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Friday, May 18, 2012

LA UNICA OPCIÓN DEL PUEBLO ES LA LIBERTAD

LA UNICA OPCIÓN DEL PUEBLO ES LA LIBERTAD

El núcleo de la doctrina del- cambio fraude consiste en negar los
derechos al pueblo y sustituir los cambios hacia la democracia verdadera
por la continuidad del totalitarismo. Supone que la única opción de la
sociedad cubana es dar el voto de confianza a Raúl Castro y su gobierno.

Es una realidad que la Iglesia en Cuba sirve con amor y sin distinciones
al pueblo, ha sido y es un espacio de libertad y tolerancia para todos,
mientras el régimen ha negado esa libertad en la sociedad. Por eso
consideramos que esas expresiones políticas de algunos, tan parciales
y alineadas con la doctrina oficial, aunque se emitan desde la iglesia,
no reflejan el sentir de la comunidad católica en su conjunto, pero sí
demuestran que hay cierta falta de comunicación y diálogo dentro de la
iglesia y de espacios para contrastar opiniones.

El Movimiento Cristiano Liberación nació inspirado en el Evangelio que
es la fuente del humanismo cristiano. Aunque no es un movimiento
confesional, muchos de sus líderes y militantes son miembros activos
de la comunidad católica en todo el país o de distintas comunidades
cristianas; otros no se identifican o practican una religión. Nuestra
raíz cristiana nos inspira para dirigirnos a ustedes, Obispos, todos los
sacerdotes, mujeres y hombres consagrados, pastores de las comunidades,
laicos y a todos los cubanos dentro y fuera de Cuba.

Estos son momentos de peligros y esperanzas para Cuba. La falta de
libertad y derechos mantiene sumergido al pueblo en grandes desventajas.
El Gobierno complica la situación porque se niega a la apertura
democrática y mientras los cubanos quieren cambios verdaderos y
transparencia, se les impone el fraude.

En Cuba, la iglesia católica, aunque perseguida, ha estado siempre junto
al pueblo y proclamando el Evangelio. La confusión que se ha generado a
partir de ciertas posturas políticas, tomadas por quienes se han
convertido en los principales y casi únicos voceros y responsables de la
imagen pública de la Iglesia, no le hace justicia ni a ella misma ni al
pueblo.

La confusión se produce porque no es fácil distinguir la misión y la
autoridad del Arzobispo de La Habana como pastor, a quien respetamos
mucho, de su discurso y su accionar políticos. Este discurso, que se
hace sistemáticamente, se proyecta como la posición de la iglesia y le
sirve de plataforma de poder excluyente y privilegiado a un pequeño
grupo de laicos que se comportan como "el partido" en la Iglesia. Esos
laicos se alinean con la doctrina del cambio- fraude generada por el
propio régimen y propagada por sus voceros y sus cómplices, mas sabemos
que la Iglesia no se identifica con esa ni con ninguna otra posición
política. La Iglesia ni tiene, ni es un partido.

El núcleo de la doctrina del- cambio fraude consiste en negar los
derechos al pueblo y sustituir los cambios hacia la democracia verdadera
por la continuidad del totalitarismo. Supone que la única opción de la
sociedad cubana es dar el voto de confianza a Raúl Castro y su gobierno.

Esta doctrina de la continuidad del totalitarismo tiene, entre otros,
los siguientes propósitos:

- Negar la existencia de la oposición, cuando no desprestigiarla y negar
que tengamos proyectos y alternativas de cambios pacíficos.

- Presentar sus escogidos como únicos interlocutores posibles y capaces
para el diálogo con el Gobierno. Un único sector, supuestamente
independiente, después de negar la existencia de la oposición o
descalificarla.

- Sustituir el Diálogo Nacional, que estamos proponiendo, por una
negociación en las alturas, excluyente, elitista y sin transparencia.

- Compensar el estado de destierro y humillación de los cubanos de la
diáspora con su supuesta inserción en el mismo sistema político, sin
derechos, que los condena a su condición de exilados.

- Continuar negando a los cubanos el derecho a salir y entrar libremente
a su país, sustituyendo este derecho por lo que llaman transformaciones
en las regulaciones migratorias.

- Rebajar la dignidad de los cubanos propagando la injuria de que no
quieren, ni merecen derechos políticos, sino que supuestamente, sólo
aspiran a vivir mejor económicamente.

- Legitimar y consolidar la desigualdad más despiadada, garantizando los
privilegios de los poderosos y su estatus de nuevos ricos al estilo
capitalista, mientras condena a la pobreza a la mayoría de trabajadores
y desempleados bajo el lema cínico de que "cambios es más socialismo".

- Atribuirle la condición o calidad de "cambios" a las medidas que
facilitan algunos negocios privados, mientras el régimen insiste en que
no realizará cambios políticos, ni apertura a los derechos.

El alineamiento de algunos laicos católicos, no representativos de la
mayoría, con esa doctrina o estrategia del Gobierno, les ha dado poder
dentro de la Iglesia para dominar publicaciones como Espacio Laical y
Palabra Nueva, centros de contenido cultural y eventos. Imponen líneas,
determinan a quien excluir o incluir y actúan como verdaderos
comisarios políticos, muchas veces en el mismo estilo represivo del
Gobierno. Repiten hasta la saciedad que la oposición no existe cuando,
en verdad, nos tratan como rivales desde la Iglesia e intentan
descalificarnos dentro y fuera de Cuba. Lo escandaloso es que se
involucran galopante y directamente, en la legitimación o lavado de
cara de este cambio –fraude y que lo hacen comprometiendo la identidad
de la Iglesia.

No podemos dejar de denunciar el malestar que aun experimentan muchos
cubanos, católicos o no, ante las maniobras irrespetuosas y arrogantes
del régimen antes, durante y después de la visita del Papa. Larga sería
la descripción de los ultrajes sufridos, que van desde la imposición a
trabajadores y militantes comunistas de asistir a las misas, hasta la
suplantación de los paramédicos de la Cruz Roja por agentes represivos.
La mayoría de los opositores pasaron muchos de esos días en calabozos, o
confinados en sus casas, vigilados y amenazados. Pero esta, la oposición
que según dicen "no existe en Cuba" ha sido la que durante décadas ha
luchado abiertamente por los derechos de las personas, la libertad
(también la libertad religiosa) y la reconciliación.

Es una realidad que la Iglesia en Cuba sirve con amor y sin distinciones
al pueblo, ha sido y es un espacio de libertad y tolerancia para todos,
mientras el régimen ha negado esa libertad en la sociedad. Por eso
consideramos que esas expresiones políticas de algunos, tan parciales
y alineadas con la doctrina oficial, aunque se emitan desde la iglesia,
no reflejan el sentir de la comunidad católica en su conjunto, pero sí
demuestran que hay cierta falta de comunicación y diálogo dentro de la
iglesia y de espacios para contrastar opiniones.

La iglesia puede promover el Diálogo Nacional si dialoga con todos y
puede ser mediadora si reconoce y acoge a todas las partes. No le
estamos pidiendo espacios políticos, ni que tome posiciones políticas.
Hemos luchado pacíficamente por todos los espacios y todos los derechos
para todos los cubanos en la sociedad. En la Iglesia hemos tenido y
agradecemos, la solidaridad el acompañamiento espiritual y humano, pero
jamás hemos pretendido convertirla en nuestra tribuna ni exigirle en los
templos los derechos, cuando sabemos que es el Gobierno quien se los
niega y roba al pueblo, porque eso sería confundir a otra de las
víctimas con el verdugo. Y la Iglesia, como el pueblo y con el pueblo,
sigue siendo víctima de la opresión, pero también casa de todos y
antorcha de la esperanza.

Las tensiones y las diferencias de opinión dentro de las iglesias, las
familias, las agrupaciones y la sociedad son muestra de la intensidad
con que los cubanos buscamos una salida, un camino pacífico para lograr
los cambios. Nuestro Inspirados en las virtudes del Padre Varela, a los
cubanos nos anima la misma esperanza, sabiendo que estamos unidos en la
visión y las metas de esos cambios que son la libertad, la justicia, la
democracia y la reconciliación. La fuerza mayor para lograrlos sólo
vendrá del amor y la solidaridad entre cubanos.

Ante Dios Nuestro Padre y Señor de la Historia ponemos nuestros propósitos.

Oswaldo José Payá Sardiñas

Movimiento Cristiano Liberación

La Habana, 16 de Mayo de 2012

http://www.oswaldopaya.org/es/2012/05/17/la-unica-opcion-del-pueblo-es-la-libertad/

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