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Thursday, March 22, 2012

El corrupto “hombre nuevo” de Fidel

El corrupto "hombre nuevo" de Fidel
Lunes, Marzo 19, 2012 | Por Baldomero Vasquez Soto

CARACAS, Venezuela, marzo, www.cubanet.org -Recientemente, al denunciar
la escandalosa corrupción enquistada en todas las ramas del poder
público en Cuba, el ministro cubano de Comercio Exterior e Inversión
Extranjera, Rodrigo Malmierca, pidió "extirpar implacablemente el
`cáncer´ de la corrupción en la isla".

Se protegió el alto funcionario de las consecuencias de su afirmación,
señalando que "La lucha contra la corrupción ha sido una de las promesas
del presidente Raúl Castro". En efecto, en el III Pleno del Comité
Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) celebrado en diciembre de
2011, Raúl Castro reconoció abiertamente la magnitud del problema y su
propósito de combatirlo. Los medios recogieron su opinión así: "la
batalla contra el delito y la corrupción no admite más contemplaciones e
instó a su gobierno a ser implacable contra este fenómeno". Rematando
con una frase lapidaria: "estos fenómenos pueden llevarnos a la
autodestrucción de la revolución" (2).

El inocultable hecho de que la corrupción es un cáncer que ya hizo
metástasis en todas las esferas del aparato gubernamental cubano es lo
que obliga a admitirla y a prometer combatirla implacablemente. Pero de
las causas no se dice nada. El nuevo Presidente de Cuba no profundiza en
los orígenes del extendido fenómeno para impedir que se extraiga la
única conclusión lógica: el estruendoso fracaso de 5 décadas de
socialismo en Cuba en la construcción del cacareado "hombre nuevo".

Fidel Castro, hace 25 años, se vanagloriaba de la existencia en la Cuba
socialista de un "hombre nuevo", superior al hombre "individualista",
"egoísta", "materialista" de las sociedades capitalistas. Citemos sus
palabras, extraídas de la adulante entrevista (¿cuál no ha sido?) que el
periodista italiano Gianni Miná le hiciera en 1987 y que se publicó en
el libro: UN ENCUENTRO CON FIDEL (1). En el capítulo 7 -titulado EL
HOMBRE NUEVO- el dictador cubano, presumiendo de pensador marxista,
resaltó la importancia de formar una nueva conciencia en los cubanos
para construir el socialismo. Diría:

"Si no se habla de conciencia no se puede hablar de socialismo. De modo
que no se puede ser socialista sin pensar que la conciencia es el factor
fundamental. Incluso, ¿Cómo puede usted aspirar al comunismo sin la
conciencia ¿desarrollando el individualismo, el egoísmo, puede usted
formar una sociedad solidaria?".

Luego de alabanzas y lisonjas hacia el ídolo expresadas en frases como
"nadie puede negar que su Revolución ha creado una conciencia diferente
en los cubanos", el comunista Miná lanzó la pregunta convenida:

"¿Cómo puede usted definir, sin retórica, a este hombre nuevo cubano, o
como decía el Che a este `hombre nuevo´?"

La "sesuda" respuesta de Castro no se hizo esperar:

"Che habló del hombre nuevo…una sociedad nueva tiene que crear una
conciencia nueva; un proceso revolucionario socialista tiene que crear
un hombre también nuevo. Ese hombre nuevo, en esencia, tiene que ser
mucho más solidario, mucho más altruista; tiene que ser un hombre capaz
de ver a todos los demás como su hermano".

Más adelante, usando como siempre su licencia para mentir, vendría la
trascendental afirmación de que ese "hombre nuevo" ya era una realidad
en la Cuba socialista: "en nuestra patria se ha producido un salto
enorme en la calidad de los hombres, es una realidad, tenemos cientos de
miles, millones de personas, jóvenes, trabajadores manuales e
intelectuales, campesinos, con una alta dosis de esa conciencia que
pudiéramos llamar de hombres nuevos".

Por supuesto, todo ese palabrerío del Guerrillero del Tiempo no tenía ni
un ápice de verdad. Si los funcionarios del gobierno comunista han sido
reclutados de esos millones de hombre nuevos, entonces ¿cómo se explica
la cancerígena corrupción existente hoy día? Si la selección de todos
los cargos gubernamentales ha sido realizada por los dirigentes del PCC
y su cúpula militar, con Fidel Castro a la cabeza, entonces, ¿de quién
es la responsabilidad de la corrupción administrativa generalizada? La
respuesta es muy sencilla: la corrupción está en el propio sistema
socialista y su principal responsable en Cuba es el único gerente de
recursos humanos que ha conocido la isla por más de 50 años: el
omnipotente comandante en jefe de la revolución cubana, Fidel Castro.
Sería risible que los líderes comunistas cubanos acusaran al "imperio
norteamericano" o al "capitalismo" de la degradación moral de la revolución.

La bancarrota moral del socialismo cubano es evidente. Un sistema
corrupto similar es el futuro que espera al país que imite el camino
impuesto por Fidel Castro en Cuba. Si esto es así, ¿por qué gobernantes
e intelectuales latinoamericanos izquierdistas insisten en llevarnos por
esa vía? Porque, según los patrones morales de su ideología, los
izquierdistas sólo se ocupan de denunciar la corrupción en las
democracias con la intención de derrocarlas y tomar el poder por
cualquier medio (por ejemplo, el golpe militar del 04 de febrero de 1992
en Venezuela). De la corrupción en los regímenes socialistas, como la
que ha existido en la Cuba castrista, nunca no les interesó ocuparse. Ni
siquiera hoy lo hacen, a pesar de las denuncias del propio Raúl Castro.

1) MINÁ G. Un Encuentro Con Fidel. Oficina de Publicaciones del Consejo
de Estado. La Habana. 2da Ed. 1988, pp 201-204.

http://www.cubanet.org/opiniones/el-corrupto-%e2%80%9chombre-nuevo%e2%80%9d-de-fidel/

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