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Monday, May 07, 2012

La fiesta del hombre nuevo

La fiesta del hombre nuevo
Lunes, 07 de Mayo de 2012 05:53
Escrito por Juan Gonzalez Febles

Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) La policía llegó en el momento
preciso. Cuando lo hicieron, un jovencito ya había recibido dos
puñaladas. Hubo que conducirlo al hospital más cercano. Acababan de
sonar dos disparos.fiesta Los policías se comportaron con una cautela
desconocida para quienes les hemos visto actuar contra opositores
pacíficos desarmados o mujeres del pueblo que libran su sustento en la
venta de cosas, sin vender su cuerpo. El caso fue que se sintieron
amenazados y dispararon al aire.

Se mantuvieron entre la calma y la cautela, no era para menos. En estos
días, cualquier jovencito puede estar armado con un arma de fuego
conseguida quien sabe dónde o con armas blancas sobre las que no existe
control posible. La violencia se enseñorea sobre una ciudad harta de
sufrir la violencia institucionalizada por el estado. El gobierno la usa
indiscriminadamente para que se le tema. Por todo esto, los policías
fueron amenazados y se vieron obligados a disparar al aire.

Era una fiesta de quince. Oportunidad de oro para que una familia de
pocos ingresos tire la casa por la ventana y salte fuera de su aburrida
y precaria esfera cotidiana. Reunieron centavo a centavo para esos
quince. Era la fiesta en Lawton de una familia de luchadores. Esto
quiere decir que se desplazó a la calle, que las bocinas atronaron un
reggaetón insufrible y que tras él, muchachos y muchachas muy jóvenes,
mayoritariamente entre trece y diecisiete años, se dieron cita en la
confluencia de las calles Armas y C el sábado en la noche. La ocasión
primada para la fiesta del hombre nuevo.

Según vecinos y testigos presenciales, fue un ajuste de cuentas que aún
no concluyó. Un asunto local entre "reparteros". Todos parecen conocer
al agresor excepto la policía. Parece poco probable que en este grupo
humano, el secreto permanezca como secreto en los momentos en que
concluyo la redacción de este trabajo. Quizás la policía ya conozca
hasta el último detalle todo el incidente. El caso es que si no hay un
deceso, no habrá respuesta policial. Como dice el refrán, "el muerto
alante y la gritería atrás".

En Cuba, la policía ni ninguna instancia oficial protege y sirve al
ciudadano. Todo está concebido para la "defensa de la revolución", que
es la forma eufemística en que se autodefine el grupo o la élite de
poder enquistada sobre la nación cubana. Entonces la policía (PNR,
Policía Nacional Revolucionaria) convivirá en armonía con el juego
ilícito, las crueles peleas de perros o de gallos, el reparto discreto
de marihuana y otras menudencias que se van fuera de la esfera política
o de "defensa de la revolución". Solo se muestran algo activos frente a
los asesinatos o los homicidios, porque quien único puede tomar la vida
de un cubano, según esta peculiar filosofía, es la revolución o su
capitán general, perdón, su comandante en jefe.

El desorden público la noche del sábado 28 de abril terminó ante la
amenaza de la llegada de refuerzos policiales. El domingo en la mañana
aún quedaban huellas de sangre en las inmediaciones. Las había en la
calle D, junto al callejón Martínez. El último remanente de la fiesta
del hombre nuevo.

Un corto humorístico del humorista Luis Silva, quizás nos de la tónica
sobre la policía cubana, la revolucionaria, esa que no protege ni sirve
al ciudadano. En un noticiero dan la información de que la provincia
Guantánamo enviará a La Habana una importante dotación de policías.
Concluye la información con la afirmación de que Guantánamo cede a la
capital parte de su producto interno bruto.

Para Cuba actualidad: juan.gonzlezfebles1@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/4036-la-fiesta-del-hombre-nuevo.html

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