pregunta, solo un ama de casa me pudo responder
a medias, porque el delegado vivía en su propio edificio; aunque ella no
sabía cuándo o dónde recibía. En el resto, las personas me decían que sí
habían ido a votar –excepto un caso que me respondió con cierto recelo
que él no se encontraba en la provincia ese día, y no se mostró muy
comunicativo–, aunque nadie me supo decir conseguridad el nombre de su
delegado ni mucho menos dónde vivía o cómo localizarlo.

Solo tres individuos me dijeron que el candidato por el que votaron
había resultado electo, aunque ya no recordaban bien sus datos
(apellidos, dirección particular, etc.). "Me parece que se llama Juan
Luis o algo así", "Creo que vive en el edificio verde, al doblar",
fueron algunas de las informaciones más precisas que encontré. Otras
descripciones eran incluso más vagas: "Es uno calvo, militar él", "Sí,
cómo no, es uno mulato, medio 'trabadito', pero no me acuerdo cómo se
llama ni dónde vive". Como se puede apreciar, el pueblo tiene un alto
sentido político y un estrecho vínculo con sus representantes, tal como
proclaman los medios oficiales.

Con relación a muchos de mis numerosos familiares y amigos, cercanos o
menos cercanos, el patrón se comportó de manera similar, aunque, por
supuesto, nadie se mostró remiso a responderme. Solo una persona
confiesa haber votado por un delegado (boleta válida), aunque no tiene
idea de quién es el tipo o cómo se llama. El resto, anuló su boleta con
una "D" o bien la tachó con una cruz. Un grupo menor no asistimos a las
urnas.

Ciertamente, mi pequeña "encuesta" no vale a ningún efecto oficial, pero
yo invito a cualquier cubano a que compruebe por sí mismo la veracidad
de lo que digo. No tiene que ser muy incisivo en su cuestionario:
cualquier pregunta acerca de qué llevó a un individuo a votar por uno u
otro de los candidatos, o acerca de cuáles son sus expectativas con
relación al delegado elegido, levantará inmediatamente la suspicacia del
encuestado y solo recibirá evasivas. Han sido más de cinco décadas de
miedo y todavía muchas veces la gente cree ver un can Cerbero del
sistema detrás de cualquier otro cubano. Pero podrán comprobar sin duda
alguna que el discurso oficial se sostiene sobre un andamiaje tan frágil
que no resistiría ni el más sencillo sondeo de cualquier organismo
calificado para tales efectos.

Claro está, un improvisado encuestador cubano también estaría corriendo
el riesgo de abordar al interlocutor equivocado. Quizás se tropiece con
el "combatiente" más celoso de la cuadra, ese que ve al "enemigo" detrás
de la pregunta más inocua; y entonces puede ocurrir que pase esa noche
en un calabozo y salga de él después de firmar un "acta de advertencia",
como escarmiento. Debo confesar que yo he tenido suerte, o a lo mejor es
que van mermando los delatores y los talibanes. No sé. Esa sería otra
encuesta que, tengo que admitirlo, todavía no me atrevo a hacer.

Publicado en el blog Sin EVAsion el 5 de noviembre de 2012.


http://www.martinoticias.com/content/sinevasion-rodiles-libertad/16595.html

No comments: