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Friday, May 04, 2012

Sin vendas en los ojos, dura realidad

OMCT-CUBA

Sin vendas en los ojos, dura realidad
Mary Simón
Ginebra 04-05-2012 - 10:19 am.

De Zapata Tamayo a Wilman Villar, de la represión durante la visita
papal a las Damas de Blanco: La Organización Mundial contra la Tortura
examina al régimen, que sigue sin tipificar la tortura como delito en
la legislación penal.

Ginebra. La Organización Mundial contra la Tortura (OMCT) está
seriamente preocupada por la gravedad de la situación de los derechos
humanos en Cuba, con un Gobierno que "sigue siendo hostil a toda
crítica nacional o internacional" y donde hay una tipificación
bastante nebulosa de ciertos delitos, bajo denominaciones tales como
"falta de respeto", "resistencia a la autoridad", y la consabida
"propaganda enemiga", o la tan utilizada "peligrosidad social
pre-delictiva".

Estas y otras muchas apreciaciones, así como numerosas
recomendaciones, se encuentran sustentadas en un detallado informe
alternativo recién presentado por la OMCT al Comité contra la Tortura
de la ONU, con vistas al examen de los informes periódicos segundo,
tercero y cuarto de Cuba —correspondientes a los años 2000, 2004 y
2008—, previsto durante el 48° periodo de sesiones, en mayo de 2012.

No es la primera vez que la prestigiosa Organización —fundada en 1985—
expresa sus inquietudes en torno a la situación represiva que se vive
en la Isla, a la cual, desde hace ya más de una década, espera
autorización para poder realizar una visita de evaluación, toda vez
que las denuncias sobre graves violaciones, incluidos alegados casos
de tortura, afluyen con frecuencia a la OMCT.

Un nuevo —y también fallido— intento tuvo lugar el pasado año cuando
la OMCT pudo reunirse el 31 de mayo de 2011 con la Misión Permanente
de Cuba en Ginebra para abordar la eventualidad de una misión a la
Isla, a fin de conocer in situ la situación, y tal como afirma el
informe hasta la fecha "las autoridades cubanas no han acordado que la
OMCT realice una misión a su país".

Valdría la pena recordar que a raíz del anuncio hecho por el Gobierno
cubano en febrero de 2009 de que recibiría al relator especial de la
ONU sobre la Tortura, Manfred Nowak, la OMCT no puso objeción a
suministrarle toda la información que durante dos decenios había
recopilado referida a situaciones de tortura y de malos tratos
recibidas de diversas fuentes, incluidas las de primera mano. Pero,
como del dicho al hecho va un gran trecho, Nowak terminó su mandato en
octubre de 2010 sin tener acceso a la Isla, y con gran decepción —tal
como él mismo dijo— asumió que las autoridades cubanas habían
interpuesto numerosos obstáculos para que "la invitación" fuese una
realidad.

El informe alternativo de la OMCT

El documento elevado por la OMCT al Comité de la Tortura consta de 31
páginas, en las cuales se analizan la situación de los derechos
humanos en Cuba, el marco jurídico —con énfasis en la ausencia de
tipificación del delito de tortura—, la ausencia de legislación para
garantizar la reparación a las víctimas de tortura y el derecho a una
indemnización justa y adecuada, la existencia de delitos que generan
incertidumbre jurídica y actuaciones arbitrarias por parte de las
autoridades, y la aplicación de la pena de muerte.

Asimismo, se enfoca la represión continua en contra de los opositores
políticos, defensores de derechos humanos y periodistas
independientes. La OMCT presta particular atención al caso de las
Damas de Blanco, a las que considera uno de los grupos que ha sido
particularmente más vulnerable a los actos represivos, habida cuenta
de que son objeto de vigilancia, actos de hostigamiento y amenazas de
manera continua por parte de agentes de la Seguridad del Estado, de la
Policía Nacional y de partidarios del gobierno.

La OMCT asegura que "a cuatro años desde que el Sr. Raúl Castro tomó
el poder" se han emprendido algunos cambios de orden económico y sin
embargo, "la situación de los derechos humanos en Cuba continúa siendo
preocupante y el Gobierno cubano sigue siendo hostil a toda crítica
nacional o internacional".

"A nivel nacional —denuncia la OMCT— la disidencia continúa siendo
fuertemente reprimida mediante el uso excesivo de la fuerza policial,
amenazas, actos de hostigamiento, detenciones arbitrarias y otras
formas de malos tratos".

Asimismo evidencia que las libertades de expresión, de reunión
pacífica y de asociación de opositores políticos, defensores de
derechos humanos y periodistas independientes son severamente
restringidas, observándose una tendencia de aumento de la represión
desde el pasado año hasta la fecha.

De acuerdo con la ONG, a escala internacional, el Gobierno cubano fue
sometido en febrero de 2009, al examen del denominado Examen Periódico
Universal, el mecanismo del cual se dotó el Consejo de Derechos
Humanos para evaluar en materia de derechos humanos a todos los países
miembros de la ONU. En esa ocasión Cuba rechazó 20 de las más de 80
recomendaciones que produjo ese escrutinio.

Hasta hoy, ninguno de los relatores de la ONU encargados de cuestiones
sensibles como defensores de derechos humanos, libertad de expresión,
o de la tortura, ni ONG vinculadas, u otros mecanismos internacionales
afines, han obtenido el acuerdo de las autoridades cubanas para
realizar alguna misión de evaluación de la tortura y los malos tratos
en Cuba, según subraya el documento de la OMCT.

"A esto se añade que el monitoreo de la situación de los derechos
humanos en las cárceles cubanas continúa prohibido tanto para
observadores nacionales como internacionales, y sigue siendo
considerado un acto de 'traición a la patria' o 'un atentado a la
soberanía cubana'".

En este escenario, aquí en Ginebra, durante dos décadas hemos
escuchado precisamente el recurso a esos términos por parte de
representantes del Gobierno cubano para desentenderse de
cuestionamientos formulados en la extinta Comisión de Derechos
Humanos, o en otras instancias.

Acerca de las condiciones carcelarias, la OMCT pone énfasis en las
detenciones excesivas y abusivas, que han originado el hacinamiento
masivo que existe hoy en día en unas 200 prisiones y "campos de
trabajo" en la isla, a lo cual —asegura— "se suman las palizas, las
humillaciones, déficit de higiene, insuficiencia o denegación de
asistencia médica adecuada y la mala alimentación a la que son
sometidos los prisioneros". En la Isla no hay distinción carcelaria
entre disidentes políticos, defensores de derechos humanos,
periodistas independientes o presos comunes, agrega el documento de la
OMCT.

"Uno de los casos emblemáticos con relación a las deplorables
condiciones de detención y al precario estado de salud de los
detenidos en las prisiones en Cuba, es el de Orlando Zapata Tamayo",
afirma el informe, que subraya el hecho de que OZT, miembro del
Movimiento Alternativa Republicana y del Consejo Nacional de
Resistencia Cívica, y gestor del Proyecto Varela, falleció como
"consecuencia de las secuelas de diferentes tipos de malos tratos y
golpes recibidos durante sus años de detención, las cuales —apunta— se
agravaron en medio de una huelga de hambre de 83 días".

Otro caso señalado fue el del fallecimiento de Wilman Villar Mendoza,
de la Unión Patriótica de Cuba, quien falleció el pasado 18 de enero
en medio de una huelga de hambre de 50 días, debido a un fallo
multiorgánico y una sepsia generalizada. El informe recoge el
testimonio de la esposa de Villar, según la cual fue "sometido a
reclusión en condiciones de aislamiento luego que iniciara la huelga
de hambre…, lo habrían desnudado y confinado a una celda de
aislamiento minúscula y fría".

Para la Organización Mundial contra la Tortura, la situación es de tal
gravedad que son varios los casos de disidentes que han optado por
realizar huelgas de hambre para protestar contra las irregularidades o
las condiciones de detención.

En sus recomendaciones, la OMCT solicita se mejoren las condiciones de
reclusión, en especial, y con urgencia las referidas a las cuestiones
sanitarias, alimentarias, y al acceso a servicios de salud y cobertura
de necesidades básicas.

Asimismo, pide la liberación inmediata e incondicional de todos los
disidentes, defensores de derechos humanos y periodistas
independientes que se encuentren arbitrariamente detenidos, y, en caso
de privación de libertad, "evitar que sean agredidos" y
proporcionarles una adecuada atención médica según su estado de salud.

La OMCT sustenta como referencial —entre otras— la denuncia hecha en
días recientes por el Consejo de Relatores de Derechos Humanos, según
cuyos datos, "una alarmante cifra de más de 1.000 reclusos habrían
fallecido en la última década y en la gran mayoría de casos no existe
una explicación oficial por parte de autoridades penitenciarias del
Estado cubano".

En su informe, la OMCT ofrece también valoraciones positivas referidas
al ordenamiento jurídico cubano, según la Constitución vigente donde
se consagra la libertad e inviolabilidad de la integridad personal y
garantiza la inviolabilidad de la integridad de la persona detenida o
presa (art. 58), así como se proscribe el uso de la violencia o la
coacción sobre las personas para forzarlas a declarar (art. 59.iii),
establece la nulidad de las declaraciones obtenidas mediante violencia
o coacción (art. 59.iv) y se prevé que "en caso de infracción los
responsables serán sancionados" (art. 59.iv).

Sin embargo, la OMCT señala el hecho de que todavía el Gobierno no
haya tipificado en la legislación penal cubana la tortura como un
delito, tal como lo exige la Convención contra la Tortura, de la cual
Cuba es firmante, "representa una laguna" en su aplicación y "a falta
de un delito específico de tortura, es difícil seguir la aplicación de
la Convención".

Los argumentos ofrecidos por Cuba al Comité de la ONU contra la
Tortura, no proporcionan datos sobre las denuncias interpuestas en
contra de autoridades con base en las figuras delictivas a las que se
refiere el Gobierno, que permitirían la protección integral de la
persona, como el delito de abusos lascivos, cometido por autoridades o
funcionarios, por razón de su cargo, entre otros. Tampoco Cuba ha
ofrecido información sobre los resultados de posibles investigaciones
o de imputaciones en caso de que existan, según refiere la OMCT.

En ese sentido, esta ONG ha subrayado tener seria preocupación ante la
existencia de delitos tales como el de "peligrosidad
social-pre-delictiva", contemplado en el artículo 72 del Código Penal,
que según la OMCT asegura corresponde a un tipo de "delitos que no
sólo vulneran per se principios universalmente reconocidos como el de
seguridad jurídica ligado a las garantías del debido proceso legal,
sino que facilitan el hostigamiento a disidentes políticos y
defensores de derechos humanos".

La represión a la disidencia. Las Damas de Blanco

La política represiva seguida por el Gobierno cubano desde hace años
contra opositores políticos se ha expresado en todo tipo de
hostigamiento y vigilancia, arrestos sistemáticos, de corta duración,
amenazas, uso de la fuerza policial durante las detenciones, represión
a las manifestaciones pacíficas, restricciones a la libertad de
circulación por el territorio nacional o de salida del país, entre
otras, son citadas en el informe alternativo de la OMCT.

Una de las últimas modalidades, según refiere, radica en los actos de
intimidación para impedir que los disidentes políticos, los defensores
de derechos humanos o los periodistas independientes puedan reunirse
libremente. Ahora, apunta la OMCT, se aplica una suerte de "reclusión
domiciliaria" bajo custodia policial o con el apoyo de partidarios o
agentes gubernamentales, bajo amenaza de detención en caso de que
salgan de sus viviendas.

Con motivo de la reciente visita del Papa Benedicto XVI se realizaron
numerosos actos de hostigamiento de este tipo, con el objetivo de
impedir que "los críticos del régimen se manifestaran durante la
visita papal". De tal manera, que la OMCT se suma a las denuncias
formuladas por diferentes medios sobre un aumento alarmante de la
represión masiva alrededor de la visita del Papa. (26-28 marzo 2012).

En esa dirección, la OMCT afirma que durante esos días hubo numerosos
arrestos arbitrarios, reclusiones domiciliarias extrajudiciales bajo
custodia policial, cortes de líneas telefónicas de centenares de
disidentes en todo el país "ordenadas por la policía secreta", entre
otros.

De acuerdo con la Organización Mundial contra la Tortura, la violencia
con la que se realizan algunas detenciones de disidentes políticos "ha
llegado a poner en duda las circunstancias que rodearon la muerte" de
Juan Wilfredo Soto García, miembro del Polo Antitotalitario Unido, el
7 de mayo del pasado año en el hospital provincial de Santa Clara.

Tras referirse a la golpiza que recibió Soto García y su ulterior
muerte dos días después, la OMCT recuerda que solicitó a Raúl Castro
que se realizara una investigación inmediata, independiente,
competente, exhaustiva e imparcial para esclarecer las causas de su
fallecimiento y encausar a los responsables, sin que hasta el momento
haya tenido la más mínima respuesta.

En cuanto a las Damas de Blanco, la OMCT no solo las considera uno de
los grupos más vulnerables y en especialmente acosado, sino que da
valor testimonial a las denuncias hechas por algunas de sus
integrantes, víctimas de agresiones físicas a manos de partidarios
gubernamentales. Cita, como ejemplo, cuando en julio del pasado año 24
mujeres fueron golpeadas —e incluso apedreadas— tras haber visitado el
Santuario de El Cobre, pero también durante la reciente visita papal.

Entre los casos documentados por la Organización contra la Tortura
están el de Ivonne Malleza Galano, miembro de las Damas de Blanco, y
el de Isabel Haydee Álvarez Mosquera, ambas detenidas violentamente el
mismo día.

En general, la Organización Mundial contra la Tortura formula 38
recomendaciones en este informe alternativo, que espera pueda
contribuir al trabajo del Comité de la ONU contra la Tortura, a la
hora de analizar la situación de violaciones sistemáticas a los
derechos humanos en Cuba.

http://www.diariodecuba.com/derechos-humanos/10868-sin-vendas-en-los-ojos-dura-realidad

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